La revista internacional “The Lancet” publicó un estudio realizado entre PAMI e investigadores del CONICET, en el que se logró determinar que aquellas personas mayores que recibieron dos dosis de Sinopharm y una vacuna de refuerzo distinta lograron aumentar notablemente su respuesta inmune a la variante Ómicron.

El trabajo llevado adelante por la obra social analizó la eficacia de la vacuna entre 124 personas voluntarias, con una edad promedio de 79 años, residentes de establecimientos de larga estadía localizados en conglomerados urbanos de la provincia de Buenos Aires.

La investigación permitió determinar que la utilización de una dosis heteróloga de refuerzo, es decir de distinta plataforma a las aplicadas inicialmente, permitió elevar los niveles de anticuerpos IgG más de 350 veces y la respuesta se mantuvo 90 días después de provista la vacuna.

En el marco de la campaña de vacunación más importante de la historia, la obra social inmunizó la totalidad de las personas que viven en establecimientos de estadía prolongada de Buenos Aires y a todos sus trabajadores y trabajadoras.

Durante esa etapa, profesionales de PAMI en colaboración con el Instituto Leloir, recolectaron muestras de sangre de las personas voluntarias de manera periódica y midieron los niveles de anticuerpos antes y después de la dosis de refuerzo y la capacidad de dichos anticuerpos para impedir la infección del virus en experimentos de laboratorio.

Se identificó que tras el refuerzo el 100% de las y los participantes mostraron inhibición de la infección contra la variante de Wuhan y entre el 73 y 90% mostraron inhibición de la infección para Ómicron.

Al inicio de la campaña de inmunización contra el COVID-19, PAMI puso su experiencia y recursos a disposición de todas las jurisdicciones.

En el caso de Buenos Aires, el organismo fue convocado por el gobierno provincial para vacunar en las más de 2.500 residencias de larga estadía del distrito.

Como paso previo al proceso de vacunación en residencias, PAMI solicitó restringir las visitas en los establecimientos durante el momento más crítico de la pandemia para limitar la exposición de las personas mayores y contar con un entorno cuidado a la hora de suministrar las dosis.

Esta medida se enmarca en el programa “Residencias cuidadas” que lanzó el instituto en todo el país para cuidar la salud de sus afiliados y afiliadas y que permitió morigerar con gran efectividad el impacto del virus dentro de estas instituciones a diferencia de lo sucedido en países como España e Italia.

El programa Residencias Cuidadas promueve una comunidad de cuidados e implica la formación de equipos técnicos y el monitoreo constante de las residencias de larga estadía para asistir e informar de manera integral y permanente a familiares y referentes afectivos de las personas residentes.

La investigación también contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación; el Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM) y de la UBA.

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