EL SENADO DE BRASIL VOTÓ LA SUSPENSIÓN DE LAS PATENTES ENFRENTÁNDOSE AL PRESIDENTE BOLSONARO

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El Senado de Brasil aprobó un proyecto de ley para suspender la protección de patentes para las vacunas, pruebas y medicamentos COVID-19 durante la pandemia, a contramano de la posición adoptada por el presidente Jair Bolsonaro de acompañar a los países desarrollados en el rechazo a la exención temporal que se discute en la OMC.

El proyecto de ley fue aprobado en el Senado por 55 votos a favor y 19 en contra y ahora deberá ser discutido y eventualmente sancionado por la Cámara de Diputados de Brasilia.

Felipe Carvalho, Coordinador de Médicos Sin Fronteras en Brasil resaltó que la votación en el Senado “es una clara señal de que el parlamento de Brasil está alineado con el creciente movimiento global que pide que no se monopolicen las pandemias y es una decisión histórica que ayuda a reconstruir los pasos de Brasil en materia de salud global”-

El gobierno del presidente Jair Bolsonaro se ha opuesto públicamente en la OMC a las propuestas para suspender las protecciones de patentes, argumentando que tal medida podría poner en peligro las conversaciones bilaterales con los productores de vacunas.

El senador Paulo Paim del PT, redactor del proyecto de ley, explicó que el objetivo del proyecto es agilizar la producción de vacunas en Brasil mediante la fabricación local.

"No podemos quedarnos mirando pasivamente, día tras día, entre 3.000 y 5.000 muertes. La oportunidad está ahí, debemos hacer nuestra parte", agregó el senador Nelsinho Trad, médico de profesión, miembro de la bancada del Partido Socialdemócrata (PSD) y uno de los patrocinadores del proyecto.

Según la propuesta, los titulares de patentes estarían obligados a proporcionar a las autoridades toda la información necesaria para producir vacunas y medicamentos COVID-19. Luego, si el gobierno declarara un estado de emergencia, podrían producirse localmente bajo un acuerdo de licencia.

El Congreso de Brasil discute varios proyectos de ley que proponen licencias obligatorias automáticas para tecnologías relacionadas con la pandemia.

Estos proyectos han recogido un apoyo muy fuerte, pero también una oposición en la misma medida, principalmente de la industria farmacéutica y del gobierno de Bolsonaro.

El proyecto aprobado en el Senado modifica la Ley número 9.279, de 1996, que regula derechos y obligaciones relacionados con la propiedad industrial, para otorgar una licencia obligatoria para la explotación de patentes de invención o modelos de utilidad necesarios para enfrentar emergencias de salud pública.

El texto votado también establece que el Poder Ejecutivo debe publicar un listado de patentes o solicitudes de patentes cuyas licencias obligatorias satisfagan sus necesidades dentro de los 30 días, aún sujeto a revisiones periódicas.

“Las campañas de vacunación de Brasil son de renombre mundial”, destacó Mellanie Fontes-Dutra, científica biomédica e investigadora de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul que también trabaja con la Red de Analistas Covid-19. "En este momento de crisis, necesitamos un acceso amplio, gratuito y universal a las vacunas Covid-19", reclamó.

El proyecto del Senado consiguió un apoyo pluralista que coloca a Bolsonaro en una incómoda posición, en momentos en que su popularidad baja a causa de su errática política sanitaria durante la pandemia

Por el contrario, el ex presidente Lula Da Silva, quien volvería a ser candidato presidencial, aprovechó para disparar contra Bolsonaro cuando recibió la segunda dosis de la vacuna Sinovac en la localidad de San Bernardo del Campo, San Pablo.

Lula le pidió a Bolsonaro que “escuche a la ciencia” y abandone su posición negacionista.

El expresidente en un discurso muy difundido afirmó que “el planeta Tierra es redondo. No es rectangular ni cuadrado. Bolsonaro no lo sabe”.

Bolsonaro respondió colocando un globo terráqueo en su escritorio durante la siguiente transmisión en vivo semanal.

En un discurso del 10 de marzo, Lula dijo: “Un presidente que respetara al país habría creado un comité de crisis” para lidiar con la crisis del Covid-19. Dos semanas después, Bolsonaro anunció la formación de tal comité, más de un año después de que comenzara la pandemia.

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó un proyecto de ley que permite a las corporaciones comprar directamente dosis de vacunas de proveedores internacionales y dárselas a sus empleados, incluso antes que grupos prioritarios como los ancianos y los trabajadores saitarios, estén completamente vacunados. "Estamos en guerra", argumentó el líder de la Cámara, Arthur Lira, "y en la guerra, todo vale para salvar vidas".

El proyecto de ley fue el último de una serie de esfuerzos para socavar la primacía del sistema público de Brasil para la distribución de vacunas. El sistema público brasileño es ampliamente considerado como uno de los programas de vacunas más efectivos del mundo, pero no estuvo a la altura de las circunstancias bajo el liderazgo de Bolsonaro.

Fontes-Dutra por su parte respondió que los criterios para la vacunación deben ser determinados por las autoridades de salud pública "y no por el poder monetario".

El instituto de salud pública Fiocruz ha calificado la situación actual como el "mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia de Brasil".

La verdadera tragedia es que Brasil se encuentra entre los pocos países fabricantes de vacunas del mundo bendecidos con instalaciones de investigación y producción de vacunas de clase mundial y si hubiera habido una estrategia federal coordinada desde el principio para apoyar la producción local de vacunas, Brasil se habría encontrado en una situación muy diferente hoy",  afirmó Achal Prabhala de accessibsa, un proyecto tricontinental habilitado por una beca de la Fundación Shuttlewort para ampliar el acceso a las vacunas.

“Las vacunas deberían ser un bien público. Abrir la posibilidad de compras del sector privado puede ser otro factor agravante de las desigualdades en el país”, enfatizó Alessandro Molon, jefe de la bancada del Partido Socialista y líder de la oposición en la Cámara de Diputados del Congreso. “Ningún país del mundo ha permitido esto. ¿Por qué Brasil debería hacer esto?".

"Bolsonaro es el peor presidente posible en el peor momento de Brasil, y el pueblo brasileño está sufriendo las consecuencias de eso", afirmó Molon, a The Intercept de Estados Unidos.

El diputado socialista advirtió que las acciones de Bolsonaro "aumentan el riesgo de que surjan nuevas variantes del virus aún más agresivas. Sin duda, es un peligro para el país y para el mundo entero”.