Los senadores demócratas finalmente lograron una victoria sobre la industria farmacéutica al conseguir la aprobación de la reforma de los precios de los medicamentos más agresiva en décadas. Pero PhRMA, la cámara de las multinacionales estadounidenses, anticipó a través de sus voceros que dará una batalla judicial que puede empantanar la iniciativa.

“Incluso antes de que se aprobara la ley, la industria farmacéutica amenazaba con demandar para bloquear las reformas, y tanto el lobby de medicamentos de marca PhRMA como la Organización de Innovación en Biotecnología emitieron promesas veladas de ‘explorar todas las vías’ para evitar que la ley entre en vigor”, escribió el sitio especializado STAT.

PhRMA, definió la ley aprobada en el Senado (con el apoyo de algunos republicanos) como “una pérdida trágica para los pacientes”.

La Ley aún debe pasar por la Cámara de Representantes, donde los demócratas cuentan con mayoría propia. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), no partidista, si el proyecto de ley demócrata se promulga le ahorraría al gobierno más de 450 mil millones de dólares.

De todas maneras, el alcance del proyecto se limita a algunos de los medicamentos más costosos y apunta a productos que han estado en el mercado durante mucho tiempo.

Steve Ubl, el director ejecutivo de la cámara industrial PhRMA afirmó en un comunicado que “dicen que esto es una ‘negociación’, pero el proyecto de ley otorga al gobierno una autoridad sin control para fijar el precio de los medicamentos”. Para el ejecutivo farmacéutico el nuevo sistema “es una pérdida trágica para los pacientes, que se basa en una letanía de falsas promesas” y que dañará la innovación.

El vocero empresarial también advirtió que esta ley podría abrir la puerta a otras temidas regulaciones estatales. “Una vez que el gobierno pueda fijar los precios de los medicamentos que salvan vidas, exigirá aún más control sobre la atención médica de los pacientes estadounidenses y los daños colaterales de este proyecto de ley solo crecerán”, lamentó.

El proyecto de ley permite que el gobierno Federal negocie directamente con los laboratorios los precios de los 10 medicamentos recetados más costosos en la Parte D de Medicare en 2026.  En 2027:se negociará otro grupo máximo de 15 medicamentos. En 2028 se negociará otro grupo máximo de 15 medicamentos. En 2029 otro grupo máximo de 20 medicamentos y así cada año posterior.

El incumplimiento generaría sanciones financieras. Además, a partir de 2023, los laboratorios tendrían que pagar reembolsos si sus precios en Medicare aumentan más rápido que la inflación (qué ascendió a 9,1% en el último año) con la excepción de algunos productos de bajo costo.

Los demócratas querían que esta medida se extendiera a planes de seguro privados, pero solo pudieron lograr el apoyo suficiente para que incluya a Medicare. También limita el costo anual de bolsillo para los pacientes de Medicare a 2.000 dólares.

Las empresas farmacéuticas han argumentado durante mucho tiempo que los controles de precios tendrían un efecto paralizador sobre la investigación y el desarrollo de los medicamentos.

Por el contrario, el grupo Patients For Affordable Drugs Now (Pacientes por medicamentos asequibles ahora) y otras asociaciones de la sociedad civil celebraron la ley “como una victoria histórica”.

Ron Wyden, el Presidente del Comité de Finanzas del Senado, dijo en un comunicado: “durante demasiado tiempo, Medicare se ha visto obligado a lidiar con las Big Pharma con una mano atada a la espalda”.

Wyden resaltó que una vez aprobada “esta ley será un comienzo para redefinir la relación entre el Medicare y las grandes farmacéuticas”.

Sin embargo, desde las propias filas de la mayoría demócrata afloraron intentos de última hora por socavar el proyecto, denunció el sitio periodístico The Lever de Washington.

El líder de la bancada demócrata del Senado, Chuck Schumer, permitió que una asesora del bloque mayoritario eliminara artículos fundamentales del proyecto antes que ingresara al recinto para su votación.

The Lever recordó que el senador Schumer se ha convertido en el segundo mayor receptor de donaciones de la industria farmacéutica del Senado.

La asesora parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, emitió una opinión consultiva no vinculante diciendo que los demócratas deberían eliminar las disposiciones en su proyecto de ley de gastos que castigarían a los fabricantes de medicamentos por inflar sus precios para los pacientes en planes de seguro de salud privados. La disposición podría haber ahorrado 40.000 millones de dólares, según una estimación.

"La exclusión de los límites de precios de los seguros privados significa que queda poco que reduzca los costos para la gran mayoría de los estadounidenses que reciben seguro de salud a través de su empleador del sector privado", informó el sitio especializado Politico.

MacDonough también aconsejó a los demócratas que no incluyesen una disposición en su legislación para limitar los costos de insulina de bolsillo a 35 dólares por mes para las personas con planes de seguro privado.

Finalmente, los pacientes de Medicare se beneficiarán del límite de 35 dólares en los costos de insulina de su bolsillo, pero los pacientes con planes de seguro privado no lo harán.

“Como lo han hecho los republicanos en el pasado, Schumer podría simplemente despedir a MacDonough o el presidente del Senado de los demócratas podría haber ignorado sus opiniones. Sin embargo, Schumer emitió declaraciones públicas lamentando las advertencias, pero negándose a hacer nada para cambiarlas, detenerlas o ignorarlas”, escribió The Lever.

"Si bien hubo un fallo desafortunado en el sentido de que el reembolso por inflación tiene un alcance más limitado, el programa general permanece intacto", se defendió Schumer sobre las últimas opiniones no vinculantes de su asistente.

Al final, 50 senadores demócratas votaron a favor de mantener el límite de insulina en el proyecto de ley, junto con siete republicanos, y fracasaron.

“La negativa de Schumer a hacer algo sobre el veredicto de su asesora parlamentarias sobre el límite de inflación de medicamentos se produce cuando ha recaudado más de 289.000 dólares de donantes en la industria farmacéutica y de productos de salud durante su campaña electoral de 2022. Ocho de los 10 principales receptores de donaciones de esa industria en el Senado son demócratas”, identificó The Lever.

Eso incluye a la senadora de Arizona Kyrsten Sinema, quien ha recaudado más de 556.000 dólares de la industria desde 2017. También se ha beneficiado de una avalancha de anuncios de televisión de apoyo de un grupo de cabildeo vinculado a las Big Pharma.

En total, la industria farmacéutica y de productos de salud ha canalizado más de 61 millones de dólares a los candidatos demócratas en los últimos dos ciclos electorales, mucho más de lo que dio a los legisladores republicanos en el mismo período de tiempo, completó la publicación.

MEDICAMENTOS INCLUIDOS EN LA PRIMERA NEGOCIACIÓN

Eliquis, para tratar la fibrilación atrial. Medicare gastó más en este medicamento en el 2020 (9,900 millones) que en cualquier otro medicamento individual y más de 2.6 millones de beneficiarios lo tomaron.

Januvia, para tratar la diabetes. Medicare gastó 3,900 millones en este medicamento en el 2020 y casi 935,000 beneficiarios lo tomaron.

Xtandi, un medicamento contra el cáncer. Medicare gastó 2,000 millones en este medicamento en el 2020 y 26,490 personas lo tomaron.

Myrbetriq, que trata una vejiga hiperactiva. Medicare gastó 1,700 millones en este medicamento en el 2020 y alrededor de 600,000 personas lo tomaron.

Orencia, que se usa para el tratamiento de la artritis reumatoide. Medicare gastó 1,000 millones en este medicamento y 29,764 beneficiarios lo tomaron.