Apenas el 14 por ciento del presupuesto de la OMS para 2024-2025 estará garantizado con el aporte genuino de los países miembros, mientras que el resto dependerá, como hasta ahora, de “donantes generosos”, como la Fundación Bill y Melinda Gates.

El desfasaje financiero de la OMS fue admitió por el Consejo Ejecutivo que comenzó a discutir el presupuesto del año próximo y a escuchar reclamos de los países miembros para que se reduzca la burocracia en la sede central de Ginebra.

"La pandemia puso de relieve el desafío de larga data de la OMS de la financiación sostenible. La capacidad de la organización para tener un impacto está limitada por un modelo de financiación en el que solo el 14% de la financiación de la OMS es totalmente flexible y predecible (mientras que los fondos restantes dependen de donantes generosos, están muy asignados y llegan en momentos impredecibles)", admitió el borrador del presupuesto que difundió el Consejo Ejecutivo.

El Consejo Ejecutivo recordó que en mayo de 2022 los países miembros de la OMS tomaron la decisión histórica de aumentar las contribuciones prorrateadas para representar el 50% del presupuesto básico del programa para 2030-2031.

El proyecto de presupuesto por programas propuesto para 2024-2025 "se beneficia de esta decisión: se ha desarrollado con la expectativa de un aumento del 20% de las contribuciones prorrateadas (desde los niveles aprobados de 2022-2023), marcando un paso histórico hacia una OMS más empoderada e independiente", se afirma en el borrador del presupuesto presentado por el Consejo Ejecutivo.

"Este desarrollo refleja la creciente confianza en la OMS para servir a sus Estados miembros", reforzó el comunicado.

Sin embargo, el debate actual en el seno del organismo se centra en las demandas para trasladar el gasto de la sede de la OMS en Ginebra a las oficinas de la OMS con presupuestos limitados en más de 100 países de ingresos bajos y medianos.

Por primera vez, más de la mitad del presupuesto de la OMS para 2024-25 se destinará a las oficinas en los países miembros.

A pesar de un déficit presupuestario general, las delegaciones africanas quieren que ese aporte se aumente al 75%, con el argumento de que África, históricamente, la región que soporta la mayor carga mundial de muchas enfermedades, también ha sufrido la mayor falta de recursos.

"La financiación desigual de este bienio parece ser una repetición de la financiación desigual del bienio anterior", lamentó Mahlet Hailu Guadey, embajador adjunto de Etiopía ante las Naciones Unidas en Ginebra, en representación de la Unión Africana.

Guadey pidió a la Secretaría de la OMS que revise lo que describió como una financiación “desigual entre prioridades y regiones”.

“En lugar de quejarse de la financiación de la OMS, las naciones pueden hacer recomendaciones para arreglar el sistema participando en esfuerzos para ayudarnos a ver si la fórmula que estamos usando es incorrecta o no", sugirió el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

"Si la fórmula, el mecanismo de asignación, es defectuosa, entonces definitivamente el intercambio no será correcto y no tendrá derecho a quejarse", polemizó Tedros.

En un tono más diplomático, Tedros agregó que “creo que si vamos a aumentar la capacidad de nuestros programas, dependerá de la fortaleza de nuestras oficinas en los países. Tenemos que equiparlos con todo".

Estados Unidos, uno de los mayores patrocinadores financieros de la OMS, también reiteró su aprobación condicional para aumentar las tarifas impuestas por la OMS a los países, siempre que esos aumentos vayan acompañados de nuevos procesos que garanticen más controles internos y rendición de cuentas.

En la Asamblea Mundial de la Salud del año pasado, se acordó cubrir la mitad del presupuesto básico de la OMS a través de contribuciones prorrateadas de los Estados Miembros para el 2030, con un aumento inicial gradual del 20% para este año presupuestario.

Sin embargo, todavía queda un déficit importante en el presupuesto anual de alrededor de 3 mil millones de dólares anuales, lo que subraya la necesidad de un fondo de reposición con aportes de aportantes privados, sugirieron algunos miembros del Consejo Ejecutivo.