RUBEN TORRES ADVIRTIÓ SOBRE EL GASTO CRECIENTE EN MEDICAMENTOS DE ALTO COSTO

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Rubén Torres, actual rector de la Universidad Isalud y ex titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), advirtió que en 2016 los medicamentos de alto costo representaron el 27 por ciento del gasto total en medicamentos y opinó que el sistema de salud de Argentina es uno de los más fragmentados y segmentados del mundo.

El PAMI en 2016 gastó 7 mil millones de pesos en medicamentos de alto costo sobre 27 mil pesos de gasto total en medicamentos. Suma equivalente al 26 por ciento.

En dólares, el PAMI gastó ese año 105 millones de dólares en medicamentos de alto costo y las prepagas 71,3 millones de dólares, explicó Torres durante una jornada sobre “Farmacoeconomía”, organizada por el Instituto de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social (IISSS).

El 50 por ciento del gasto en medicamentos de alto costo se concentró en cuatro drogas oncológicas: Rituximab,  lenalidomida,  Bevactizumab  y trastuzumab. 

Torres, ex titular de la SSS entre 2003 y 2006, lamentó que “la salud no está  en la agenda política y lo más grave es que no esté en la agenda de los líderes políticos”.

“El sector de la salud tiene que hacer un esfuerzo para sacar a la salud del círculo rojo, emulando a Durán Barba”, pidió Torres durante su exposición de casi una hora y media.

Pero la salud tampoco “figura como prioridad en el pensamiento de la sociedad y no se discute de salud pública sino de temas más marginales como la cuota de la prepaga”.

Torres mostró encuestas recientes en que la inseguridad, la inflación y la justicia aparecían como temas prioritarios. Salud preocupaba del 1,3 al 1,5 por ciento de las prioridades entre los encuestados.

“Tampoco el aborto es una prioridad de la salud pública, al margen de si se está a favor o en contra”, enfatizó.

En cambio, “el Chagas - 1.300 chicos nacen por año con esta grave enfermedad- debería ser un tema prioritario de la  salud pública”, reforzó.

Y también reapareció la sífilis que es una enfermedad medieval”, lamentó Torres.

El rector de Isalud enfatizó que en Argentina disminuyó la tasa de mortalidad infantil, “pero Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa siguen teniendo las mismas tasas altas de siempre”.

“Hay colegas que piensan que los sanitaristas vivimos en una nube de pedos…”, mencionó a modo de chanza luego de desgranar algunos datos negativos sobre la salud en Argentina.

Argentina figura entre los países mejor ubicados por el porcentaje de su PBI destinado a la salud (alrededor del 10 por ciento) y sin embargo “los recursos resultan insuficientes y hay mal uso de la tecnología”.

Además el gasto de bolsillo representa el 25 por ciento promedio de un salario de clase media.

Torres mencionó que “Uruguay es un modelo con su Fondo Nacional de Recursos, pero si lo trasladaran a la Argentina sería un quilombo. Porque somos argentinos y no uruguayos. Por eso me niego a las comparaciones”.

Tampoco creo en las comparaciones con otros modelos, como el NICE de Reino Unido, que es muy difícil de trasplantar”, afirmó.

Torres fue muy irónico con el ex ministro de Salud, Jorge Lemus, y para cuestionar la Cobertura Universal de Salud (CUS) que lanzó el actual gobierno exhibió como imagen una caja vacía.

“Una caja vacía a la que no se le caía una idea”, dijo Torres, en referencia a Lemus.

En tal sentido, explicó que el gobierno de Mauricio Macri con su ministro Lemus lanzó el CUS con un presupuesto de 8 mil millones de pesos, equivalente a 533 pesos por persona o 29,9 dólares. “No alcanzaba a pagar un mes de PMO”, graficó.

Torres detalló con gráficos que “el 15 por ciento de la población a nivel global gasta en salud el 82 por ciento.  Ese 15 por ciento también absorbe el 80 por ciento del gasto en medicamentos.

El 52 por ciento del gasto global en medicamentos es gasto de bolsillo.

Lo curioso es que el segmento de altos ingresos recibe el 53 por ciento del gasto público en salud y el 47 por ciento restante es gasto privado.

El porcentaje global de gasto público en salud es del 48 por ciento o sea que el segmento más alto recibe más del gasto público que los sectores medios o bajos.

Sistema de salud más fragmentado y segmentado que el de Argentina no hay. El PMO no se aplica para todos. En las obras sociales provinciales, PAMI y el sector público nacional, provincial y municipal, no se aplica”, explicó.

El gasto en salud en 2013 fue de 9 puntos del PBI. 2 puntos correspondieron al Estado, tres a los privados y 4 a la seguridad social, explicó.

Sin embargo, argentina tiene uno de los menores porcentajes del gasto fiscal destinado a salud, junto con Haití, Venezuela, Guatemala y el archipiélago caribeño de Sain Kitt y Nevis.

En 2009 el porcentaje dedicado a salud del gasto fiscal equivalía a 2,5 puntos. En 2016 descendió a 2016.

Al mismo tiempo, entre 2005 y 2012 aumentaron 12 puntos las primas de los seguros de salud.

“ES UN CACHIVACHE”

Torres fue implacable con la Ley 26.682 de Marco Regulatorio de la Medicina Privada sancionada por el Congreso Nacional en 2011 a la que tildó de “cachivache” y puso en duda la capacidad intelectual de senadores y diputados para aprobar ciertas leyes. Escasa capacidad intelectual que precisamente quedó en evidencia durante los recientes debates sobre la legalización del aborto, mencionó. 

Por ejemplo, cuestionó que algunos senadores provinciales votaran esa ley con cierta liviandad cuando “el 70 por ciento de los afiliados a las prepagas viven en la CABA o la provincia de buenos aires”.

Argentina es el segundo país de América latina con la mayor participación de la medicina privada en el sector salud, después de Brasil, subrayó.

Torres aportó un dato novedoso: desde 2015 viene disminuyendo la afiliación a las empresas de medicina privada y la derivación voluntaria de aportes

“Parece que el mercado está saturado”, reflexionó. Además, otro detalle: la clase media debe destinar el 15 por ciento de su salario para completar el pago de las cuotas a las prepagas.

Una investigación de la Universidad Isalud  detectó un porcentaje de 87 por ciento de pagos indebidos a las prepagas y al PAMI. Una consecuencia de esa irregularidad ha sido que el 30 por ciento de los pacientes de PAMI abandonó el tratamiento o dejó de comprar medicamentos

A su vez, el 45 por ciento de las familias que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) tuvo que recurrir al  gasto de bolsillo para comprar medicamentos y el 37 por ciento debió abonar de su bolsillo los tratamientos de larga duración.

DROGAS CARAS Y POCOS EFECTIVAS

La agencia europea sanitaria EMA aprobó entre 2009 y 2013 48 drogas cáncer que apenas aportaron una sobrevida de un mes a seis meses, cuestionó Torres.

AGENCIA EVALUADORA DE MEDICAMENTOS

“Los primeros cinco directores de la agencia deberán ser irreprochables además de tener calidad técnica porque este es un país donde todos desconfían de todos”, opinó Torres sobre la futura Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud.

EXPERIENCIAS EN AMERICA LATINA

Colombia tiene la denominada “Cuenta de alto costo”  que busca racionalidad en las compras de medicamentos de alto costo, aunque no compra directamente y su función  es equivalente a la agencia de evaluación que avanza en la Argentina.

“Es una experiencia admirable pero no aplicable en Argentina”, dijo sobre el modelo colombiano.

Además,  aclaró que Colombia tiene un sistema “todavía desmadrado” porque “cometieron el error de aplicar dos PMO que agudizaron las diferencias.  Ahora lo quieren corregir”.

Chile desde hace tiempo tiene compras centralizadas como comenzó a  aplicar este año el Ministerio de Salud, la SSS, el PAMI y el IOMA y algunas obras sociales que se están sumando.

 El  FONASA de Uruguay es para Torres el sistema más transparente de América Latina, tratándose de un mecanismo mancomunado de fondo único de salud que recibe aportes de las patronales, los trabajadores y el Estado.

Torres recordó que Argentina estaba segunda en la tasa de mortalidad infantil en América Latina en la década del 50, detrás de Uruguay.  “Ahora está séptima”, lamentó.