TRUMP AGITA AL SECTOR FARMACÉUTICO CON AMENAZA DE ARANCELES, PERO ANALISTAS MINIMIZAN IMPACTO REAL
-
Visto: 88

Una advertencia lanzada por Donald Trump durante una reunión de gabinete encendió las alarmas en los mercados: el expresidente sugirió imponer un arancel del 200% a las importaciones farmacéuticas, una declaración que provocó una venta masiva de acciones en el sector. Sin embargo, expertos del mercado consideran que se trata más de una jugada política que de una política económica concreta.
Trump aseguró que las empresas tendrían entre un año y un año y medio para repatriar su producción a Estados Unidos. Aunque sus palabras fueron contundentes, analistas de la firma de inversión Bernstein consideran que es improbable que la amenaza se traduzca en una medida real. “Es difícil saber si esos aranceles llegarán a implementarse”, señalaron, y calificaron la posibilidad como “probablemente improbable”.
La razón, explican, radica en los números: un arancel del 200% representaría hasta 600.000 millones de dólares en costos adicionales sobre unos 200.000 millones de dólares anuales en importaciones farmacéuticas. Una carga de esa magnitud parece inviable como herramienta de presión.
Incluso si se avanzara en esa dirección, la industria ya ha comenzado a prepararse. Empresas como Merck (NSE:PROR) han acumulado inventarios en Estados Unidos, con existencias que, según estimaciones, alcanzarían hasta 2027.
A corto plazo, Bernstein considera que el riesgo es manejable. Las importaciones de productos farmacéuticos y químicos aumentaron en el primer trimestre del año, lo que sugiere que las compañías están tomando recaudos ante posibles restricciones. Entre los productos que más impulsaron ese crecimiento se destacan los medicamentos GLP-1, utilizados para tratar la diabetes y la obesidad.
No obstante, la amenaza ha vuelto a poner en el centro del debate el futuro de las cadenas de suministro globales y el avance del proteccionismo en la política comercial estadounidense. En el corto plazo, podrían producirse distorsiones, como un incremento del déficit comercial con socios clave como Irlanda, mientras que a largo plazo la presión apunta hacia una mayor producción local.
Pese a la reacción inicial del mercado, Bernstein relativizó el impacto. “Compraríamos en la caída”, indicaron, destacando a Eli Lilly (NYSE:LLY) y Gilead (NASDAQ:GILD) como sus principales recomendaciones. Aunque el riesgo de aranceles no es irrelevante, parece poco probable que se materialice de forma inmediata o en la escala sugerida, dando tiempo a la industria para adaptarse.