PARLAMENTARIOS DE LA SALUD ADVIERTEN QUE LA DIGITALIZACIÓN NO DEBE AGUDIZAR LA BRECHA ENTRE RICOS Y POBRES
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La digitalización de los servicios y sistemas de salud debe abordarse de manera integral y adoptar un enfoque basado en los derechos para todos en igualdad de condiciones, que apunte a que el acceso sea más equitativo, no menos.
La accesibilidad a los servicios digitales fue abordada durante una sesión sobre la salud digital como facilitador de la cobertura universal de salud durante la Cumbre Mundial de Parlamentarios de la Salud UNITE 2022, realizada la semana pasada en Lisboa, Portugal.
La Cumbre reunió a parlamentarios de países de todo el mundo centrados en la salud para ver cómo podrían utilizar su influencia legislativa de manera más efectiva para promover los objetivos mundiales de salud.
Marisa Aizenberg, abogada e investigadora en salud pública de la Universidad de Buenos Aires, señaló la necesidad de una nueva legislación para impulsar la transformación digital en salud en la era post COVID, para hacer que los sistemas de telemedicina improvisados establecidos durante la pandemia sean más permanentes.
"Hemos tenido muchas leyes de emergencia para validar herramientas digitales como la atención a distancia o la atención remota y otras. Así que creo que este es un verdadero desafío, la transformación digital. No tiene que ver solo con políticas públicas, sino que es legal. Los instrumentos legales son necesarios para que esta transformación tenga lugar", afirmó Aizenberg.
Mariza Aizenberg agregó que “si bien la formulación de reglas y normas en torno a la digitalización es importante, todo debe basarse en una perspectiva de derechos humanos”.
"De lo contrario, la legislación puede incluso estar ampliando las desigualdades, ampliando la brecha. Y cuando hablo de costos razonables, estoy pensando en lo que les sucede a las personas con discapacidades que no tendrán acceso a estas tecnologías de salud. También estoy hablando de las perspectivas de género y las vulnerabilidades (como los niños y las personas mayores) y cómo estos ajustes son tan importantes para incluir a todos estos grupos".
Haciendo hincapié en la necesidad de contar con una legislación adecuada para la protección de datos y la privacidad de los ciudadanos, Aizenberg advirtió que “cualquier nueva legislación debe poder adaptarse rápidamente a los cambios que se producen y crear un sistema de salud digital único".
Christoph Benn, director de diplomacia de salud global del Instituto Joep Lange de Ámsterdam, alertó que “las tendencias de salud digital también podrían aumentar las desigualdades”.
“Y eso es algo que los legisladores deben tener en cuenta al iniciar y revisar las inversiones en salud digital en sus propios países”, reclamó.
"Hay una transformación digital acelerada que puede aumentar la brecha digital y dejar a más personas atrás. Y creo que nuestra discusión es sobre cómo cambiar eso para asegurarnos de que esto realmente sirva a todas las personas necesitadas", propuso.
Benn agregó que un marco global sobre privacidad, propiedad y seguridad de los datos es otro tema que sería importante que los parlamentarios aborden a nivel nacional y multilateral. “Estos marcos son fundamentales para generar confianza en los sistemas de salud digital que los políticos apoyan y que la gente utilizará activamente”, expuso.
"Si me preguntas un tema en el que siento, ya sabes, que los parlamentarios realmente pueden marcar la diferencia, creo que se trata de legislar los principios de gobernanza de datos en tus diversos países", dijo.
En países con sistemas federales de gobierno, garantizar la coherencia en las plataformas digitales de salud puede ser particularmente complejo porque los sistemas de salud, así como los sistemas y regulaciones digitales relacionados, pueden no armonizarse en diferentes estados o provincias, agregó Gisela Scaglia, ex miembro del parlamento de Argentina. Esta es otra cuestión que deben abordar los parlamentarios.
La voluntad política es un componente principal en la transformación de los sistemas de salud en cualquier país. Sin embargo, es igualmente crucial que los funcionarios públicos y los políticos aborden y superen los desafíos técnicos, paso a paso, afirmó Luis Goes Pinheiro, funcionario del Ministerio de Salud portugués.
El expositor describió, por ejemplo, cómo Portugal ha utilizado los fondos de la Unión Europea para fortalecer la infraestructura de telecomunicaciones que sería crítica para las interacciones de salud digital con los centros de salud de la nación a través de los teléfonos inteligentes y las computadoras de las personas.
Lograr la cobertura sanitaria universal para 2030 es parte de la agenda mundial de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y la digitalización podría desempeñar un papel clave en ese objetivo, afirmó en la sesión del panel Goes Pinheiro.
"Esto es muy desafiante incluso para alguien que ha estado involucrado en el gobierno", opinó sobre los problemas prácticos que surgieron en torno al fortalecimiento de las capacidades digitales de los sistemas de salud.
Sin embargo, la salud digital es un problema multisectorial, analizó Neema Lugangira, miembro del parlamento de Tanzania y subrayó que muchos países colocan esta cartera bajo el Ministerio de Tecnología de la Información y la Comunicación y no en el Ministerio de Salud. “Sin embargo, eso puede crear barreras para que florezcan los sistemas de salud digitales adecuados para su propósito”.
"Cuando hablamos de salud digital, es necesario que haya algún tipo de alineación entre el Ministerio de TIC y el Ministerio de Salud. Así que una de las primeras cosas que puede mejorar nuestro papel como parlamentarios es tener este enfoque multisectorial", propuso Neema Lugangira.
Junto con un enfoque multisectorial del gobierno, Lugangira destacó la importancia de ver la digitalización de la salud en un continuo proceso superación.
“En los países de ingresos bajos y medianos en particular, esto debe comenzar con la alfabetización digital, el acceso a la electricidad y la conectividad móvil”, afirmó.
"También tenemos que mirar toda su infraestructura digital. Hay acceso a la electricidad, acceso a una conectividad móvil simple y acceso al conocimiento y las habilidades (necesarias para usar dispositivos) ... Entonces, si se trata de salud digital, ¿cómo funcionará? Así que tenemos que mirar todas esas cosas", completó.
Para cerrar la brecha digital en países en desarrollo como México, los países desarrollados deben dar un paso adelante para invertir recursos, pidió Sarai Núñez Cerón, miembro del parlamento de México, destacando la importancia del multilateralismo en la digitalización de los sistemas de salud.
"La salud digital debe ser una prioridad para el desarrollo de los sistemas de salud en todo el mundo. Esto requiere regulaciones dinámicas actualizadas que puedan ser una base sólida para la protección de las personas y también la inversión en innovación", completó Cerón.
LOS FONDOS DE SALUD A LA PREVENCIÓN Y LA ATENCIÓN PRIMARIA
Francesca Colombo, jefa de la División de Salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) pidió ante un foro de parlamentarios de todo el mundo que redirijan los fondos de salud hacia la prevención y la atención primaria para ayudar a mejorar el sistema sanitario de sus poblaciones.
Colombo formuló su pedido durante la Cumbre Global de la reciente creada Unión Internacional de Parlamentarios de la Salud, UNITE, en Lisboa,
"Solo el 3% del gasto total en salud se dedica a abordar los factores de riesgo deficientes y las medidas de salud pública", analizó ante un auditorio de más de 30 parlamentarios y otros líderes de salud en la Cámara del Senado del Parlamento portugués. "El retorno de la inversión para abordar estilos de vida poco saludables es muy alto", aseveró.
Colombo señaló, por ejemplo, que cada dólar invertido en la lucha contra la obesidad tiene un retorno de la inversión de 6 dólares en beneficios económicos.
Además, dijo que el trabajo de su organización ha demostrado que tres de cada cuatro muertes por resistencia a los antimicrobianos (RAM) podrían evitarse gastando solo 2 dólares por persona.
"Si bien la COVID-19 demostró que los países con sistemas de salud sólidos y cobertura sanitaria universal están mejor preparados para gestionar las amenazas para la salud, las inversiones en atención primaria representan menos de 1 dólar por cada 6 dólares presentes en los sistemas de salud", subrayó Colombo.
La funcionaria añadió que “demasiado gasto en salud es, en el mejor de los casos, ineficaz y, en el peor, perjudicial”.
Precisamente, mencionó que un informe de la OCDE de 2017 mostró que el 20% de los gastos en salud no contribuyen o contribuyen mínimamente a los buenos resultados de salud.
"La escasez mundial de trabajadores de la salud debe abordarse con urgencia, incluida la búsqueda de soluciones equitativas para abordar la migración internacional del personal sanitario", propuso Colombo.
"La pandemia aceleró el uso de herramientas digitales como la telesalud y el diagnóstico remoto. Sin embargo, es necesario hacer más para acelerar el desarrollo equitativo y el uso de estos instrumentos.”, añadió.
"Encontrar nuevas formas de pagar los bienes públicos mundiales, como las vacunas y los antimicrobianos, será esencial para estar preparados para futuras crisis", agregó.
La OCDE ha calculado que incluso en los países de altos ingresos se necesita una inversión anual total del 1,4% del PIB para que los sistemas de salud sean lo suficientemente fuertes como para enfrentar los desafíos de otra pandemia en la escala de COVID-19, detalló Colombo.
También expresó su preocupación de que el entusiasmo de los ministros de finanzas por invertir en salud se esté desvaneciendo después de la pandemia.
El portugués Ricardo Baptista Leite, presidente y fundador de UNITE Parlamentarios, afirmó que la Cumbre Mundial estuvo destinada a elevar una vez más las voces de los parlamentarios en torno a cuestiones de salud y seguridad sanitaria.
El tema de la cumbre UNITE fue "de la pandemia a la prosperidad", un tema que Ricardo Baptista Leite, afirmó que debería ser "autoexplicativo".
Pero, al igual que Colombo, dijo que la discusión llega en un momento difícil, un momento en que los gobiernos quieren superar la pandemia y se centran en otros temas desafiantes como la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento de la inflación y el costo de vida en sus países.
Leite dijo que, sin embargo, los parlamentarios deben hacer oír sus voces.
"Todavía estamos en una pandemia, todavía sufriendo los resultados del confinamiento severo y las consecuencias de nuestra falta de preparación", dijo.
"Es por eso por lo que nuestro primer día se centra en el control de infecciones y la preparación y respuesta ante pandemias", añadió.
Ilona Kickbusch, fundadora del Centro de Salud Global del Instituto de Posgrado de Ginebra, subrayó que “los parlamentarios deben estar a la vanguardia de la lucha”. "Los parlamentarios deben ser el vínculo entre sus electores y sus gobiernos", reforzó.