Dura derrota para Novartis en India
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Mercados emergentes a salvo de demanda contra genéricos
En un fallo que era esperado con ansiedad en el mundo entero, la Corte Suprema de India rechazó la demanda iniciada hace siete años por la multinacional Novartis contra la producción de genéricos de su medicamento oncológico Glivec. La sentencia garantiza que la industria farmacéutica india siga siendo “la farmacia de mundo” y proveedora de los laboratorios nacionales de Argentina y América Latina.
Voceros de los laboratorios nacionales de Argentina habían admitido a comienzos de enero pasado a Pharmabaires que “estamos muy atentos al fallo de la justicia india en el juicio contra Novartis”, pues si la multinacional suiza bloqueaba el genérico de Glivec, sería un punto de inflexión contra la producción de drogas más baratas.
Por eso, la decisión del máximo tribunal indio tiene importancia mundial pues la industria de medicamentos genéricos de India abastece a gran parte de los fabricantes de medicamentos de los países en desarrollo y hubiese desaparecido en el término de una década, si las multinacionales eran autorizadas a prolongar la vigencia de las patentes mediante cambios menores a las fórmulas originales.
Novartis presentó su demanda contra la producción de genéricos del Glivec en enero de 2006 y su primera reacción al conocerse el fallo adverso fue anunciar que suspenderá sus inversiones en India.
Pratibha Singh, abogado del laboratorio indio Cipla, fabricante del genérico de Glivec que se vende a una décima parte del precio de la versión original, resaltó que el fallo de la Corte Suprema de Nueva Delhi impone como jurisprudencia que sólo podrán concederse patentes de nuevos medicamentos y “no a uno al que apenas le hayan hecho un ligero cambio”.
"Las patentes sólo serán otorgadas a verdaderas invenciones, no a medicamentos a los que se hagan cambios menores", manifestó Singh al periodismo en Nueva Delhi.
Novartis en cambio se quejó que el fallo es "un revés para los enfermos", pues “la protección de patentes es fundamental para fomentar la inversión en la investigación a fin de desarrollar nuevos y mejores medicamentos”.
“Se trata de proteger la propiedad intelectual para proteger la innovación”, explicó Ranjit Shahani, director de Novartis India. Para el CEO de la compañía suiza el fallo “resta a India atractivo” para las inversiones de las empresas farmacéuticas internacionales.
"Novartis no invertirá en la investigación de medicamentos en India. No sólo Novartis, no creo que alguna compañía mundial piense efectuar investigaciones en India", amenazó el vocero de la empresa suiza. "El ecosistema de propiedad intelectual en India no es muy alentador", declaró Shahani a los periodistas en Mumbai (Bombay).
Por el contrario, organizaciones humanitarias, de derechos sociales y civiles, celebraron la decisión de la Corte Suprema de India. Médicos sin Fronteras había advertido que un fallo a favor de Novartis llevaría a otras compañías multinacionales a solicitar patentes y se limitaría la producción de genéricos.
Leena Menghaney, del consejo Jurídico de Médicos Sin Fronteras, opinó que “India continuará otorgando patentes, pero sin duda se detendrá la práctica abusiva de conseguir muchas patentes para un medicamento".
Menghaney,comparó que en Europa el tratamiento de un paciente durante un mes con Glivec cuesta 4.000 dólares, mientras que en India, la versión genérica cuesta menos de 73 dólares. "Esta decisión es un enorme alivio", dijo Menghaney. "Ayudará a salvar muchas vidas, no apenas en India sino en todos los países en desarrollo", añadió.
Novartis facturó alrededor de 3.500 millones de dólares en el mundo durante 2011 con su oncológico Glivec, que en la Argentina era promocionado hace una década por la denominada Fundación “Max”, procedente de Estados Unidos y que mediante un trabajo de marketing con pacientes y médicos buscaba posicionar el medicamento como el más recetado por la seguridad social, el Pami y las prepagas.
La versión original del Glivec no tenía patente en India porque su desarrollo antecedía por mucho tiempo a la ley de patentes que adoptó ese país en 2005. Novartis dijo que el Glivec aún está patentado en cerca de 40 países.
En 2006, cuando la India rechazó la patente de la multinacional por el mesilato de imatinib (comercializado como Glivec o Gleevec), el fármaco de Novartis costaba 2.600 dólares por paciente al mes, y las versiones genéricas indias solo 200 dólares.
La Oficina de Patentes de Madrás en enero de 2006 rechazó la solicitud de patente para el mesilato de imatinib –Glivec - alegando que se trata de una nueva forma de un medicamento ya existente. En ese momento un tratamiento con el fármaco original de Novartis costaba 2.600 dólares por mes, mientras que las versiones genéricas indias garantizaban el mismo tratamiento por apenas 200 dólares.
Novartis aseguró al presentar su solicitud de patentes en India que se había introducido un cambio en la fórmula original que mejoraba en 30% la absorción en la sangre.
La multinacional suiza fue apelando y perdiendo en todas las instancias judiciales hasta llegar al Tribunal Supremo. Al perder la última instancia, la conclusión para Novartis fue que “la legislación india ofrece protección limitada de la propiedad intelectual", según un comunicado de la empresa.
El fallo no es buen augurio para otros laboratorios que litigan en India como pfizer o Roche, mientras que beneficia al mismo tiempo a los locales Cipla y Natco Pharma, que venden la versión genérica del Glivce a una décima parte del medicamento original.
Cipla, uno de los mayores productores de genéricos del mundo, cuenta entre sus accionistas a Oppenheimer Developing Markets Fund y Virtus Emerging Markets Opportunities Fund.
"Las compañías multinacionales tendrán que encontrar nuevas formas de hacer negocios en la India", dijo Deepak Malik, analista de la consultora Emkay Global, lo que sugiere que podrían considerar acuerdos de licencia con empresas locales para ofrecer versiones baratas de los medicamentos de marca como el Glivec.