EL PEBETECITY Y LA DEUDA DEL PAMI

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La cadena Farmacity incorporó  góndolas con pebetes de jamón y queso, sandwiches de miga y ensaladas cerca de las cajas en sus sucursales, por lo menos las ubicadas en la zona céntrica. El Ministerio de Salud le dio diez días para retirarlas. La cadena se ampara en los decretos de Mauricio Macri de marzo de 2014, para sostener su oferta gastronómica.

La farmacia polirrubro  se ha convertido en un supermercado con farmacia, con su variada oferta para el almuerzo de los oficinistas que se suma a las bebidas, los alfajores y las barritas de cereales. “Próximamente, ChoripanCity”, ironizó una funcionaria del Ministerio de Salud de la Nación.

En coincidencia con el último desembarco gastronómico de Farmacity, se reanudaron las inspecciones del Ministerio de Salud a cargo de la subsecretaria Claudia Madies, que le concedió diez días a la cadena para retirar sus alimentos.

Como en otras oportunidades, la disputa terminará en los tribunales porque la cadena no se somete a la jurisdicción del Ministerio de Salud de la Nación.

Las inspecciones no sólo fueron direccionadas hacia Farmacity. Fueron también rigurosas para con las farmacias de barrio y comprobaron decenas de infracciones, como una muy discutible como es vender alimentos para celíacos. Una pavada comparado con los pebetes de jamón y queso.

A propósito,  Farmacity también habilitó una “góndola verde” para celíacos.

“Esta vez las inspecciones van en serio y hemos recibido muchos llamados de afiliados a quienes les daban 24 horas para cumplir o les clausuraban. El problema es que las dos resoluciones de Macri son muy confusas. Y en el caso de las pymes, la venta de bijouterie o de otras chucherías compensa el atraso de los pagos de la industria. Y no es justo que comparen a una pyme de barrio con Farmacity”, se lamentó un vocero del Colegio de Farmacéuticos de Capital Federal.

Cuando dice industria en realidad está hablando del PAMI que mantiene una deuda de arrastre de 900 millones pesos con las farmacias  desde comienzos de 2014 y que con su actual esquema de pagos, evidentemente no piensa saldar durante la actual gestión. Los funcionarios que desembarquen en diciembre de 2015, se encontrarán con la pesada herencia.Y pueden desvincularse de su existencia, como paso en la Superintendencia de Servicios de Salud, con el último cambio de autoridades que "bicicletó" una deuda de 20 millones de pesos con las Obras Sociales. 

“El PAMI paga algo todos los meses,  pero  la deuda no baja, cuando llegan a los mil millones pagan cien y así seguimos”, explicó un dirigente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).

La COFA publicó un estudio titulado “Cuando días financiamos el convenio PAMI?  que arroja como resultado que la financiación promedio ha sido de 29, 28 días durante 2014. El trabajo completo puede ser consultado en NotiCofa.

“Si este año siguen los atrasos vamos a tener problemas de prestaciones con el PAMI”, advirtió el directivo. De hecho, algunas farmacias del interior ya dejaron de atender a los afiliados a la obra social de los jubilados.

La preocupación se extiende al magro aumento de 3 por ciento autorizado para los medicamentos en febrero. Ni a la industria ni a los farmacéuticos, les cierra el incremento para sostener la rentabilidad.

La interna del PRO entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta también salpicó a la industria farmacéutica. La aparición de la candidata a Jefa de Gobierno acompañada de su pareja, Juan Tonelli, director ejecutivo de la cámara de laboratorios de venta libre, Capemvel, originó sarcásticos comentarios desde el bando de Rodríguez Larreta.

“La campaña a Michetti se la maneja el novio, Juan Tonelli, que es un lobbista de las farmacéuticas”, fue la crítica de quienes destilan veneno contra la candidata.

Sin embargo, nada dijeron de las fotografías publicadas hace algunos meses por Mirada Profesional, en las que Rodríguez Larreta salía de almorzar de un restaurante de La Recoleta acompañado de Mario Quintana, el dueño de Farmacity, un viernes a la tres de la tarde y fueron captados por un “paparazi” aficionado.

También hay un ambiente tenso y denso con los empleados de la cadena que desde un muro en Facebook publicaron “Farmacity, el ocaso de una falsa imagen” con denuncias sobre “mal trato laboral” y el derrumbe de un sector del techo del salón de venta de la sucursal Recoleta durante enero, noticia que la mayoría de los medios ocultaron, porque se trata de un generoso avisador.

El derrumbe del techo de la sucursal “no es ningún hecho aislado” señaló el muro de los empleados de la cadena asegurando que existen “sucursales sin aire acondicionado en épocas de verano,  que como consecuencia trae aparejado temperatura ambientales en los establecimientos que superan los 35 grados afectando la salud de los trabajadores y la conservación y cuidado adecuado de los medicamentos que no deben superar en su mayoría los 25 grados de temperatura ambiental”.

También denunciaron “inundación de los depósitos, baños y hasta salones de venta  en temporada de lluvias lo que implica riesgo de electrocución” y “falta de sillas y asientos para el personal en líneas de caja y sector farmacia y en caso de poseerla, prohibición del nivel jerárquico para utilizarlas”.

Por último, denunciaron  “maltrato y hostigamiento de los supervisores hacia los empleados, produciendo trastornos severos” y que “se han producido hasta maltratos físicos”, como ocurrió recientemente en la sucursal 133  de la esquina de Avenida Jujuy y San Juan, según la denuncia de los trabajadores.

A esta altura, hay que admitir que los pebetes de jamón y queso tienen un gusto agrio y que hay temas que exceden al Ministerio de Salud. Llamada para el ministro Carlos Tomada.