Las cámaras farmacéuticas no lograron quebrar la resistencia del secretario de Comercio Augusto Costa y los precios de los medicamentos seguirán estancados. Al mismo tiempo el PAMI mantiene una deuda de más de 1000 millones de pesos con los farmacéuticos, que en los próximos días decidirán sin siguen atendiendo a los jubilados. Se avecinan tiempos de conflictos latentes y un horizonte difuso.

Costa dijo no. No a los aumentos de precios que pidió la industria para amoldarse a las variables económicas que –sostienen- han comenzado a poner en peligro la continuidad de los medianos y pequeños laboratorios.   
NI el 15 por ciento de aumento en tres tramos ni el 12 por ciento en dos tramos. A lo sumo una actualización del cinco por ciento, pero condicionada a los aumentos que la industria ya introdujo desde diciembre pasado, cuando la partida de Guillermo Moreno quebró el sistema de actualización de precios que funcionó durante años.
Sistema que funcionó siempre de palabra. Con los métodos y la personalidad del ex secretario. Pero que funcionaba, aunque –es cierto- en otro contexto económico.
Las conversaciones proseguirán pero es muy improbable que Costa afloje la soga antes de fin de año y en el escenario es cuanto menos incierto. Aún más en el escenario económico argentino, que se asemeja al avión que ingresó en zonas de turbulencias.
La industria además le reclama una deuda al PAMI de más de 2.500 millones de pesos (incluidos los oncológicos) y los farmáceuticos se aprestan a adoptar medidas ante la demora en percibir su propia deuda de 1000 millones de pesos que arrastran desde mayo.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) ha convocado para mediados de esta semana a sus colegios afiliados “para que entre todos decidan que tenemos que hacer”, explicó Ricardo Pesenti, tesorero y vocero de la entidad.
La COFA distribuyó un comunicado elocuente: “Inminente corte de las prestaciones” ante “la millonaria deuda del PAMI con las farmacias” y subrayando la amenaza de “evaular la continuidad de las prestaciones”.
"Por no cortar la atención a los pacientes, las farmacias estamos soportando deudas que el PAMI y la Industria acumulan durante meses y de las cuales nosotros tenemos que responder ante nuestros proveedores y acreedores. La situación se hace insostenible. Ya se han sumado más de mil millones de pesos y ni el PAMI ni la Industria dan una respuesta”, señaló el comunicado de la COFA.
“Mientras tanto muchas farmacias están al borde de la quiebra por el asumir el financiamiento de este convenio y a lo largo del año hemos recibido gestos y promesas, pero no hay soluciones concretas para la sustentabilidad de las farmacias. Esta situación ya no puede continuar", afirmó Ricardo Pesenti a Pharmabaires.
Juan Carlos Rucci, secretario de la Federación Farmacéutica Argentina FEFARA, coincidió en que “estamos en una posición crítica frente al convenio, ya que las variables de rentabilidad se han movido en forma negativa”.
“El convenio no se modificó en diez años sobre el aporte de las farmacias y las farmacias han entrado en una situación de ahogo, pues no tienen capacidad financiera o pueden atender cincuenta recetas del PAMI pero deben rechazar la número cincuenta y uno porque las droguerías no le dan más crédito”, afirmó el dirigente de FEFARA a Pharmabaires.
Rucci insistió que “la rentabilidad se cae y el aporte siguen siendo el mismo. Por eso muchas farmacias ya decidieron estar afuera del PAMI porque no lo pueden financiar”.
Rucci coincidió con la COFA en el monto de 1000 millones de pesos adeudados por el PAMI porque “desde mayo se va sumando la facturación adeudada”.
“No significa que los farmacéuticos no querramos medicamentos baratos para la gente, pero por cuestiones financieras no podemos seguir con esta metodología del convenio”, pronosticó.