EL FMI, EL PAMI Y EL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS EN DEBATE ENTRE MINISTROS DE SALUD

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El ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, y el ex titular del área, Ginés González García, debatieron sobre el acuerdo con el FMI, el convenio PAMI, la compra centralizada de medicamentos, y la fragmentación del sistema de salud de Argentina, durante el Foro de la Salud y la Cuestión Social, organizado por la Fundación Femeba.

El ministro Rubinstein informó durante su exposición que en la nueva Agencia Nacional Evaluadora de Tecnologías Sanitarias “estará estrictamente prohibida la participación de todo aquel que haya trabajado en la industria farmacéutica en los últimos tres años”.

“La industria no participará en ninguna mesa de decisión, aunque en otras etapas podrían ser llamada para consultas”, comentó ante el público reunido en el auditorio Femeba, donde desde la primera fila compartía un tercer ministro de Salud, Aldo Neri.

El ministro actual destacó que “hemos emprendido una política de medicamentos muy fuerte con las compras centralizadas del sector público que en Facto VIII nos permitió un ahorro del 80 por ciento”.

“Ahora comenzamos (compras centralizadas y licitaciones) con biológicos y oncológicos”, anunció coincidente con la licitación lanzada en la última semana por el Ministerio de Salud.

Rubinstein aseguró que algunos cambios demandan tiempo de negociaciones porque “enfrentamos fuertísimos grupos de intereses” en  la compra de medicamentos y en la conformación de nueva agencia evaluadora de tecnologías sanitarias y medicamentos.

Gines González García a su vez afirmó que “hay una estampida de precios de los medicamentos que necesita una política de medicamentos porque está impactando muy fuerte en el gasto de bolsillo”.

En el gasto en salud el más importante es el gasto en medicamentos, incluido en el gasto de bolsillo”, afirmó el ex ministro de Salud (2002-2007).

“(Los ministros) que me sucedieron le dieron mal trato a los genéricos”, aseguró y lamentó que se abandonara el programa REMEDIAR de distribución gratuita de medicamentos.

“Le escribí dos cartas al presidente (Mauricio Macri) sobre el programa Remediar y salud reproductiva”, de las que no obtuvo respuesta. González García aclaró que era la primera vez que mencionaba sendas cartas.

El ex ministro aseguró que la nueva política de PAMI para la adquisición de medicamentos “es muy buena pero no alcanza” y comparó que IOMA “consiguió mejores precios, porque tiene precios de referencia”.

González García se quejó que “el gobierno redujo los presupuestos de salud todos los años y ahora acude al FMI que pondrá los límites que siempre quiso”.

El panel se completó con el economista Oscar Cetrángolo y los tres expositores coincidieron que el sistema de salud de Argentina “está segmentado y con poca interacción y “a su vez fragmentado hacia el interior”, precisó Rubinstein.

“Hay una cobertura universal nominal, pero se necesita una efectiva con estándares de calidad y cobertura financiera y esto no está asegurado para todos”, afirmó el actual ministro.

En ese sentido se instaló un debate con el público sobre la disparidad entre “provincias más pobres y más ricas como Formosa y Córdoba” o entre la Ciudad de Buenos Aires con un presupuesto de salud anual de 140 millones de pesos y La Matanza, el populoso distrito del conurbano con un presupuesto sanitario de 4 mil millones.

“Adolfo (Rubinstein) se encontró con un camino mal transitado y muy roto”, afirmó González García deslindando la responsabilidad del actual funcionario de las críticas que suele descargar sobre las políticas de salud del macrismo y con eje en la gestión del ex ministro Jorge Lemus.

“Hubo un retroceso importante en los primeros años de este gobierno”, insistió González García y mencionó el desmantelamiento del programa “Médicos comunitarios”.

Rubinstein rescató la primera etapa de ese programa del que fue partícipe pero aseguró que se había degradado en los últimos años al ser bastardeado con el “clientelismo político”.

Cetrángolo, Profesor Titular de Finanzas Públicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA e investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política, desató la polémica cuando afirmó que “despilfarramos 20 puntos del PBI entre 2004 y 2015 en un sistema de salud de porquería y en un sistema educativo que no sirve para nada”.

Después y ante la reacción de algunos participantes, se desdijo del calificativo de porquería, ratificó su opinión sobre el despilfarro y lamentó que “que un economista de derecha (en referencia personal) haga los reclamos de equidad”.

Cetrángolo comparó que pocos países lograron la cobertura universal de salud, mencionando a Uruguay como “el ejemplo más potable”, Costa Rica “hace mucho tiempo” y Chile, aunque “muy fragmentado, pero lo hicieron bien”.

“Argentina es el único país que va al revés del resto porque gasta 10 puntos del PBI en un sistema mal regulado y sin mejoras”, completó.