COSTOS LABORALES EN ALZA Y PERDIDA DE RENTABILIDAD

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Los costos de producción de las manufacturas industriales argentinas se encarecieron un promedio de 19,3 por ciento anual entre 2006 y 2012, con incrementos del 25,2 por ciento para el costo laboral y del 23,3 por ciento para la logística.

   El incremento de los costos de producción fueron calculados por el centro de estudios CEU de la Unión Industrial Argentina (UIA)   y difundidos en el reciente informe “Evolución de costos de la industria manufacturera”.

   El costo salarial  se ha incrementado por encima del nivel general de costos entre 2006 y 2012, con una variación promedio anual del 25,2 por ciento, “intensificándose especialmente a partir de 2009”, advirtió el informe de CEU.

   El costo salarial fue de 20,4 por ciento en 2006 y alcanzó a 30,4 por ciento en 2011, reduciéndose un punto en 2012, al estabilizarse en 29,3 por ciento.

   Ese costo salarial ha tenido “impactos diferenciales conforma la rama de la actividad y tamaño de la empresa”, agregó el informe de la UIA.

   “Los costos industriales presentaron una dinámica creciente durante los últimos años, con excepción del 2009 donde el incremento fue limitado”, explicó el informe.

   Los costos industriales en moneda local se triplicaron entre 2006 y 2012, trepando hasta el 22,7 por ciento y con un acumulado en el período del 193 por ciento, reveló el informe del centro de estudios de la UIA. 

   En tanto, los costos industriales en dólares se duplicaron desde 2006, aunque la variación del tipo de cambio ($/USD) ha compensado, parcialmente, dicho incremento en moneda local, aseguró la UIA.

   Los costos relacionados con la logística crecieron por encima del nivel general y entre 2006 y 2012 registraron un alza promedio anual de 23,3 por ciento, contra el 19.3 promedio del total industrial.  Incluso, en 2012, trepó al 31,2 por ciento.

   El costo de la logística tuvo un incremento promedio anual del 23,3 por ciento contra el 19,3 por ciento nivel general.

   Por su parte, el costo energético  contribuyó al incremento de los costos de producción con un índice acumulado de casi el 25 por ciento desde 2006.

   Los precios de los insumos importados se mantuvieron por debajo del resto de los costos, durante el periódo apuntado, comparó la UIA.

   “Este factor está vinculado con el tipo de cambio que en la medida que suba por debajo de la inflación reduce los costos de insumos pero presiona sobre la producción interna dada la entrada de productos importados a menor precio”, precisó el informe.

   Pero, el crecimiento del costo de las materias primas se incrementó por encima del nivel general “conforme el boom de precios de los commodities de 2007 y 2008”, afirmó el estudio.

   Al incremento de costo se le sumó la presión tributaria sobre la producción manufacturera hasta alcanzar el 12 por ciento del PIB “que se explica, fundamentalmente, por el aumentos de los tributos provinciales sobre los bienes y servicios, créditos y ganancias(derivado del no ajuste por inflación)”, alertó la UIA.

   La presión tributaria calculada por la UIA fue de 7,6 por ciento en 2001 y fue ascendiendo en forma persistente hasta trepar al 11.8 por ciento en 2012.

   Ese presión tributaria es aún mayor para las empresas si se contemplan las contribuciones patronales, ya que alcanzaron al 16,3 por ciento en 2012, mientras que en 2006 era del 12,6 por ciento y en 2001 de 9,7 por ciento.

   El informe de la UIA alertó que el costo del capital de trabajo para las Pymes tuvo un sobre costo de 4,4 puntos mayor que el sector privado no financiero en su conjunto, que ha sido calculado de acuerdo al acceso al mercado financiero y el tamaño de la empresa.

   La presión tributaria a las empresas “crece más que proporcionalmente si se contemplan las contribuciones patronales, que pasaron de 2 a 4,5 por ciento, “como resultado de un conjunto de cambios en el mercado de trabajo y en el sistema previsional argentino, explicado básicamente por mayores salarios nominales, mayor nivel de empleo, menor informalidad económica y laboral”.  

   Asimismo, la menor dinámica en el reintegro de las exportaciones presionó sobre la competitividad sectorial, explicó la UIA.

   “El no pago de reintegro a los exportadores junto con las mayores exigencias en términos de liquidación de divisas (resolución 142) ha contribuido a presionar sobre la rentabilidad de las firmas exportadoras”, subrayó la UIA.

   “A su vez las economías regionales fueron las que más se vieron afectadas por estas medidas en el último año”, resaltó el informe del CEU.

   Por ejemplo, en 2010 los reintegros a las exportaciones ascendieron a 3.056 millones de pesos, en 2011 aumentaron a 4.690 millones, pero en 2012 cayeron a 1.987 millones de pesos. 

   “Parte de la mayor presión tributaria se destina a subsidios que, al menos parcialmente, contribuyen a contener algunos costos de la industria (energía) y las tarifas de transporte de pasajeros”, completó el informe CEU.