INDUSTRIA MULTINACIONAL PROMETE APOYO A UN PLAN DE EQUIDAD DE VACUNAS PANDÉMICAS, PERO ASOCIACIONES CIVILES ADVIERTEN SOBRE LOS “CANTOS DE SIRENA”
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La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA) lanzó una propuesta para mejorar el acceso a las vacunas en futuras pandemias conocida como la “Declaración de Berlín”, que a poco de rodar ya ha disparado debates y disímiles interpretaciones.
La propuesta de IFPMA resumida en la “Declaración de Berlín”, compromete a la industria farmacéutica multinacional a reservar una asignación de producción de vacunas en tiempo real para poblaciones prioritarias en países de bajos ingresos, durante futuras pandemias mundiales.
Pero, la contrapartida sería que no se modifiquen o alteren los derechos de propiedad intelectual -mediante resoluciones de la OMC- y que los gobiernos "garanticen el intercambio inmediato y sin obstáculos de patógenos emergentes y sus datos asociados a todos los investigadores".
Además, los gobiernos deberían comprometerse con el comercio sin restricciones, sin prohibiciones de exportación y procesos acelerados para la importación y exportación durante una pandemia.
La Organización de Innovación Biotecnológica (BIO) y la Red de Fabricantes de Vacunas de los Países en Desarrollo (DCVMN), anticiparon su apoyo a la propuesta de IFPMA.
Las tres asociaciones farmacéuticas anunciaron su acuerdo el lunes después de una reunión en India organizada por DCVMN. Al término de la reunión, hicieron un llamamiento al G20, al G7 y a las organizaciones multilaterales para que apliquen su parte de la negociación propuesta, establecida en la Declaración de Berlín.
"Al apoyar la visión de acceso equitativo en las pandemias, los innovadores y fabricantes de vacunas reconocen que, si bien la innovación, la colaboración voluntaria entre empresas y la ampliación de la fabricación tuvieron un éxito sin precedentes durante COVID-19, los esfuerzos para lograr un acceso equitativo no se realizaron plenamente", reconocieron las tres asociaciones industriales.
"Los tres organismos comerciales invitan al G7, al G20, así como a las organizaciones multilaterales y otros responsables de la toma de decisiones a aceptar esta solución práctica e incluirla en sus futuros planes de respuesta a la preparación para pandemias, al tiempo que insisten a los gobiernos en que, para que la propuesta tenga éxito, los sistemas de salud de los países de bajos ingresos deben estar mejor preparados para absorber y administrar vacunas y tratamientos. mientras que los países de altos ingresos deben proporcionar el apoyo político y financiero necesario", según el comunicado.
La Alianza Popular de Vacunas (People's Vaccine Alliance) describió la propuesta como "una continuación de una campaña consistente de 'tercera vía' por parte de la industria biofarmacéutica para mantener protecciones exclusivas de propiedad intelectual (PI) y control monopólico sobre las tecnologías médicas necesarias para derrotar la pandemia".
La alianza, que está formada por más de 100 organizaciones de la sociedad civil, se ha opuesto a una serie de cláusulas, incluida la insistencia de la declaración en la protección de la propiedad intelectual, señalando que "décadas de investigación financiada con fondos públicos" estaban detrás del desarrollo de vacunas de ARNm.
"Esperar a que las compañías farmacéuticas suministren voluntariamente medicamentos y vacunas que salvan vidas a personas en países en desarrollo no ha funcionado en la pandemia del sida, no ha funcionado en la pandemia de COVID-19 y no funcionará en futuras pandemias", pronosticó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA y copresidenta de la Alianza Popular para las Vacunas, en un comunicado de prensa. “Los especuladores de esta pandemia no deben establecer las reglas que rigen los preparativos para la próxima pandemia. El mundo necesita un acuerdo internacional que garantice un acceso justo y equitativo a los productos médicos para todos, en todas partes, no una toma de poder por parte de las grandes farmacéuticas", agregó.
El órgano de negociación intergubernamental (INB) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecido para orientar los debates de los Estados miembros sobre la elaboración de un acuerdo sobre una pandemia para futuras pandemias, está perfeccionando actualmente el actual borrador de trabajo del acuerdo inicial, denominado documento A/INB/2/3.
Este se presentará como un "borrador conceptual cero del acuerdo" en la tercera reunión del INB en diciembre. El encuadre de la equidad y el acceso a los medicamentos en el borrador cero sentará las bases para la forma en que los Estados miembros negocian sobre estos temas en sus intentos de alcanzar un acuerdo internacional vinculante.
El INB presentará un informe de progreso a la septuagésima sexta Asamblea Mundial de la Salud en 2023 y se espera que el acuerdo final se presente para su consideración en la septuagésima séptima Asamblea Mundial de la Salud en 2024.
Aumento del precio de las vacunas
En una declaración a Health Policy Watch, un portavoz de Pfizer dijo que los "comentarios de la compañía hechos con respecto a los posibles precios futuros de las vacunas eran específicos de los Estados Unidos" y descartó que se trasladen al resto del mundo.
El portavoz agregó: "Tenemos contratos gubernamentales en muchos mercados desarrollados fuera de los Estados Unidos, válidos hasta 2023. Y como tal, han acordado precios para esos mercados. Durante la pandemia, fijamos el precio de nuestra vacuna y tratamiento oral para garantizar un acceso mundial equitativo para todos los países, independientemente de sus niveles de ingresos... Esta fijación de precios escalonada, que proporciona a los países de ingresos bajos y medianos al costo, sigue vigente".
“Con el precio de venta actual en Estados Unidos, la vacuna ya tiene un precio casi 30 veces superior a su costo de fabricación, incluso a las tasas actuales de Estados Unidos”, estimó la asesora de políticas de People's Vaccine Alliance, Julia Kosgei.
Las estimaciones de precios de costo, dijo, se basan en el análisis de Oxfam de estudios de técnicas de producción de ARNm, llevados a cabo por Public Citizen con ingenieros del Imperial College.
El análisis de Public Citizen e Imperial College sugiere que podría costar 9.4 mil millones de dólares producir 8 mil millones de dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech, a un promedio de 1.18 dólares por vacuna.
"No se trata solo de vacunas. En este momento, las personas en los países en desarrollo están muriendo sin acceso a Paxlovid, un tratamiento antiviral COVID-19 por el cual Pfizer está cobrando cientos de dólares por curso. Pero hay una propuesta en la Organización Mundial del Comercio que facilitaría a los países más pobres producir dosis genéricas. Es hora de que los gobiernos se enfrenten a los especuladores de la pandemia y la apoyen", agregó Julia Kosgei.
Con respecto a Paxlovid, el portavoz de Pfizer respondió que la compañía había establecido "una estrategia integral con gobiernos, líderes internacionales de salud y fabricantes globales para optimizar el suministro general y el acceso a todas partes del mundo".
El portavoz de Pfizer explicó a Health Policy Watch que la mencionada estrategia integral incluye: un acuerdo de licencia voluntaria con el Medicines Patent Pool para permitir la producción genérica del tratamiento, sublicenciado a 38 fabricantes en 13 países diferentes; acuerdos con el Fondo Mundial y el UNICEF para suministrar unos 10 millones de cursos de tratamiento a través de sus canales; y colaboraciones con la OMS y sus asociados para permitir que el suministro llegue a "poblaciones más vulnerables".
En un canal separado, los miembros de la Organización Mundial del Comercio todavía están negociando sobre una propuesta para extender una exención limitada de propiedad intelectual sobre la fabricación de vacunas, aprobada por la OMC en junio, también a los tratamientos.
El acuerdo del 17 de junio exige una decisión de la OMC sobre si extender la exención a los diagnósticos y tratamientos "a más tardar seis meses después de la fecha de esta decisión".