SE VIENE LA ANMAT NACIONAL Y POPULAR

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La designación de Rogelio López como nuevo administrador de la ANMAT implicará una articulación mayor con los laboratorios públicos, la probable derogación de la resolución 150 heredada de tiempos de Carlos Menem y Domingo Cavallo, y una participación más activa del organismo para incidir en los precios del mercado farmacéutico.

El nuevo administrador de la ANMAT con experiencia en tecnología médica pero de quien se le desconoce especialización en medicamentos, tendrá como principal tarea “articular” la ANMAT con la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, señalaron a Pharmabaires voceros del Ministerio de Salud.

Precisamente, a Carlos Chiale, director de la ANMAT hasta el lunes pasado, se le adjudica “poca predisposición” para autorizar la producción de los laboratorios públicos, una de las causales de su remoción.

También se le adjudica escasa voluntad por acompañar la política de genéricos del gobierno nacional.

Además, el desplazamiento de Chiale implica que la “interna” con el viceministro de Salud Daniel Gollan, se definió en favor de Gollan por decisión directa de la presidenta Cristina Fernández, admiten en el Ministerio de Salud.

“La interna venía desde los tiempos en que Gollan era el vicedirector de la ANMAT durante la gestión de Graciela Ocaña como ministra de Salud y Chiale era el director del INAME. De fondo es un tema ideológico”, admiten los voceros oficiales.

Es cierto: hay un trasfondo ideológico en la remoción de Chiale. Poco después de asumir, Gollan delineó como debía funcionar una política de medicamentos activa para acompañar al secretario de Comercio, Augusto Costa, en la puja por los precios. “Si yo fuese el ministro haría...”, fue la introducción a varias preguntas sobre su visión de futuro.

 Uno de los temas que mencionó fue la derogación de la resolución 150/92 de Menem-Cavallo-Araoz a la que consideró “discriminatoria” porque autorizaba el derecho de comercialización automática de los medicamentos importados mientras que a los nacionales “los tienen seis meses juntando orina”.

Para Gollan la resolución 150 tuvo sentido en los tiempos de Menem cuando la ANMAT “estaba vaciada, pero no ahora que tiene más de 1.200 profesionales”, comentó.

Poco después, Chiale incorporó a India en la Anexo II de la Resolución 150 luego de enviar inspecciones a ese país para habilitar la importación de cinco laboratorios hacia Argentina. Pero no eliminó la Resolución 150.

Eliminar la resolución 150 permitiría aplazar o demorar el ingreso de los medicamentos importados de alto costo que son los que hoy desangran al PAMI y a las obras sociales. Dejaría de funcionar como un dispositivo “automático” y hasta se podría someter las autorizaciones de comercialización a estudios previos de costo/beneficio.

Los voceros oficiales coinciden que Chiale era “un hombre de (Juan) Manzur”, el ministro de Salud que parece haber comenzado su definitivo repliegue y posiblemente abandone el Gabinete en diciembre venidero, cuando se concentre en la campaña electoral a gobernador de Tucumán.

Hace tres semanas, cuando los rumores sobre la remoción de Chiale estaban creciendo en el ambiente, los voceros del Ministerio de Salud aseguraron que  Chiale estaba firme en el cargo porque gozaba del respaldo de Manzur y que las versiones eran “operaciones” de prensa.

También en esos días los voceros oficiales aseguraron que Cristina Fernández había recibido a directivos de la industria nacional y les había asegurado que “no hay cambios” y que “cualquier cosa hablen con Juan (Manzur)”.

En realidad, cuando la presidenta habló de que no estudiaba cambios se refería al ministro y no a Chiale, interpretan ahora en los despachos ministeriales.  

Los funcionarios desmintieron otras versiones que se tornan recurrentes cuando hay cambios en organismos oficiales: Nada que ver con un desembarco de La Cámpora en la ANMAT.

En todo caso, hay que apuntar hacia Kolina, la agrupación de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, con quien vinculan políticamente a Gollan.

Sin embargo, ahora no parece inocuo que trece diputados nacionales de la Campora presentaran recientemente un proyecto para prohibir la publicidad de medicamentos de venta libre que,  por elevación, expuso la incapacidad de la ANMAT para controlar el sector. 

Solo así se entiende que un nucleo duro del oficialismo presente un proyecto que desnuda incapacidades desde un organismo oficial, aunque no lo mencione.

El desplazamiento de Chiale fue guardado con el hermetismo que impuso la presidenta. Es así que el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Salud, se reunieron el lunes con sus respectivos equipos técnicos para evaluar las medidas de prevención ante un eventual caso de ébola. De la ANMAT y los cambios que se producirían horas después, no hubo ni una mínima referencia.  

En la lectura del modelo futuro para la ANMAT se pronostica una agencia reguladora no solo del ingreso de nuevos medicamentos, sino que incida en el mercado a través de los medicamentos de producción nacional, los genéricos e incluso la autorización de biosimilares, como acaba de regular Colombia, para bajar los costos de los tratamientos.

O sea, una ANMAT más activa y con perfil “nacional y popular”.