APRUEBAN NUEVA DROGA PARA LA ARTRITIS REUMATOIDEA

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La ANMAT aprobó la nueva droga tofacitinib para el tratamiento de la artritis reumatoidea (AR), una enfermedad que afecta alrededor de 400 mil argentinos.

Tofacitinib es una novedosa droga que se suministra por vía oral, inhibidora de la Janus kinasa (JAK) desarrollada para el tratamiento de la artritis reumatoidea.

A diferencia de otras terapias recientes que atacan blancos extra celulares como las citoquinas pro-inflamatorias, tofacitinib tiene un mecanismo de acción novedoso que ataca las vías de señalización intracelular que funcionan como centros de conexión en la red de citoquinas inflamatorias.

Tofacitinib está aprobado en los Estados Unidos, Japón, Argentina, Kuwait, Rusia, Suiza y Emiratos Árabes Unidos para el tratamiento de pacientes adultos con AR moderada a severa.

“La reciente aprobación en Argentina de tofacitinib, una innovadora droga con un mecanismo de acción diferente y de administración por vía oral, ofrece una importante alternativa para los pacientes adultos que sufren AR moderada a severa y que no responden a metotrexato”. Destacó el laboratorio pfizer, que comercializará la droga en el país.

Esta medicación es el primer tratamiento para AR aprobado perteneciente a una nueva clase denominada 'inhibidores de la Janus Kinasa' (JAK), el primer DMAR no biológico para la AR en diez años.

La artritis reumatoidea afecta aproximadamente a 1,6 millones de personas en los Estados Unidos y a 23,7 millones de personas en el mundo 

En la Argentina, según Gustavo Citera, Jefe de la Sección Reumatología del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP), "contamos con dos estudios epidemiológicos, uno del año 2000 en Tucumán y otro de 2011 en Luján, que muestran una prevalencia del 1% sobre la población general, cifra similar a otras poblaciones caucásicas. La proporción es tres o cuatro mujeres por cada hombre con AR".

Coincidentemente, Eduardo Mysler, médico reumatólogo y Director Médico de OMI (Organización Médica para la Investigación), afirmó que "la AR reduce no sólo dramáticamente la calidad de vida sino que además reduce la vida de los pacientes", agregando que en los últimos años "la AR ha cambiado sustancialmente: con el uso del metotrexato, la idea del tratamiento temprano en lugar del tardío, protocolos de tratamiento y el advenimiento de los medicamentos biológicos, que lograron frenar en forma temprana y efectiva la enfermedad, o la actividad de la misma, con lo que se obtiene un reducción significativa de las erosiones articulares que se observan en las radiografías".

 "El tofacitinib viene a contribuir en este tipo de tratamientos", señaló el profesional, aclaró: "Permite lo mismo que los biológicos pero ofrece, con la misma efectividad, una mayor comodidad posológica, ya que se administra por vía oral. Los pacientes con AR tienen ya con los años un mal acceso venoso y están cansados de sufrir, por lo que el advenimiento de una terapia moderna y oral es una ventaja increíble". El especialista concluyó que "los pacientes con AR se benefician y se seguirán beneficiando con todos estos descubrimientos, logrando una vida plena, disminuyendo el nivel de minusvalía, restaurando la calidad de vida y prolongando la vida. Todos estos beneficios no serían posibles si no contásemos con estos nuevos medicamentos".

"La clave es el diagnóstico temprano", aseveró Citera. "Necesitamos que el paciente llegue tempranamente a la consulta; si podemos diagnosticarlo, se trata y recupera por completo su capacidad funcional y calidad de vida. Porque si bien la artritis no se puede curar, sí es posible hacerla entrar en remisión, para que desaparezca por completo. Pero cuando el diagnóstico se hace tarde, es más baja la capacidad de evitar el daño, porque una vez que se produjo es irreversible", completó.

El tofacitinib demandó doce años de investigación, informó el laboratorio Pzifer.