DEMÓCRATAS PIDEN QUE SE REVISE PATENTE DE GILEAD

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Dos legisladores demócratas reclamaron una investigación sobre la patente del medicamento Truvada del laboratorio Gilead que fue financiado con fondos públicos y ahora tiene un precio exorbitante para los enfermos de sida estadounidenses, según han denunciado asociaciones de pacientes.

La investigación ha sido solicitada por la senadora Debbie Stabenow y el representante Elijah Cumings en una carta  dirigida a la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (Government Accountability Office) para que determine si Gilead no está cometiendo un abuso con la patente de Truvada y si hubo fondos federales comprometidos en el descubrimiento del medicamento.

Los legisladores demócratas han aprovechado la denuncia de los pacientes con sida contra Truvada para reclamar a la oficina de Washington que revise como el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) administra las patentes y licencias de medicamentos que se descubrieron mediante el financiamiento total o parcial con fondos federales.

Stabenow integró el grupo de siete senadores que hace dos meses ya había solicitado al HHS las mismas explicaciones que ahora se solicita de la Government Accountability Office sobre como el gobierno hace valer sus derechos sobre regalías y patentes financiadas con fondos de los contribuyentes y si hace valer esos derechos cuando otorga licencias exclusivas a las compañías farmacéuticas a las cuales financió sus investigaciones para nuevas drogas.

"Numerosos informes han sugerido que Gilead Sciences puede estar infringiendo varias patentes de los Estados Unidos de América a través de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que son relevantes para el uso del medicamento Truvada de Gilead", advirtieron Stabenow y Cummings a la  Government Accountability Office.

"De ser cierto, esto significaría que una entidad privada ha generado miles de millones de dólares en ingresos durante varios años mientras infringe la propiedad intelectual del gobierno, y que el gobierno no detectó la infracción o fue consciente pero no la evitó", cuestionaron los legisladores demócratas.

Los legisladores demócratas recurrieron a la Ley Stevenson-Wylder y a la Ley Bayh-Dole, que rigen las licencias de patentes y la transferencia de propiedad intelectual propiedad del gobierno o inventadas con fondos del gobierno.

Los legisladores señalaron que estas leyes federales fueron diseñadas para promover la disponibilidad pública, proteger contra el uso no razonable y garantizar que se mantengan los derechos del gobierno.
Truvada cuesta alrededor de 1.675 al mes, o 20,000 dólares al año, pero el precio ha subido constantemente desde que fue aprobado en 2004 para tratar el VIH.

El precio de un mes de tratamiento era de 650 dólares hasta 2012. Pero ese año cuando Truvada fue aprobado para prevenir el VIH su precio se elevó a 1.159 dólares, según Truven Health Analytics. Mientras tanto, los activistas están indignados contra Gilead porque el laboratorio Mylan (MYL) vende una versión genérica del medicamento a solo 7 dólares la píldora en Australia.

De hecho, Mylan paga regalías al HHS (a través de Control y la Prevención de Enfermedades)  como resultado de resolver los litigios sobre la patente de la droga en Europa.

Por esta razón, Cummings y Stabenow le pidieron a la Government Accountability Office) que determine las diferencias de enfoque adoptados por el HHS “para otorgar licencias o para hacer cumplir las patentes del gobierno federal en los Estados Unidos, en diferencia de a nivel internacional".

En una reciente audiencia parlamentaria, Robert  Grant, profesor de medicina de la Universidad de California, explicó que Gilead recibió 50 millones de dólares de subvenciones para que investigara si Truvada era apropiado para tratamientos en “personas con comportamientos sexuales riesgosos”.

Rochelle Walensky, jefa de enfermedades infecciosas en el Hospital General de Massachusetts, quien dirigió un equipo que analizó el plan contra el SIDA del gobierno de Barack Obama, argumentó que sigue habiendo problemas de acceso en Truvada debido a sus precios.

La profesional  estimó que hay más de un millón de estadounidenses que  deberían recibir el medicamento pero que el acceso se ha limitado “a menos de 150 mil personas”, debido a su costo.

Por su parte, el director ejecutivo de Gilead, Daniel O'Day, aseguró que laboratorio invirtió 1.100 millones de dólares en investigación sobre Truvada y que los programas de asistencia al paciente ayudaron a aliviar las cargas financieras.

El AIDS Healthcare Foundation de Los Angeles pidió a los legisladores y la FDA que investiguen a Gilead para la manipulación de patentes pero en este caso de medicamentos con fumarato de tenofovir alafenamide o TAF.

La ONg acusó al laboratorio de "desprecio por la seguridad del paciente" porque “desde hace una década tiene la evidencia clínica que los medicamentos con TAF pueden reducir los niveles de toxicidad”, denunciaron a través de Los Angeles Times.

Los activistas sostienen que en 2004 Gilead detuvo la investigación sobre los medicamentos con fumarato de tenofovir alafenamide o TAF para seguir usufructuando de la patente monopólica de su medicamento Viread que le proporcionó una facturación de 1.100 millones de dólares hasta 2015. 

Dos pacientes de California presentaron el año pasado una demanda contra Gilead alegando que fueron perjudicados cuando retrasó deliberadamente un medicamento menos tóxico que Viread (tenofovir).