PAMI: HORAS DECISIVAS PARA UN VUELO SIN PARACAÍDAS
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La ruptura entre el PAMI y los laboratorios nacionales se asemeja a dos locomotoras a punto de estrellarse. El organismo envió una carta intimidatoria a Farmalink y deslizó la amenaza de recurrir a justicia. Sin embargo, siempre queda la expectativa de un acuerdo en el último segundo, que evite el final abrupto.
CAEME aceptó las condiciones que impuso PAMI, incluidos los precios máximos. CILFA ratificó su rechazo y en las próximas horas los laboratorios nacionales agrupados en Cooperala definirán su posición. Por ahora, es más cerca del no, pero todavía no es oficial.
En ese contexto, el nuevo convenio PAMI hoy nacería como un pato rengo y con un número acotado de medicamentos a disposición de los jubilados. Según los nacionales, el 40 por ciento. Según los extranjeros, ellos cuentan con los dos laboratorios de genéricos más grandes del mundo como para sostener la demanda de los jubilados argentinos.
El otro interrogante es si PAMI puede poner en práctica el convenio sin el apoyo de los farmacéuticos y sin el sistema informático de Farmalink (que comparten las tres cámaras industriales), cuya interrupción afectaría de “modo irremediable” las prestaciones, reconoció PAMI en una carta documento enviada la semana pasada.
PAMI en su carta documento a Farmalink advierte que debe seguir prestando contrato “en los mismos términos y alcance de servicio que hoy lo vincula con PAMI y que permitan la continuidad ininterrumpida de la prestación a nuestros afiliados”.
De lo contario, “en caso de silencio o negativa, hago expresa reserva de iniciar las acciones administrativas, civiles y/o penales que correspondan”, intimó la carta documento enviada por Víctor López Monti, subdirector Ejecutivo de PAMI.
Voceros del PAMI informaron a La Nación que estudian acudir a la justicia a través de un recurso de amparo si los laboratorios nacionales persisten en su negativa a aceptar el nuevo convenio.
Desde CILFA respondieron que “no entendemos, no comprendemos”, la velada amenaza de PAMI “si nuestros laboratorios asociados dejan caer lo que ha sido hasta ahora un convenio comercial de mutua conveniencia”.
El otro interrogante es la colaboración y la aceptación de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAC) y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales.
Las tres entidades fueron citadas por el PAMI, pero por separado, para que se presenten de urgencia por estas horas. Se repite la metodología del Vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, cuando la semana pasada convocó a las cámaras industriales también por separado a la Casa Rosada.
“Siguen usando la estrategia de dividir al sector farmacéutico. Pero las tres entidades están unidas y van a ir juntas o estarán en contacto permanente porque es obvio que intentarán presionar por separado”, aseguraron voceros de la COFA.
Para las tres entidades, “las farmacias del país pierden rentabilidad con el nuevo convenio, la bonificación promedio de las farmacias a nivel nacional sube del 13,5 al 15 por ciento, mientras que Farmacity sale ganando porque le bajan del 26 al 15”.
Sergio Cassinotti, titular del PAMI a su vez pudo mostrar en los últimos días el apoyo a su gestión de los ministros de todo el país reunidos en el Consejo Federal de Salud, del que participó.
Además, en medio de la tormenta PAMI difundió dos comunicados que buscan respaldar el nuevo convenio. A través de uno de los comunicados aseguró que “garantiza la provisión de medicamentos a todos sus afiliados”.
“El objetivo de las autoridades de PAMI es lograr que todos sus afiliados puedan acceder a sus remedios a un precio accesible” y brindar “un sistema más transparente y justo”, afirmó el comunicado.
En el segundo comunicado, Cassinotti apareció rodeado de representantes de 74 centros de jubilados que expresaron su apoyo “a las nuevas políticas de medicamentos”.
El último tramo de las negociones del nuevo convenio que comenzará regir después de Semana Santa se asemeja a un vuelo sin paracaídas en la que por ahora solo CAEME, ha dado su conformidad, pero con costos políticos internos ya que fue apartado su principal negociador histórico, supuestamente por desavenencias.
“Los laboratorios extranjeros firmaron porque en medicamentos innovadores de alto costo, en los que no tienen competencia de los locales, es una franja en la que PAMI no fijó precios máximos, así no tienen techo y pueden cobrar los precios que sus casas matrices dispongan. El único compromiso es mejorar la bonificación, pero tampoco es la que dice PAMI porque en la práctica pasa de 50 a 46 por ciento”, señalaron voceros de las cámaras farmacéuticas.
Incluso, aflora una incipiente iniciativa de algunos colegios de enviarle cartas a las casas matrices de las multinacionales para advertirles que sus filiales locales serán cómplices de la destrucción de la red de farmacias y que eso tendrá un “costo político”, además de un previsible boicot de sus productos.
Las multinacionales también consiguieron, al firmar el convenio PAMI que se agregara una cláusula para que en las licitaciones “se tenga en especial consideración las pautas regulatorias respecto a los productos biológicos y su posible cambio a pacientes bajo tratamiento”. Un atajo quizás para sacarse competidores locales.
El Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal, también sumó en las últimas horas su propuesta, que pretende superar la “grieta” entre el PAMI, los laboratorios y los propios colegios.
En tal sentido, el colegio farmacéutico porteño propuso “establecer precios de referencia, generando un ahorro para el PAMI”, pero “permitiendo incluir la totalidad de las marcas comerciales de medicamentos y actuando de acuerdo a la Ley 25.649 de prescripción de medicamentos por nombre genérico, dándole libertad de elección al afiliado”.
Además, propuso la “bonificación escalonada en función de la cantidad de recetas atendidas y de acuerdo a un sistema solidario, que permite mantener la red de atención de farmacias y la atención a los afiliados en forma sustentable”.