LA ESCASEZ DE MEDICAMENTOS GOLPEA A EUROPA Y ABRE UNA OPORTUNIDAD CONCRETA PARA LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA ARGENTINA

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La Unión Europea enfrenta una escasez persistente y estructural de medicamentos esenciales. A pesar de los aprendizajes que dejó la pandemia de covid-19 y de los esfuerzos regulatorios impulsados en los últimos años, el bloque comunitario sigue sin lograr una solución efectiva al desabastecimiento de productos clave para la salud pública, según advierte un nuevo informe del Tribunal de Cuentas europeo.

El documento, presentado recientemente en Luxemburgo, califica la situación como un “dolor de cabeza crónico” y advierte que los niveles de escasez registrados en 2023 y 2024 alcanzaron cifras “sin precedentes”. La falta de disponibilidad afecta principalmente a medicamentos de uso habitual —como antibióticos y analgésicos—, pero también a tratamientos más complejos, lo que genera consecuencias directas sobre la atención médica en varios países del bloque.

“La escasez de medicamentos puede tener graves consecuencias para los pacientes, poner en riesgo la salud pública y generar costos elevados para médicos, farmacias y sistemas de salud”, sostuvo Klaus-Heiner Lehne, miembro del Tribunal y responsable del informe. Además, subrayó que se trata de una cuestión de autonomía estratégica para Europa, que no puede depender exclusivamente de proveedores externos.

Un problema conocido, sin solución efectiva

Las causas estructurales del problema están identificadas: la dependencia de la producción en Asia, sobre todo para principios activos e insumos clave; la fragmentación del mercado farmacéutico europeo, que impide una distribución fluida entre Estados miembros; y la falta de herramientas jurídicas y tecnológicas para prever, prevenir o mitigar crisis de abastecimiento.

Si bien la Comisión Europea elaboró en 2023 una lista de 300 medicamentos críticos y propuso una reforma integral de la legislación farmacéutica, el Tribunal de Cuentas considera que estas iniciativas aún no han producido resultados concretos. De hecho, varios de los fármacos incluidos en esa lista se encontraban, al momento de la auditoría, en situación de escasez crítica.

El informe también cuestiona la falta de información sistemática y en tiempo real. Aunque la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha ganado protagonismo desde la pandemia, sigue sin contar con competencias legales plenas para intervenir fuera de contextos de emergencia sanitaria, como el que se vivió con la covid-19. Las notificaciones de faltantes por parte de la industria son voluntarias, y con frecuencia llegan de manera tardía e incompleta, lo que dificulta una respuesta efectiva.

Entre las recomendaciones que plantea el Tribunal se destacan:

•  La creación de una base de datos unificada sobre disponibilidad y riesgos de suministro.
•  La armonización normativa entre países miembros.
• El fortalecimiento del marco legal para obligar a los laboratorios a garantizar el abastecimiento de medicamentos esenciales.

Una oportunidad concreta para la industria farmacéutica argentina

Este panorama europeo —tan delicado como sostenido en el tiempo— abre una ventana de oportunidad real y concreta para países con capacidad farmacéutica instalada, como es el caso de la Argentina.

Con una industria sólida, moderna y técnicamente calificada, Argentina produce medicamentos bajo normas internacionales, incluyendo las exigentes Buenas Prácticas de Manufactura (GMP), y exporta regularmente a destinos con altos estándares regulatorios, entre ellos países de la Unión Europea, América Latina y Medio Oriente.

Además de su capacidad industrial, Argentina cuenta con una infraestructura científica y técnica consolidada, una red de laboratorios públicos y privados con trayectoria, y experiencia en la producción, tanto de medicamentos genéricos como de especialidades farmacéuticas y vacunas. En los últimos años, las exportaciones del sector han mostrado un desempeño estable, con margen para seguir creciendo si se dan las condiciones adecuadas.

En el plano regulatorio, el país ha implementado reformas que buscan agilizar y modernizar el funcionamiento del sistema farmacéutico. Entre ellas, la receta obligatoria por nombre genérico, la posibilidad de comercializar medicamentos de venta libre y una mayor transparencia en la prescripción. Estas medidas no solo benefician al mercado interno, sino que mejoran el perfil exportador de la industria local al adaptarse a prácticas internacionales.

Frente a un mercado europeo que busca diversificar su cadena de suministro y reducir su dependencia de Asia, la industria farmacéutica argentina podría posicionarse como proveedor confiable de medicamentos esenciales e ingredientes farmacéuticos activos (IFAs). Para eso, será clave fortalecer la estrategia de inserción internacional del sector.

Expertos del área coinciden en que el país tiene las condiciones técnicas para responder a la demanda externa, pero advierten que será necesario:

• Escalar la producción destinada a exportación.
• Identificar nichos estratégicos con alta demanda y baja oferta.
• Agilizar certificaciones.
• Promover una política industrial coordinada que incluya financiamiento, acompañamiento diplomático y acuerdos sanitarios. Un rol posible en un contexto global en transformación.

La crisis de abastecimiento que enfrenta Europa es compleja y de resolución lenta. En ese marco, la Argentina no parte de cero, sino desde una posición que, con decisión estratégica e inversión sostenida por su capacidad productiva y estándares de calidad puede ampliarse.

El INDEC informó que en agosto Argentina tuvo un superávit comercial de USD 1.402 millones, con exportaciones creciendo 16,4% e importaciones subiendo 32,4%. En el sector farmacéutico, las ventas al exterior sumaron USD 95 millones, mientras que las compras alcanzaron USD 197 millones, dejando un déficit menor al del mes anterior.

La habilidad para enfrentar fluctuaciones cambiarias y las restricciones comerciales demuestra el potencial del sector  farmacéutico argentino para contribuir significativamente a la economía, ofreciendo un claro ejemplo de cómo la innovación y el conocimiento local pueden transformar y elevar la producción nacional en un contexto global competitivo” decía una nota del año pasado de Pharmabaires: "CILFA: EL AUGE DE LAS EXPORTACIONES FARMACÉUTICAS ARGENTINAS Y EL VALOR AGREGADO DEL CONOCIMIENTO NACIONAL".

Desde CILFA, la cámara que nuclea a los laboratorios argentinos y que refleja las cifras de ventas al exterior en sus informes, destacan que las exportaciones de medicamentos argentinos son de alto valor agregado y requieren una inserción internacional costosa y compleja, un camino que, sin embargo, vale la pena recorrer para seguir contribuyendo a convertir a la industria farmacéutica nacional en un actor relevante del mercado internacional capaz de responder a la demanda global de medicamentos promoviendo la ampliación del acceso a los tratamientos para los pacientes de todo el mundo.