INNOVACIÓN, BIOLÓGICOS Y BIOSIMILARES
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“La innovación no es posible sin la investigación y desarrollo. La calidad del dato de la investigación clínica está dada por los estándares propuestos para el estudio replicado a nivel mundial”. El concepto pertenece a la directora médica de CAEMe, Susana Baldini quien hizo una radiografía de la evolución de medicamentos biológicos y similares, en el marco de las 20mas. Jornadas Federales y 19nas. Federales de Política, Economía y Gestión de Medicamentos, organizadas por FEFARA y que estuvo dedicada a la investigación e innovación, en relación a estos medicamentos, en una mesa de trabajo que fue coordinada por Miguel Osio, Vicepresidente 1º de FEFARA y presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Pampa.
Baldini señaló que, por ejemplo, “en 2021, 41 mil millones fueron invertidos en I+D, del cual el 47% se invierte en instituciones de salud”. “Desde el 2005 se han descubierto 7 mil nuevas moléculas. 1300 nuevos medicamentos y vacunas para el cáncer”, apuntó.
La referente de CAEMe, opinó que “nuestra autoridad regulatoria fue la primera en expedirse de estudios clínicos centralizados, demostrando el aumento en la reclutación de pacientes, manteniendo la eficacia”.
“Hoy en día, la mayoría de los ensayos clínicos no se hace contra placebos sino contra el mejor tratamiento existente, demostrando así la mayor eficacia del tratamiento en estudio. Se observa un avance en la medicina personalizada”, profundizó.
Con igual cantidad de detalles sumó su exposición Eduardo Spitzer, de Laboratorio Elea, quien alentó a que “la farmacia tiene que estar actualizada en Biotecnológicos”.
Mencionó que “8 de 13 drogas que más se usan en el mundo son biológicos y el 60% de las drogas de mayor alto costo son productos biológicos”.
“Los biológicos se han derramado en todas las áreas terapéuticas. Su uso genera un alto impacto en los pacientes y sistemas de salud”, añadió y aseguró que “sin competencia no hay reducción de costos ni se mejora la accesibilidad”.
La consultora independiente Natalia Jorgensen sostuvo que “la ineficiencia en salud se traduce en pérdida de calidad de vida para la población y muertes prematuras” y que “Argentina, por su gasto en salud, tiene un potencial incremento de 5 años en la esperanza de vida”.
Afirmó que “el dilema hoy en día es hacer compatible la innovación con la sostenibilidad y mejorar el acceso a los tratamientos”.
Coincidió en que se evidencia “un crecimiento exponencial en los costos de los tratamientos que vienen, más complejos, que mejoran la calidad de vida, pero es necesario que se trabaje en los procesos de producción para favorecer el acceso”.
“Los mercados de biológicos y biosimilares no se dan solos, hay que desarrollarlos, tiene que haber políticas para ello”, sentenció.
Según Jorgensen, “los biosimilares son parte de la solución hacia la sostenibilidad. Inducen competencia en el mercado y la reducción de precios”.
Cerró la ronda de exposiciones Fernando Avellaneda, del COSSPRA. “El desafío que tenemos con medicamentos de altísimo precio es qué sistema sanitario queremos”, señaló.
“El salto en la informatización de las obras sociales provinciales debe avanzar al modelo en el que el prescriptor en el consultorio cuente con la mayor información existente para la toma de decisiones”, indicó y consideró que “hoy en día la mejor herramienta del profesional sanitario es la escucha del paciente”.