CRECE EL CONTROL DE LA ANMAT: YA SON CUATRO LAS CLAUSURAS EN MENOS DE UN MES
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La vigilancia sobre algunas firmas que producen especialidades medicinales, se ha intensificado en las últimas semanas, y los resultados no tardaron en aparecer: el Instituto Nacional de Medicamentos (INAME) ya lleva cuatro clausuras preventivas de laboratorios en tan solo tres semanas. La más reciente es la del laboratorio Aspen S.A., ubicado en el barrio de Flores, Ciudad de Buenos Aires, cuya actividad productiva quedó suspendida tras detectarse múltiples irregularidades.
La medida, oficializada este viernes en el Boletín Oficial a través de la disposición 6788/25 de la ANMAT, también incluye el retiro inmediato de varios lotes del medicamento “Tazadir” (Azacitidina 100 mg liofilizada), un fármaco utilizado en tratamientos oncológicos como leucemia mieloide aguda y síndromes mielodisplásicos.
Según indicaron fuentes del Ministerio de Salud, una inspección realizada entre el 12 y el 25 de agosto reveló “dos deficiencias críticas y siete mayores” en las instalaciones de Aspen. Las autoridades concluyeron que las acciones correctivas ofrecidas por la empresa resultan “insuficientes para mitigar los riesgos a corto plazo” y evaluaron su cumplimiento de las Buenas Prácticas de Fabricación como “no aceptable”.
Aspen, fundado hace 24 años, se especializa en la producción de medicamentos para diversas áreas como oncología, hematología, urología y neurología, entre otras.
Este endurecimiento en los controles coincidió con un cambio en la conducción del INAME: el pasado 21 de agosto asumió como nuevo director Gastón Morán. Desde entonces, las inspecciones se han intensificado, en un contexto marcado por el escándalo del fentanilo contaminado, que puso a la ANMAT bajo la lupa judicial.
De hecho, el lunes pasado, el juez federal Ernesto Kreplak ordenó allanar las oficinas de la ANMAT y el domicilio de su titular, Nélida Bisio. Allí se incautaron documentos y celulares relacionados con el control sobre el laboratorio HLB Pharma, señalado como el origen del fentanilo que, al estar contaminado con bacterias, habría contribuido a la muerte de al menos 96 personas internadas.
La clausura de Aspen se suma a otras acciones similares, como la que se aplicó la semana pasada a Sant Gall Friburg, otro laboratorio porteño, cuyo funcionamiento fue calificado como un riesgo potencial para la seguridad de los pacientes. Esta firma producía analgésicos como ibuprofeno y paracetamol, además de antibióticos.
También fue suspendido Laboratorios Rivero, tras detectarse fallas graves en la calidad de suero destinado a pacientes hospitalizados, así como en otros insumos biomédicos.
Por el momento, varios laboratorios más se encuentran bajo revisión, con expedientes abiertos en la ANMAT. En las próximas semanas se definirá si pueden continuar operando o deberán cerrar temporalmente hasta corregir las fallas encontradas hasta el momento.
Es de destacar que pese a estas clausuras, en líneas generales la industria farmacéutica local opera con altos estándares de seguridad y confiabilidad ajustados a normas internacionales de buenas prácticas de fabricación.