LA RESPUESTA A LA PANDEMIA FUE UN FRACASO QUE NO DEBE REPETIRSE, COINCIDIERON ORGANIZACIONES CONVOCADAS POR LA ONU
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“Los fracasos a la COVID nunca deben repetirse”, fue una de las demandas de las organizaciones académicas y de la sociedad civil convocadas por la ONU sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias.
La respuesta global a COVID-19 “le falló a las personas en los países en desarrollo, a las mujeres y a los trabajadores de la salud, coincidieron los expositores durante la reunión organizada por las Naciones Unidas (ONU).
La reunión de la ONU convocó a “las múltiples partes interesadas sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias (PPPR)” en preparación para una Reunión de Alto Nivel (RAN) sobre el tema en septiembre, que adoptará una declaración política.
“La principal manifestación de la desigualdad fue la distribución desigual de las vacunas", afirmó Carlos Correa, director de la organización intergubernamental South Centre.
El argentino Correa insistió que "el mecanismo COVAX no logró una distribución equitativa de las vacunas, no solo por razones financieras, sino porque la gobernanza del sistema no era de naturaleza multilateral".
“Necesitamos establecer un nuevo mecanismo para la distribución equitativa de las vacunas. No podemos simplemente retocar el mecanismo Covax. Necesitamos un mecanismo que tenga una base de gobernanza multilateral sólida. Necesitamos un mecanismo para compartir información clínica, los resultados de la investigación y las tecnologías, para que podamos garantizar la aprobación de nuevos productos y ampliar el suministro de vacunas de manera expedita”, reclamó Correa.
El experto argentino en propiedad intelectual agregó que “también debemos garantizar la equidad cuando se trata de capacidades financieras para garantizar que todos los países puedan pagar capacidades tecnológicas”, propuso Correa.
“Estas capacidades de hoy son desiguales como resultado de una distribución financiera desigual, y el enfoque de cualquier trabajo futuro debe tratarse de lograr un mejor equilibrio en términos de capacidades financieras, capacidades técnicas, para que podamos abordar las pandemias futuras", completó.
Amnistía Internacional señaló que el 28% de las muertes por COVID-19 se produjeron en América Latina y el Caribe, pero solo alberga al 8,4% de la población mundial.
"Nuestras sociedades sufren una desigualdad rampante que excluye a poblaciones enteras de los sistemas de salud, especialmente a las mujeres y los pueblos indígenas", subrayó Amnistía.
Joanne Liu, en representación del Panel Independiente para la PPR, recordó durante la reunión que el ébola no habría sido derrotado “sin un liderazgo político de alto nivel, y que lo mismo es necesario para abordar futuras pandemias”.
"Necesitamos el más alto nivel de atención política sobre las amenazas de pandemia porque son abrumadoras, complejas y tienen un impacto multisectorial", pidió Liu.
Lui agregó que "es seguro que surgirán nuevas amenazas pandémicas, pero en septiembre (próximo) la Asamblea General de la ONU tiene la oportunidad histórica de elegir hacer de COVID-19 la última pandemia de tal devastación".
En nombre del Panel Independiente, Liu afirmó que “un Consejo Mundial de Amenazas para la Salud dirigido por líderes es esencial para mantener la preparación para una pandemia mundial”.
Nina Schwalbe, representante del Instituto Internacional de Salud Global de la Universidad de las Naciones Unidas, también abogó por un consejo de alto nivel para responsabilizar a los estados miembros por sus compromisos con la PPR que sea independiente de la OMS.
"Como lo han demostrado otros sectores, incluidos los derechos humanos, las armas químicas, el clima y la energía atómica, firmar un tratado no es suficiente", señaló.
"El cumplimiento requiere un monitoreo independiente. Al informar al más alto nivel de gobierno, un consejo político de alto nivel compuesto por jefes de Estado y sus representantes puede impulsar la rendición de cuentas multinacional y multisectorial y monitorear el cumplimiento de los Estados miembros con el acuerdo pandémico", agregó.
Mientras tanto, la Red de Acción contra la Pandemia pidió "un conjunto sólido de mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas en la declaración de alto nivel, comenzando con una revisión del progreso dentro de los 12 meses posteriores a la cumbre".
En un mensaje grabado, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, apoyó "la propuesta de un consejo de amenazas para la salud como foro para el liderazgo político de alto nivel".
Sin embargo, advirtió que dicho consejo tenía que estar "basado en el mandato constitucional de la OMS y complementar y fortalecer las estructuras de gobernanza existentes, incluida la Asamblea Mundial de la Salud y el Comité Permanente de Prevención, Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, que la junta ejecutiva de la OMS estableció el año pasado".
De lo contrario, "nos enfrentamos al riesgo de establecer múltiples iniciativas desconectadas que impulsan una mayor fragmentación", completó.
Medicines Patent Pool (MPP) expuso que era posible incluir condiciones de acceso equitativas en los acuerdos de financiación para ayudar a "abordar las cuestiones de acceso asequible mucho antes de que el producto llegue al mercado".
"El financiamiento público, multilateral y caritativo de la investigación y el desarrollo puede estar condicionado a que las entidades financiadas tomen medidas suficientes mediante licencias voluntarias o de otro tipo, para garantizar que todas las tecnologías médicas estén disponibles y sean asequibles para todos", pidió MPP.
La Alianza Popular de Vacunas propuso que cualquier declaración política “permita la producción local para garantizar un suministro sostenido de contramedidas".
"Eso significa un compromiso para compartir tecnología, eliminar las barreras de propiedad intelectual, invertir en investigación y desarrollo en el sur e invertir en la fabricación real", dijo la vocera de la Alianza, Mohga Kamal-Yanni.
El portugués Ricardo Baptista Leite, presidente de la Red de Parlamentarios de UNITE para la Salud Global, instó a una mayor participación de los miembros del Parlamento en las negociaciones sobre un acuerdo pandémico, actualmente coordinado por la OMS.
"Estuve en una reunión de 300 parlamentarios recientemente y pregunté quién había oído hablar del acuerdo pandémico y nadie levantó la mano", aseveró Leite.
El legislador portugués señaló que los parlamentarios aprueban los presupuestos de los países y, por lo tanto, son esenciales para asegurar las finanzas para la preparación para la pandemia.
Leite también instó a más acciones contra el diluvio de desinformación que está socavando la confianza pública en medicamentos y vacunas.
Angela Kane, ex subsecretaria general de la ONU y asesora principal de la Iniciativa de Amenaza Nuclear, dijo que había "brechas significativas" en los mecanismos internacionales para ayudar a descubrir la fuente de los eventos biológicos.
"Los desafíos de discernir los orígenes de COVID-19 han resaltado la necesidad de llenar este vacío para determinar los orígenes de un brote de enfermedad en una forma que tenga una base científica", reforzó Kane.
La OMS "está bien posicionada para evaluar los brotes de origen natural, el llamado desbordamiento de animales a humanos", reconoció Kane, pero "todavía está decidiendo hasta dónde llegará para evaluar el origen de un brote una vez que comiencen a surgir signos de que puede haber sido el resultado de un accidente de laboratorio o un ataque deliberado con armas biológicas", completó.