ARANCELES A MEDICAMENTOS EN EE. UU. REPERCUSIÓN INTERNACIONAL E IMPACTO EN LA ARGENTINA
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La reciente decisión del expresidente Donald Trump de imponer un arancel del 100 % a medicamentos importados de marca ha reavivado el debate sobre el costo real de las políticas comerciales proteccionistas, especialmente cuando se trata de bienes sensibles como los productos farmacéuticos.
El anuncio no llegó en forma de comunicado oficial ni tras una conferencia de prensa, sino a través de un breve mensaje en la red social Truth Social, sin mayores precisiones técnicas. A partir del 1 de octubre de 2025, todos los medicamentos patentados fabricados fuera de EE. UU. estarán sujetos al nuevo gravamen, salvo que las empresas comiencen a producir localmente.
Aunque en apariencia busca incentivar la fabricación nacional, la medida plantea más dudas que certezas. En primer lugar, la exclusión de medicamentos genéricos no está del todo clara, dado que en la práctica existen numerosos productos de marca que también se comercializan como genéricos. Esta ambigüedad podría complicar la implementación del arancel y generar incertidumbre jurídica y comercial.
A ello se suma una definición imprecisa de lo que el gobierno considera como "planta en construcción", lo que da lugar a interpretaciones oportunistas por parte de las farmacéuticas y, probablemente, a una carrera por demostrar avances mínimos en infraestructura solo para eludir el impuesto.
Si bien algunas grandes farmacéuticas ya operan en territorio estadounidense o tienen planes de expandirse, no todas podrán adaptarse con la misma rapidez. Las que no lo logren verán encarecidos sus productos, lo que podría repercutir directamente en los precios para el consumidor final.
El argumento de que estos aranceles benefician al consumidor resulta difícil de sostener en este caso. A corto plazo, es probable que los costos de ciertos tratamientos aumenten, afectando principalmente a quienes dependen de medicamentos importados de alto valor. En algunos casos, podría incluso reducirse la disponibilidad de determinados fármacos, afectando el acceso de pacientes a terapias vitales.
En este sentido, Nathalie Moll, directora general de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, advirtió que las nuevas medidas "aumentarán los costos, alterarán las cadenas de suministro e impedirán que pacientes accedan a tratamientos que salvan vidas”.
Además del posible impacto en los consumidores estadounidenses, la medida complica las relaciones comerciales con socios estratégicos como la Unión Europea, que ya había pactado un límite del 15 % para este tipo de gravámenes en un acuerdo reciente. La decisión unilateral de aplicar aranceles del 100 % podría interpretarse como una violación de ese entendimiento.
En términos geopolíticos, la medida puede verse como una señal más de la orientación unilateralista de Trump en materia comercial. Pero tratándose de medicamentos, el impacto potencial no es meramente económico, sino también sanitario y social.
En cuanto a su impacto en la Argentina, CILFA, la Cámara que representa a los laboratorios nacionales ya se había adelantado a la situación explicando en un comunicado que “se espera que en un breve plazo el Gobierno americano anuncie aranceles especiales adicionales a los medicamentos de todos los países, agravando los desequilibrios existentes”.
“La consecuencia esperada es un previsible encarecimiento de los suministros esenciales y un período de transición hasta la normalización de las entregas.
No obstante, la variación de los precios de los medicamentos revela que hasta el momento fueron poco afectados por el amplio escenario de incertidumbre descripto y que continúan siendo uno de los rubros con menor variación de precios de la economía”.
Por lo visto la industria farmacéutica argentina anticipó tensiones que se confirmaron con los nuevos aranceles por parte de EE. UU. Tal como advirtió CILFA, la posibilidad de un encarecimiento de insumos esenciales y las disrupciones en la cadena de suministro podrían afectar al sector en el mediano plazo, en consonancia con lo señalado por Nathalie Moll, directora general de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas.
Sin embargo, en la Argentina hasta ahora, los medicamentos han mostrado una estabilidad notable en los precios, que incluso en un contexto de cierta incertidumbre internacional como la actual, podría tener continuidad por lo menos en el corto plazo.