ANÁLISIS DE LA CORRUPCIÓN EN LOS SISTEMAS DE SALUD GLOBALES

Visto: 647

El Centro de Salud Global del Instituto de Graduados de Ginebra organizó un panel sobre la corrupción en los sistemas de salud globales y entre las conclusiones se mencionó la necesidad de dotar de presupuestos adecuados que desalienten los sobornos y otras transacciones ilegales.

El evento fue presentado por Vinh-Kim Nguyen, codirector del Centro, y moderado por Priti Patnaik, fundadora de Geneva Health Files.

De acuerdo a un reciente informe de The Lancet, entre el 10  y el 25 % de los 7 billones de dólares estadounidenses gastados en atención médica a nivel mundial cada año se pierde debido a la corrupción, “una cantidad que supera las inversiones necesarias para lograr la atención médica universal para 2030”, apuntó Health Policy Watch.

La corrupción es una enfermedad del sistema de salud, como bien se describe en The Lancet ”, afirmó David Clarke, jefe interino de la Unidad de Gobernanza de los Sistemas de Salud de la OMS en Ginebra. 

Clarke explicó que las agencias enfocadas en actividades delictivas tradicionalmente se han ocupado de la corrupción. Sin embargo, en los últimos años la OMS ha sentido la necesidad de trabajar para combatirla desde la perspectiva sanitaria.

“Existe una gama significativa de actividades que podrían considerarse corrupción”, señaló, y mencionó los pagos informales, el ausentismo, la manipulación de datos, la falta de transparencia, los productos médicos falsificados, la malversación de fondos y el soborno. 

“Todos ellos distorsionan los sistemas de salud y afectan negativamente la forma en que las personas reciben los servicios de salud”, enfatizó el funcionario de la OMS.

Clarke mencionó cómo en algunos países, hasta el 80% de los fondos no salariales en atención médica nunca llegan a las instalaciones locales y se estima que 140.000 niños por año pierden la vida debido a la corrupción.

El objetivo de la OMS es combatir la corrupción creando más transparencia y rendición de cuentas, específicamente en los sistemas de salud, señaló.

Según Mushtaq Khan, profesor de Economía de la Universidad SOAS de Londres, combatir la corrupción “es complicado porque cada una de sus manifestaciones puede tener múltiples causas”.

“La falta de recursos es uno de los factores que impulsan la corrupción”, señaló. “Si estás en un hospital con pocos recursos, entonces hay un exceso de demanda y la gente tiene que pagar para que la atiendan”.

Además, resaltó cómo el clientelismo y clientelismo político representan otro impulsor de la corrupción.

“La forma en que se usa el patrocinio para crear empleos no está directamente relacionada con la escasez de recursos”, dijo Khan, y agregó que un estado de derecho débil es fundamental para permitir que prospere la corrupción.

Durante el panel, Ion Bahnarel, ex viceministro de Salud de la República de Moldavia y Jefe del Departamento de Higiene de la Universidad de Medicina y Farmacia “Nicolae Testemițanu”, presentó los esfuerzos que su país está realizando para combatir la corrupción.

“Nuestro gobierno ha iniciado varias reformas”, explicó. “Incluyen la creación de estructuras anticorrupción en las instituciones locales y estatales”.

Bahnarel dijo que todas las instituciones médicas ahora ofrecen un sistema para que empleados y pacientes informen episodios de corrupción de forma anónima. 

Además, un Comité de Ética ha determinado nuevas reglas y procedimientos para las organizaciones de salud para la transparencia y la rendición de cuentas.

Monica Kirya, asesora sénior del Centro de Recursos Anticorrupción U4 de Uganda, enfatizó que “es seguro decir que podría morir si no tiene dinero para pagar un soborno para avanzar en la fila para ver a un doctor".

Abogada del Tribunal Superior de Uganda y miembro de la Asociación de Mujeres Abogadas de Uganda, Kirya enfatizó que los trabajadores de la salud “son tanto víctimas como perpetradores de la corrupción”.

Es bien sabido que en muchos países en desarrollo, como Uganda, los trabajadores de la salud están muy mal pagados”, afirmó. 

“Este es uno de los factores que impulsan el ausentismo, los pagos informales y otros tipos de corrupción en los que se involucran los trabajadores de la salud para llegar a fin de mes”, reforzó.

Kirya explicó que es fundamental prestar atención a los factores estructurales del sistema que permiten que prospere la corrupción, como las prohibiciones de contratación en el servicio público.

“Estas prohibiciones a la contratación en el servicio público comenzaron como programas de ajuste estructural en los años 80 y 90 para reducir el gasto público, y continúan vigentes de vez en cuando como una forma de equilibrar el presupuesto público”, señaló.

Estas prohibiciones “favorecen que se utilice el clientelismo político en el reclutamiento y nombramiento de los trabajadores de la salud”.

“Debido a que la salud es un servicio descentralizado en Uganda, y el reclutamiento a menudo se realiza a nivel del gobierno local, los políticos de distrito y la administración del servicio civil utilizan el reclutamiento para extorsionar a los graduados de medicina”, explicó.

Si bien todos los expertos destacaron cómo combatir la corrupción de manera efectiva es complicado por varias razones, también sugirieron cómo debería hacerse, reflejó Health Policy Watch en su crónica del panel.

“Es esencial tener un análisis basado en evidencia”, propuso Khan.“Esto es lo que debería informar la reforma, mientras que, a menudo, la reforma está impulsada por modelos abstractos de lo que impulsa la corrupción, lo que podría ser algo relevante para la experiencia de los países avanzados, pero no para la experiencia de los países en desarrollo”, agregó.

Todos coincidieron en que ofrecer mejores servicios de salud venciendo la corrupción es crucial.

“Si tuviera un problema que afectara su bienestar financiero, que fuera una amenaza para su vida y una amenaza para la forma en que vive, ¿no haría algo al respecto? De eso se trata la corrupción”, preguntó Clarke. 

“A menos que abordemos la corrupción, gran parte de nuestro trabajo para fortalecer nuestro sistema de salud será una pérdida de tiempo”, completó.