PODEMOS SIN PATENTES
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El movimiento Podemos de España, primera fuerza política en intención de votos si las elecciones legislativas fuesen ahora, propuso anular la patente de Sovaldi de Gilead, debido al elevado costo de sus tratamientos contra la hepatitis C que en Europa oscilan en alrededor de 60 mil euros.
La posición de Podemos fue expresada por su ascendente líder, el eurodiputado Pablo Iglesias, al entrevistarse con los enfermos de hepatitis C que se abroquelaron en un hospital de Madrid en reclamo del medicamento “milagroso” contra la enfermedad.
Iglesias propuso “expropiar la patente” de Sovaldi para que el gobierno español suministre una versión genérica a los 30 mil enfermos de hepatitis C que requieren urgente del medicamento en España.
La propuesta la realizó durante una asamblea en la puerta del hospital Doce de Octubre de Madrid rodeado de camisetas rojas, símbolo adoptado de los pacientes.
Pablo Iglesias afirmó que la concesión de licencias obligatorias es una opción contemplada en la Convención de Doha de la OMC “que permite que en circunstancias de excepcionalidad cuando se trata de salvar vidas, no hay patente que esté por encima del derecho a vivir”.
“La propia OMS (Organización Mundial de la Salud) admitió que la Declaración de Doha reconoce que los altos precios de medicamentos causados por la protección de las patentes son parte de los graves problemas que afligen a los países en desarrollo y a los Programas Médicos Asistenciales (PMA)”, afirmó Iglesias.
La posición de Podemos implicó un giro, ya que Iglesias había demandado en primera instancia al gobierno de Mariano Rajoy para que suministrara tratamientos de Sovaldi para todos y todas, como reclaman los pacientes.
El Grupo de los Verdes en el parlamento europeo también apuntó contra la patente de Sovaldi. Pero fue el único bloque hasta ahora en cuestionar el monopolio de los derechos de propiedad intelectual.
Las autoridades comunitarias de Bruselas eludieron el debate afirmando que financiar o no medicamentos de alto costo era una decisión de cada país. Alemania y Francia son los únicos que cubren la totalidad de los tratamientos contra la hepatitis C.
“El derecho a enriquecerse de una multinacional nunca puede estar por encima del derecho a vivir de las personas”, reforzó el nuevo emergente de la política española.
Por eso, invitó al gobierno español a “ser valiente” y resaltó que “los gobiernos tienen que poner fin a las multinacionales que practican monopolios, que hace que para que algunos ganen más dinero que nadie, otros tengan que morir”.
La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de España realizará una caravana hasta Bruselas, sede de la UE, el 21 de enero con la finalidad de seguir reclamando el acceso universal a los tratamientos.
Gilead arribó a un acuerdo con laboratorios indios para producir una versión genérica de su medicamento a un costo de mil dólares el tratamiento. Pero para países pobres de África.