Los expertos convocados por la ONU han sugerido un texto que hace referencia al “acceso equitativo” a vacunas y tratamientos, para la declaración política sobre Prevención, Preparación y Respuesta ante Pandemias (PPPR), que será aprobada durante la Asamblea General de septiembre venidero.

El borrador del texto ha sido publicado por Geneva Health Files y “contiene compromisos específicos para la reforma del PPPR”, reseñó el sitio especializado.

Las principales recomendaciones y sugerencias son:

1. Apoyo para fortalecer las reglas internacionales para hacer frente a las pandemias (con referencia a las negociaciones en curso en Ginebra hacia un nuevo Acuerdo de Pandemia y el Reglamento Sanitario Internacional revisado).

2. Apoyo a una futura plataforma/ecosistema para el acceso equitativo a las contramedidas médicas.

3. Un compromiso de financiar tanto la preparación como la respuesta a las amenazas de pandemia.

4. Una OMS independiente, que funcione bien y tenga autoridad.

5. Establecimiento de un Consejo Global de Amenazas de Pandemia para mantener el impulso político.

6. Solicitar informes regulares del secretario general y del director general de la OMS sobre la implementación de la declaración”.

Las partes interesadas sugirieron que la cobertura sanitaria universal y las crisis concurrentes se reflejen en la declaración.

Los expertos participaron de las audiencias convocadas por la ONU a comienzos de mayo en las que expusieron organizaciones académicas y profesionales.

Siguiendo las recomendaciones del Panel Independiente para la Prevención, Preparación y Respuesta ante Pandemias (IPPPR), los países están considerando la creación de un Consejo Global de Amenazas para la Salud como un organismo independiente que pueda monitorear y coordinar entre la ONU, la OMS, las instituciones financieras y otras partes interesadas de alto nivel.

El IPPPR sugirió crear el Consejo a través de una Resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU.

Omar Hilale, Representante Permanente de Marruecos y facilitador del proceso PPPR, dijo: “Nuestro objetivo es que la declaración política sea negociada por los Estados miembros para lograr el consenso, como se estipula en la Resolución de Modalidades. Nos esforzamos por que sea conciso y orientado a la acción con objetivos sólidos para brindar el más alto nivel de apoyo político a PPPR y también a las negociaciones en Ginebra para el INB”, el órgano intergubernamental que discute el nuevo Tratado Pandémico.

En las audiencias de la ONU, países como Sudáfrica pidieron una declaración basada en soluciones que “incluya disposiciones de equidad y compromiso para movilizar financiamiento internacional”, reflejó Geneva Health Files.

De manera similar, Tanzania pidió “el liderazgo del Sur Global” para garantizar la equidad en la declaración, el reconocimiento del papel clave de las comunidades y el fortalecimiento de los sistemas de salud comunitarios.

Por su parte, el director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en video conferencia desde Ginebra anunció que se ha establecido un nuevo Fondo para Pandemias en el Banco Mundial con el liderazgo técnico de la OMS.

“La convocatoria inicial de propuestas ha generado un gran interés por parte de los Estados miembros”, aseveró Tedros.

“Para mejorar la rendición de cuentas, los Estados Miembros están poniendo a prueba la Revisión Universal de Salud y Preparación, un nuevo mecanismo de revisión por pares. Para mejorar el seguimiento, la OMS y el Banco Mundial establecieron la Junta de Seguimiento de la Preparación Mundial”, aseguró el director General.

“Para mejorar los sistemas y las herramientas, estamos trabajando en varias iniciativas en cinco áreas principales: vigilancia colaborativa. protección comunitaria, atención clínica segura y escalable, acceso a contramedidas y coordinación de emergencias”.

“Para mejorar la gobernanza, los Estados miembros están negociando enmiendas a las normas sanitarias internacionales para que se ajusten a su propósito”, aseveró el director General de la OMS

“Y para mejorar la cooperación internacional, los Estados miembros están negociando un nuevo Acuerdo de Pandemia, un compromiso generacional de que no volveremos al viejo ciclo de pánico y negligencia que dejó vulnerable a nuestro mundo, sino que avanzaremos con un compromiso compartido para enfrentar las amenazas compartidas con una respuesta compartida”, reforzó Tedros.

La OMS también apoya la propuesta de un Consejo de Amenazas para la Salud como foro para el liderazgo político de alto nivel.

“Es esencial que dicho consejo se base en el mandato constitucional de la OMS y complemente y fortalezca las estructuras gubernamentales existentes, incluido el mundo, la Asamblea celebrada y el Comité Permanente sobre Prevención, Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, que la Junta Ejecutiva de la OMS estableció el año pasado”, pidió Tedros.

“Por un lado, corremos el riesgo de no aprender las lecciones de la pandemia y perpetuar el ciclo de pánico y abandono. Por otro, nos enfrentamos al riesgo de establecer múltiples iniciativas desconectadas que impulsen una mayor fragmentación”, afirmó.

“Mientras nos recuperamos del trauma colectivo de COVID-19, debemos trabajar juntos para construir un nuevo futuro que sea equitativo, inclusivo y coherente. La reunión de alto nivel de este año es una valiosa oportunidad para que los líderes marquen un camino claro hacia el futuro y un mundo más seguro”, completó.

Varios panelistas criticaron la ausencia de instituciones financieras en la discusión como un descuido importante, especialmente durante la segunda parte de la audiencia, que se centró en el financiamiento de PPPR.

Las deficiencias en el financiamiento y la gobernanza fueron, en última instancia, lo que condujo a la distribución desigual de vacunas y al fracaso de las instalaciones de COVAX, dijeron.

La falta de sistemas transparentes y equitativos para financiar las contramedidas médicas permitió que “las políticas de propiedad intelectual socavaran las necesidades de salud pública en favor de las ganancias de las instituciones privadas en los países de altos ingresos”, dijeron los oradores en la audiencia.

Los expertos del Sur Global hicieron un llamado a la comunidad mundial de la salud para ayudar a los países a lograr capacidades técnicas para la fabricación nacional.

Según Carlos Correa, director Ejecutivo de South Centre, una organización intergubernamental que representa a 55 países en desarrollo, mejorar estas capacidades incluirá una mejor transferencia de información para investigación y tecnología; un sistema de participación en los beneficios de la información genética; un mecanismo de distribución de contramedidas médicas; y apoyo financiero.

“Los países en desarrollo perdieron vidas que podrían haberse salvado. Los países en desarrollo perdieron años en términos de los logros que han obtenido para reducir la pobreza”, analizó.

“La principal manifestación de la desigualdad fue la distribución desigual de las vacunas. El mecanismo COVAX falló bastante. No logró una distribución equitativa de las vacunas, no solo por razones financieras, sino también porque la gobernanza del sistema no era de carácter multilateral. Por ejemplo, no se siguieron las recomendaciones emitidas por la OMS en cuanto a la distribución equitativa de vacunas”.

“Esta falta de equidad también se vio en la rigidez del sistema de propiedad intelectual, en la negativa de las empresas a compartir sus tecnologías. La respuesta a la pandemia parece haber sido socavada más como resultado de la codicia privada que [por no satisfacer] las necesidades de salud pública”, lamentó Correa.

 Las políticas promulgadas por algunos países “también sirvieron para asegurar el fracaso de ese sistema, porque querían acumular vacunas más allá de sus necesidades. Parece que se valora más la vida y la salud de una persona en un país rico que la de una persona en un país pobre”, completó.