COMPRA CONJUNTA DE MEDICAMENTOS PARA EL PAMI Y LAS OBRAS SOCIALES

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La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) mediante la resolución 1004-E concretó el Convenio Marco de Colaboración entre el Ministerio de Salud, el PAMI y el IOMA para la compra conjunta de medicamentos. Además comenzó a licitar la adquisición de Factor VIII para las obras sociales.

El Convenio suscripto tiene por finalidad la adquisición de medicamentos de calidad, seguros y eficaces en mejores condiciones económicas de mercado que las que se logran en la actualidad”, señala la resolución de la SSS publicada en el Boletín Oficial 33.757.

La resolución concreta el proyecto de “compras consolidadas” que había anticipado Pharmabaires  (“GOBIERNO AVANZA EN COMPRA CONJUNTA DE MEDICAMENTOS Y AGENCIA EVALUADORA”) en agosto pasado e introduce un nuevo sistema de negociación de precios entre los dos principales organismos estatales compradores de medicamentos del país y la industria farmacéutica.

El texto de la resolución difundida por la SSS remarca que los medicamentos e insumos médicos requeridos por PAMI y el  IOMA “en la actualidad se adquieren simultáneamente mediante procesos paralelos iniciados por cada jurisdicción”.

La SSS también anunció a un conjunto de obras sociales que ha iniciado “la adquisición consolidada con otros organismos del Estado” para la compra de Factor VIII para el tratamiento de la Hemofilia A. 

En el país existen media docena  de laboratorios que abastecen el mercado con Factor VIII importado, los cuales ya han sido informados por la SSS que se procederá a una licitación, a menos que se concrete previamente un acuerdo de precios.

La SSS informó a las obras sociales que además se ocupará de suministrar el medicamento directamente a los pacientes que lo requieren y que de esa manera se “liberarán del costo financiero que representa, primero comprar y proveer, para luego solicitar el reintegro de lo abonado”.

El sistema propuesto deberá incluir el consentimiento para la modificación o corrección de la marca eventualmente prescripta o sugerida por el médico,  por aquella que la SSS adquiera vía licitación a mejor precio.

Este es el sistema que se viene en PAMI para los oncológicos y medicamentos de alto costo”, visualizan voceros de la industria.

También se avecina una movida desde la ANMAT para exigir bioequivalencias de medicamentos que ya están en el mercado y que ha sido recibida en alrededor de cincuenta laboratorios.

La exigencia de bioequivalencia fue emitida por la ANMAT pero voceros de la industria aseguran que la orden “viene de más arriba, de la Jefatura de Gabinete”, o sea donde se agita como siempre en estos casos el fantasma de Mario Quintana, el vicejefe de Gabinete que tal vez ha encontrado un mecanismo para forzar a los laboratorios que hacen causa común con los farmacéuticos contra el desembarco de Farmacity en la provincia de Buenos Aires.

Otro tema pendiente es la aplicación de la nueva normativa sobre buenas prácticas de manufactura (GMP, Good Manufacturing Practice) que han sido objeto de intensos negociaciones con los laboratorios nacionales, especialmente los pequeños y medianos, con costos de adaptación mucho más sensibles a sus presupuestos que para las grandes empresas del sector.

Y mientras se pide bioequivalencia y GMP desde el gobierno, el PAMI prosigue arrastrando una deuda de 2.800 millones de pesos con la industria. ¿Será para colocar su cancelación sobre la mesa a modo de presión cuando comiencen las negociaciones del nuevo convenio?.