LA HIPERTENSIÓN SE DISPARA EN EL MUNDO Y EN ESPECIAL EN PAÍSES DE INGRESOS BAJOS Y MEDIOS
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Los casos de hipertensión han aumentado a 1.280 millones en 30 años y millones de personas viven con la enfermedad sin ser tratadas por desconocimiento, según un nuevo estudio publicado en The Lancet y patrocinado por la OMS.
El estudio internacional, dirigido por investigadores del Imperial College London y la Organización Mundial de la Salud (OMS), analizó las mediciones de la presión arterial de 104 millones de personas en el grupo de edad de 30 a 79 años y se realizó durante tres décadas en 184 países.
Una de las conclusiones del estudio es que alrededor de 580 millones de personas con hipertensión no son conscientes de su condición porque nunca fueron diagnosticadas y 720 millones si fueron diagnosticadas, pero no recibieron el tratamiento requerido.
El estudio, que es el primer análisis global exhaustivo de las tendencias en la prevalencia, detección, tratamiento y control de la hipertensión, también encontró que más de mil millones de personas con presión arterial alta, el 82% de los pacientes con hipertensión en el mundo, vivían en países de ingresos bajos y medios en 2019.
"A pesar de los avances médicos y farmacológicos durante décadas, el progreso global en el manejo de la hipertensión ha sido lento, y la gran mayoría de las personas con hipertensión siguen sin recibir tratamiento, con grandes desventajas en los países de ingresos bajos y medios", afirmó el autor principal del estudio, el profesor Majid Ezzati, del Imperial College de Londres, Reino Unido.
"Nuestro análisis ha revelado buenas prácticas en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión, no solo en los países de ingresos altos, sino también en los países de ingresos medios. Estos éxitos muestran que la prevención de la presión arterial alta y la mejora de su detección, tratamiento y control son factibles en entornos de ingresos bajos y medios si los donantes internacionales y los gobiernos nacionales se comprometen a abordar esta importante causa de enfermedad y muerte", agregó Ezzati a The Lancet.
La hipertensión está directamente relacionada con más de 8,5 millones de muertes en todo el mundo cada año y es el principal factor de riesgo de accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica, otras enfermedades vasculares y enfermedades renales, según estadísticas de la OMS.
Reducir la presión arterial puede reducir el número de accidentes cerebrovasculares en un 35% -40%, los ataques cardíacos en un 20% -25% y la insuficiencia cardíaca en alrededor del 50 por ciento, de acuerdo a los estudios clínicos de la enfermedad.
El estudio encontró que a nivel mundial, el número de adultos de 30 a 79 años con hipertensión aumentó de un estimado de 331 millones de mujeres y 317 millones de hombres en 1990 a 626 millones de mujeres y 652 millones de hombres en 2019.
El aumento se detectó principalmente en países de ingresos bajos y medios.
El estudio también refleja las disparidades regionales en el tratamiento y control de la presión arterial alta a pesar del fácil diagnóstico y el bajo costo de los medicamentos.
Bin Zhou, investigador de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, quien dirigió el análisis, dijo: "Aunque las tasas de tratamiento y control de la hipertensión han mejorado en la mayoría de los países desde 1990, ha habido pocos cambios en gran parte del África subsahariana y las naciones insulares del Pacífico”.
“Los financiadores internacionales y los gobiernos nacionales deben priorizar la equidad mundial en el tratamiento para este importante riesgo para la salud mundial", subrayó.
Canadá, Islandia y Corea del Sur tuvieron una de las prevalencias más bajas de hipertensión con niveles de tratamiento superiores al 70%; y tasas de control de más del 50% en 2019.
De manera alentadora, se observaron grandes mejoras en las tasas de tratamiento y control en algunos países de ingresos medios, incluidos Costa Rica, Kazajstán, Sudáfrica, Brasil, Turquía e Irán durante los 30 años.
Algunas de las tasas más altas se observaron en la República Dominicana, Jamaica y Paraguay para las mujeres y Hungría, Paraguay y Polonia para los hombres.
"Las políticas que permiten a las personas en los países más pobres acceder a alimentos más saludables, en particular la reducción de la ingesta de sal y hacer que las frutas y verduras sean más asequibles y accesibles, junto con la mejora de la detección mediante la expansión de la cobertura universal de salud y la atención primaria, y garantizar el acceso ininterrumpido a medicamentos efectivos, deben financiarse e implementarse para frenar la creciente epidemia de presión arterial alta en los países de ingresos bajos y medios", afirmó Ezzati.
Aunque la afección es fácil de diagnosticar y relativamente fácil de tratar con medicamentos de bajo costo, casi la mitad de las personas (41% de las mujeres y el 51% de los hombres) con hipertensión en todo el mundo en 2019 no eran conscientes de su afección, y más de la mitad de las mujeres (53%) y los hombres (62%) con la afección no fueron tratados por ella, detalló el informe.
En todo el mundo, la presión arterial se controló en menos de una de cada cuatro mujeres y uno de cada cinco hombres con hipertensión.
"Casi medio siglo después de que comenzamos a tratar la hipertensión, que es fácil de diagnosticar y tratar con medicamentos de bajo costo, es un fracaso de salud pública que muchas de las personas con presión arterial alta en el mundo todavía no estén recibiendo el tratamiento que necesitan", agregó Ezzati.
Nueva guía de la OMS para el tratamiento de la hipertensión
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó nuevas directrices después de 20 años para el tratamiento farmacológico de la hipertensión en adultos para ayudar a los países a controlar mejor la afección.
Las recomendaciones cubren el nivel de presión arterial para comenzar a tomar medicamentos, el tipo de medicamento o la combinación de medicamentos a usar, el nivel de presión arterial objetivo y la frecuencia de las pruebas.
"La necesidad de controlar mejor la hipertensión no puede ser exagerada. Al seguir las recomendaciones de esta nueva guía, aumentar y mejorar el acceso a los medicamentos para la presión arterial, identificar y tratar comorbilidades como la diabetes y las enfermedades cardíacas preexistentes, promover dietas más saludables y actividad física regular, y controlar más estrictamente los productos de tabaco, los países podrán salvar vidas y reducir los gastos de salud pública ", concluyó Bente Mikkelsen, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS.