EL LOBBY BRUTAL DE LOS LABORATORIOS, SEGÚN CARRIÓ
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Elisa Carrió volvió a denunciar el presunto intento de coima que rechazó en 2003 cuando – cuenta 15 años después - los laboratorios le ofrecieron 500 mil dólares. A su modo defendió a Mario Quintana del “lobby brutal” que le adjudicó a la industria farmacéutica. A su vez, sendos proyectos legislativos intentan clausurar, definitivamente, el avance de Farmacity. (ver aparte)
En los últimos días y luego del programa de PPT que expuso los vínculos de Quintana con Farmacity, Carrió recorrió los canales de televisión para defender al vicejefe de Gabinete y repetir algunas de las imputaciones contra la industria farmacéutica que ya había desgranado durante el verano en el programa de Mirtha Legrand, cuando acusó con nombre y apellido a un grupo farmacéutico nacional de provocar una estampida de precios y petardear el convenio PAMI.
Desde el estudio de TN volvió a apuntar contra ese grupo empresario, aunque apenas balbuceo un “Ba….” sin completar la frase.
En cambio, enfatizó que Quintana era víctima del “lobby brutal” de los laboratorios que junto con la UIA querían “voltear” al gobierno de Mauricio Macri.
Como referencia histórica para defender su imputación, aseguró que el ex presidente Arturo Illia fue derrocado en 1966 por una conspiración cívico-militar liderada por los laboratorios.
“Quiso cambiar la ley de laboratorios y lo voltearon”, dijo sobre Illia. En realidad estaba hablando de la Ley de Medicamentos de Oñativia. ¿Desliz histórico, confusión, machete impreciso?.
Pero, sin duda lo más grave y que merecería la intervención de la justicia, fueron sus referencias al pago de coimas. Claro, lo hizo con frases incompletas que el día de mañana pueden atemperarse delante de un juez….si la citan a declarar.
Fue así, que frente al periodista Joaquín Morales Solá, acusó a los laboratorios de “financiar a la Comisión de Salud”, aunque no especificó si se refería a la de la Cámara de Diputados o del Senado o a ambas.
Al cierre de esta edición, ningún miembro de dichas comisiones pidió públicamente explicaciones o se sintió aludido y pidió rectificaciones o aclaraciones, antes de acudir a la justicia en defensa de su nombre y honor.
Carrió también afirmó que los laboratorios le ofrecieron 500 mil dólares para financiar su campaña presidencial en 2003, que no aceptó. La misma afirmación ya la había divulgado durante la cena de verano en la mesa de Legrand.
No menos gravoso en términos judiciales, fue su acusación de que los laboratorios “estaban acostumbrados a pagarle a los jefes del PAMI”, otra frase que merecería la intervención de oficio de algún fiscal.
Carrió también mencionó que los partidos políticos recibieron dinero de los laboratorios, lo que constituiría otro delito si se tratara de coimas, pero no así si se refiere a los aportes a las campañas electorales.
Y en tal sentido, evitó vincular al propio presidente Mauricio Macri con los fondos que los laboratorios aportaron a sus campañas electorales desde que llegó a la Ciudad de Buenos Aires.
Alguien cercano al presidente podría acercarle la lista de los contribuyentes a la última campaña electoral de Macri. Que fue público hasta cierto punto, ya que el actual presidente organizó una cena en La Rural a un valor de 10 mil pesos el cubierto y 50 mil pesos una mesa, de la que participaron y aportaron varios laboratorios farmacéuticos.
Voceros de la industria oportunamente reconocieron a Pharmabaires que las cámaras farmacéuticas colaboraron con los tres principales candidatos presidenciales por igual -Macri, Scioli y Massa- con un aporte de 5 millones de pesos para cada uno.
Como a Carrió no siempre las acusaciones le salen gratis, la abogada Graciana Peñafort aseguró que tiene “la obligación” de denunciar ante la justica el ofrecimiento de dinero que le adjudicó a los laboratorios.
“Mire Lilita, lo que usted está contando es una conducta que encuadra en las disposiciones de los artículos 45, 42 y 258 del Código Penal, configurativa del delito de Cohecho en grado de tentativa. Y usted, en cuanto funcionaria pública tiene la obligación de denunciarlo conforme el 177 Código Procesal Penal”, escribió la abogada, quien también defiende al ex canciller Héctor Timerman.
La tirria de Carrió con los laboratorios no es nueva. En agosto de 2001 encabezó una comisión sobre lavado de dinero de empresarios argentinos en paraísos fiscales, junto con la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.
El informe fue presentado un viernes a la tarde en el Congreso. La noche anterior hubo una durísima discusión en el departamento de Carrió entre la diputada del ARI y la legisladora peronista por Santa Cruz.
Cristina Fernández consideró que la recolección de pruebas de Carrió era insuficiente, apenas una recopilación de artículos periodísticos y se negó a presentar públicamente las conclusiones de la comisión investigadora.
Pero Carrió no quiso desperdiciar la expectativa periodística que había originado la presentación anunciada con varios días de antelación y finalmente presentó un inconexo informe en el que una vez más aparecía un laboratorio nacional como artífice de una triangulación de dinero entre bancos caribeños y uruguayos para sobornar a los legisladores que había votado la Ley de Patentes resistida por Estados Unidos.
Quizás la legisladora tenga ahora pruebas más sólidas que aquellos recortes de diarios que hicieron mucho ruido pero que a la justicia le aportó escasas nueces.
Consultados directivos de las cámaras farmacéuticas nacionales si se evalúa alguna respuesta a las imputaciones de Carrió la respuesta fue negativa. “No vamos a contestar, no vamos a hacer nada”, aseguraron a Pharmabaires.