CONDENAN A PAGAR MAS DE 650 MILLONES DE DÓLARES A TRES CADENAS DE FARMACIAS POR LA EPIDEMIA DE OPIOIDES EN ESTADOS UNIDOS Y SE DECLARA EN QUIEBRA UNO DE SUS FABRICANTES

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Las cadenas de farmacias CVS Health, Walgreens y Walmart fueron condenas a pagar 650,5 millones de dólares a dos condados del Estado de Ohio, por los daños causados por la crisis de los opioides entre su población.

Por su parte el laboratorio Endo de Pensilvania se declaró en bancarrota luego de acordar el pago de 450 millones de dólares a 36 Estados por las secuelas de su poderoso analgésico Opana ER.

Las cadenas de farmacias condenadas, “por su participación en el fomento de la epidemia de opioides”, según dictaminó la justicia, ya anunciaron que interpondrán una apelación.

A su vez los condados de Lake y Trumbull que presentaron la demanda conjunta, consideraron que la indemnización es insuficiente para afrontar los programas de rehabilitación y los gastos en atención sanitaria ya asumidos.

El fallo es la una pieza complementaria del veredicto de un jurado que en noviembre pasado encontró que las cadenas habían "continuado distribuyendo cantidades masivas de analgésicos recetados a lo largo de los años mientras ignoraban las señales flagrantes de que se estaba abusando de estas drogas".

En la resolución, se apunta que parte de ese exceso de fármacos adictivos terminó en el mercado negro.

El fallo fue emitido por el juez Dan A. Polster del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en el norte de Ohio, que ha supervisado más de 3.000 casos en el litigio de opioides.

"Estas empresas están destrozando el tejido de la sociedad. No solo deben mostrar remordimiento, sino que deben demostrar que necesitan rectificar lo que han hecho. Y no lo harán. Entonces el juez lo está haciendo", ha señalado Mark Lanier, el abogado que dirigió el equipo legal de la demanda, en declaraciones al NYT.

El juez federal de Estados Unidos en su sentencia incriminó también a los fabricantes y los distribuidores como parte responsable en la crisis de los opioides.

Hace un año, Johnson & Johnson y tres de las mayores distribuidoras de medicamentos de Estados Unidos llegaron a un acuerdo para indemnizar con 26.000 millones de dólares a varios Estados y cerrar así los miles de pleitos a los que se enfrentaban estas compañías por la crisis de los opioides.

Sigue abierto el contencioso contra Purdue Pharma, dueña del medicamento Oxycontin, a base del principio activo de la oxicodona y principal responsable de la epidemia de opioides.

El pasado 27 de junio la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de dos médicos también condenados en primera instancia por recetar opioides peligrosos sin justificación médica válida, en violación de la ley federal.

La Corte Suprema determinó la inocencia de los médicos, porque considero "que actuaban dentro de sus límites profesionales".

De acuerdo con los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, "entre 1999 y 2019, casi 500.000 personas murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico". En 2020, 2,7 millones de estadounidenses de 12 años en adelante sufrieron trastornos por uso de opioides.

CVS Health, Walgreens y Walmart han anunciado que apelarán la resolución del juez federal.

Fraser Engerman, portavoz de Walgreens, en declaraciones a medios norteamericanos, calificó la sentencia como “defectuosa” porque en su defensa argumentó que "nunca fabricamos ni comercializamos opioides ni los distribuimos a las 'fábricas de píldoras' y farmacias de Internet que alimentaron esta crisis".

Por el otro lado, los abogados del estudio Lanier, que representa a los condados de Ohio, dijeron que los condados necesitarían más de 3 mil millones para reparar los daños causados por la crisis de los opioides, aunque reconocieron que estaban “bastante satisfechos” con la indemnización.

EL LABORATORIO ENDO SE DECLARA EN BANCARROTA EN MEDIO DE LAS DEMANDAS

El laboratorio Endo fabricante del analgésico Opana ER se declaró en quiebra ante la imposibilidad de afrontar las demandas de los familiares de las víctimas de los opioides y ha solicitado la protección del capítulo 11 en Nueva York, anunció la compañía farmacéutica especializada global.

Al igual que muchas otras compañías farmacéuticas, Endo ha estado luchando contra las acusaciones de alimentar la crisis de opioides a través de prácticas de comercialización ilegales de su analgésico Opana ER.

El medicamento, que fue retirado del mercado en 2017, fue aprobado por primera vez en 2006 para el tratamiento del dolor moderado a severo cuando se necesita un analgésico opioide continuo durante todo el día durante un período prolongado de tiempo.

En 2012, la compañía reemplazó la fórmula por una nueva destinada a hacer que el medicamento sea "resistente a la manipulación física y química para el abuso al inhalar o inyectarse".

En marzo de 2017, un comité asesor independiente de la FDA se reunió para discutir los patrones de abuso y otras preocupaciones de seguridad relacionadas con Opana ER y votó 18-8 que los beneficios de Opana ER reformulado ya no superan sus riesgos.

Endo anunció la semana pasada acuerdos con 36 estados y posteriormente anunció que se había declarado en bancarrota.

En total, Endo ha acordado pagar más de 450 millones de dólares durante 10 años para ayudar en la prevención y el apoyo de los problemas de abuso de opioides.

La bancarrota para Endo significa perder más de 8 mil millones de dólares en deuda y, según el CEO Blaise Coleman, "establecer un camino hacia el cierre".