AUMENTOS MENSUALES EN LAS PREPAGAS: UN GOLPE A LA CLASE MEDIA
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Con autorización del Gobierno nacional, las empresas de medicina prepaga aplican desde febrero de este año aumentos mensuales basados en el Índice de Costos de Salud (ICS), y el incremento más alto hasta el momento llegará en julio, con un 8,49%, agravando así el deterioro sistemático de los ingresos de los trabajadores de clase media, advirtieron especialistas.
Mediante el decreto 743/2022, el Poder Ejecutivo autorizó a las prepagas a incrementar sus aranceles de acuerdo al ICS, que, según informó el Ministerio de Salud, se elabora en base a los siguientes componentes: recursos humanos, medicamentos, insumos médicos y gastos generales.
Como consecuencia, las cuotas de las empresas de medicina prepaga aumentaron 8,21% en febrero, 7,66% en marzo, 2,36% en abril, 4,76% en mayo, 5,49% en junio y en el mes próximo 8,49%.
Para la economista Jenifer Stefan, “el aumento sistemático de las prepagas significa un claro deterioro del salario de la clase media y una presión creciente en el presupuesto familiar, aunque no es un proceso que haya comenzado este año”.
“Desde el año 2016 a la actualidad el peso de las prepagas sobre los salarios aumentó un 17% y un 10% desde el último año, mientras que las prepagas tuvieron en el mismo periodo ganancias extraordinarias”, añadió Stefan, quien es integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En enero de este año, antes de que comenzara a regir el decreto 743/2022, las prepagas aplicaron a todos los usuarios un aumento del 6,9%. Luego hubo incrementos diferenciados, ya que algunos meses fueron menores para los usuarios que cobran menos de seis salarios mínimos, lo cual equivale, según el último índice disponible -31 de mayo de 2023- a $507.072.
Esto se debió a que el Poder Ejecutivo estableció un tope del 90% del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) para los incrementos que las prepagas aplican a los usuarios que cobran menos de seis salarios mínimos, quienes deben realizan un trámite correspondiente.
Para aquellos usuarios que realizaron el trámite, los aumentos fueron 4.91% en febrero, 5,04% en marzo, 2,36% en abril, 3,43% en mayo, 5,49% en junio y será de 8,49% en julio. El tope se aplica sólo cuando el ICS es mayor al Ripte.
Para el abogado Alejo Caivano, especialista en derechos laborales, “la actualización autorizada mediante el decreto del Ejecutivo conforme a la inflación mensual no guarda relación con las paritarias que han tenido la mayoría de los gremios, que por supuesto no tienen un impacto mensual”.
Por ese motivo, Caivano consideró que, “como parte de una inflación generalizada”, dichos incrementos “están destrozando los bolsillos” de la clase media.
Además, el abogado señaló que los aumentos aplican directamente sobre los usuarios del sistema privado de salud, por lo que afectan “también a quienes están registrados en el monotributo o están en algún sistema que no sea el de relación de dependencia”.
Sobre este punto, la opinión del economista Federico Zirulnik fue diferente: “Los ingresos de los trabajadores registrados vienen más o menos en línea con la inflación, con los empleos privados apenas por debajo y los públicos un poquito por arriba. Donde vienen perdiendo es en el sector de trabajadores no registrados, pero entiendo que es un universo que no accede a la medicina prepaga en general”.
Para Zirulnik, quien es integrante del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), los aumentos de las prepagas estuvieron “por debajo de la inflación general, y esto significa que si los ingresos evolucionan al menos a la par que la inflación, el peso de las prepagas en el gasto total de una familia debería ir disminuyendo”.
Sin embargo, el economista consideró que “aplicar aumentos mensuales en función de incrementos de costos pasados contribuye al proceso de elevada inflación inercial que estamos atravesando”.
Es que el ICS que se aplica, por ejemplo, a la cuota del mes de julio, corresponde a mayo.
Stefan, por su parte, sostuvo en cambio que los aumentos en las prepagas de los últimos años superaron la inflación.
“Desde 2016 hasta 2019 los incrementos fueron de 326% contra una inflación en el mismo periodo del 291% y entre 2021 y 2022 las prepagas subieron un 216% contra un 195%”, dijo Stefan a PharmaBaires.
Y agregó que “el único año donde las cuotas quedaron por debajo de la inflación fue en el 2020, aunque el resultado operativo y facturación de ese periodo fue el más alto de la historia”.
Al ser consultada sobre cómo debería regularse el aumento de las prepagas, la economista afirmó: “Si bien habría que re discutir si el tope a los aumentos a través del Índice de Costos de Salud y Ripte es suficiente para revertir el impacto en los ingresos, sería importante avanzar en un programa de salud integral que contenga los sistemas público y privado a través de la conducción de políticas de salud de los organismos nacionales que garanticen el derecho a la salud”.
En Argentina conviven tres sistemas de salud: el público, las obras sociales y el privado.
Por un lado, las obras sociales están fundadas en los gremios, que se reúnen para financiar las prestaciones necesarias con el objetivo de brindar servicios de salud. En el sistema público, en tanto, los hospitales luchan por cubrir las necesidades de la población más carenciada, aunque en caso de accidente o emergencia atienden a personas de cualquier clase social, y el hospital público continúa ocupando uno de los lugares más altos en la jerarquía médico asistencial. Por otro lado, las empresas de medicina prepaga tienen un afán de lucro, lo cual en sí mismo no está mal. Sin embargo, sería ideal compatibilizar ese objetivo con el servicio que brindan, es decir la salud, que es un derecho esencial.