BIDEN TIENE EQUIPO DE SALUD
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Xavier Becerra, ex fiscal general de California, el primer latino en ocupar el cargo, para quien “la salud es un derecho” y partidario del “Medicare para todos”, es el nuevo Secretario de Salud de Estados Unidos.
Como fiscal general en California, Becerra ha estado a la vanguardia de los esfuerzos legales por los servicios públicos de salud, liderando veinte Estados y el Distrito de Columbia en una campaña para impedir que la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio de Barak Obama fuese desmantelada por la administración Trump.
Becerra, hijo de “clase trabajadora inmigrante” como se lo define en Estados Unidos y que estudió durante dos años en la Universidad de Salamanca de España, también ha expresado que quiere ver un sistema de atención médica de pagador único, comúnmente llamado “Medicare para todos”.
“Para mí, la atención médica es un derecho y he sido un defensor del pagador único toda mi vida", afirmó Becerra al sitio especializado Kaiser Health News en febrero de 2019.
“En su trabajo sobre políticas de salud durante más de veinte años como congresista, (Becerra) se ha centrado mucho más en Obamacare y las disparidades de salud que en el alto precio de los medicamentos”, recordó el sitio especializado STAT.
Una de las designaciones sorpresivas ha sido la de Topher Spiro, investigador del Centre for American Progress, un grupo de expertos progresistas, que será el jefe de programas de salud en la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca.
Como director de programas de salud en la Oficina de Administración y Presupuesto, Spiro desempeñará un papel importante en la determinación de las prioridades de atención médica de la administración Biden.
John Podesta, fundador de Centre for American Progress de donde proviene Spiro, en una declaración pública afirmó que “la administración de Biden tiene una oportunidad histórica para garantizar que construyamos un Estados Unidos que funcione para todos, no solo para los que están en la cima”.
“En lugar de dividir a los estadounidenses y enfrentarlos entre sí, la administración Biden reconoce un hecho simple, que la pandemia ha dejado al descubierto: estamos todos juntos en esto, y eso comienza con un gobierno que se compromete a resolver problemas que mejoren las vidas de los ciudadanos, de todos los estadounidenses”, vislumbró.
Sean McCluskie, un antiguo adjunto del secretario de Salud Xavier Becerra, será el jefe de personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
El jefe de personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos es uno de los puestos más influyentes que no requiere la confirmación del Senado.
McCluskie, al igual que Becerra, no es conocido por ser un experto en atención médica.
“Si bien el nombramiento de McCluskie no es sorprendente, fue vicefiscal general adjunto de Becerra y su jefe de gabinete cuando Becerra todavía estaba en el Congreso, el nombramiento de Spiro es uno de los más progresistas de Biden en el cuidado de la salud hasta la fecha”, analizó el sitio STAT de Washington.
Andrea Palm, subsecretaria de Salud que acompañará a Becerra, fue asesora de Barak Obama durante su presidencia, de Hillary Clinton en el Senado y estuvo a cargo del Departamento de Servicios de Salud de Wisconsin.
Spiro y Zeke Emanuel, integrante del consejo asesor de Biden cuando era candidato presidencial, advirtieron en julio pasado que Estados Unidos “no está fundamentalmente preparado” para distribuir un suministro de millones de dosis de vacunas, emitiendo un amplio conjunto de recomendaciones para mejorar la infraestructura de distribución de vacunas.
Otra mujer, Sarah Despres, directora de relaciones gubernamentales de la Ongs Pew Charitable Trusts, será consejera del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
No está claro de inmediato en qué se centrará Despres como consejera del HHS, pero en su puesto anterior en Pew Charitable Trusts, se centró principalmente en la política de la FDA, incluida la resistencia a los antibióticos y la seguridad de los medicamentos de venta libre.
Becerra y su adjunta Andrea Palm, requieren aún de la aprobación del Senado, que ha pasado a control mayoritario de los demócratas.