LA UIA PIDE CAMBIOS AL PROXIMO GOBIERNO

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El próximo gobierno deberá introducir cambios en el sistema tributario para apoyar la producción y desalentar la especulación, mientras que la falta de ajuste por inflación es la principal preocupación de los empresarios argentinos, coincidieron economistas convocados por la Unión Industrial Argentina (UIA).

La falta de ajuste por inflación fue definida como el aspecto más negativo del actual modelo por el 44 por ciento de los socios encuestados por la UIA en el marco de la Encuesta de Actualidad Industrial 2015 y cuyos resultados fueron difundidos recientemente por la entidad.
En segundo aspecto más negativo fue el impuesto sobre los débitos y los créditos (23 %) y en orden decreciente las quejas apuntaron a  ingresos brutos (19%), retraso en el reintegro de saldos del IVA acumulados (12%) y tasas municipales (3%).
Durante el reciente seminario “Pensando la Argentina industrial de la próxima década” organizado por la UIA, los expositores coincidieron en la necesidad de eliminar el impuesto a la ganancia mínima presunta, por el bajo efecto fiscal que tiene y las distorsiones que implica, así como una eliminación de los derechos de exportación a la industria y las economías regionales para incentivar las exportaciones.
También coincidieron en la reimplantación del ajuste por inflación en forma gradual y avanzar hacia la reforma tributaria a largo plazo que incentive la producción y el trabajo argentino.
“Nosotros planteamos que Argentina necesita una política tributaria que promueva el desarrollo industrial”, sintetizó, a modo de visión hacia el futuro, el secretario de la UIA, Horacio de Mendiguren, durante la apertura del seminario “Pensando la Argentina industrial de la próxima década”.
Carlos Abeledo, del departamento de Política Tributaria de la UIA, expuso las propuestas diseñadas desde su centro de estudios, destinadas a ser debatidas con el próximo gobierno, cualquiera sea su signo partidario.
Abeledo propuso la posibilidad de utilizar el pago a cuenta del impuesto sobre los débitos y créditos en las transacciones financieras, la resolución de la acumulación y no devolución de saldos técnicos en el IVA sobre bienes de capital, la reimplementación del ajuste por inflación en forma gradual y la unificación de códigos tributarios provinciales y municipales.
Nadin Argañaraz, del Movimiento de Unidad de la UIA, explicó que la política tributaria puede impulsar la actividad productiva mediante “una baja agresiva de la carga impositiva y el fomento a la inversión para aumentar la rentabilidad que genere nuevo empleo formal y baje la pobreza, con beneficios adicionales para pymes”.
“Además, los derechos de exportación para la industria y las economías regionales deben ser eliminados”, también reclamó Argañaraz.
“Es necesario hacer cambios porque el sistema tributario como está concebido no ayuda a la industria, que necesita crédito”, afirmó Miguel Braun, uno de los fundadores de CIPPEC, magíster en Economía por la Universidad de Harvard y licenciado en Economía de la Universidad de San Andrés.
“Hay que hacer cambios con prudencia y gradualismo, pero también con responsabilidad para no desfinanciar al Estado, reorientando el gasto público para aquellas actividades que lo necesitan. La calidad fiscal, la confianza macro y un gasto público que incentive a la inversión resultan los ejes para el futuro”,reforzó Braun.
El economista Marco Lavagna, candidato a diputado nacional por el Frente Renovador, lamentó que “la presión impositiva recae sobre el sector formal de la economía” y en consecuencia “actualmente, como está diseñada, fomenta la informalidad”.
“Hay que pensar no sólo en el financiamiento del Estado, sino también en el incentivo a la producción. A la hora de pensar en una reforma tributaria es importante que sea simplificada, con el foco en el desarrollo económico”, completo el hijo del ex ministro Roberto Lavagna.