FARMACEUTICAS ENTRE INDUSTRIAS DE MAYOR COMPETITIVIDAD SECTORIAL
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Las industrias de alimentos, farmaceúticas, insumos metálicos básicos, productos químicos, industria del cuero y bebidas figuran primeros en el ranking de competitividad sectorial. Los laboratorios argentinos se ubican así en la punta de la pirámide durante 2015 a semejanza del año pasado, pero aún tienen capacidad para seguir creciendo.
De acuerdo al Reporte de Competitividad Sectorial 2015 de la consultora ABECEB, el primer puesto en el ranking de competitividad le corresponde a alimentos con 73,78 puntos sobre un índice máximo de 100. En segundo lugar se ubica la industria farmacéutica con 73,28 puntos.
El tercer lugar es para insumos básicos con 71,08 puntos, el cuarto para productos químicos con 70,29 y en el quinto puesto para la industria del cuero con 70,27.
Estos sectores son los únicos que superan la barrera de los 70 puntos, pues bebidas y tabaco suman 69,16 y 68,19, respectivamente. Estos son los sectores que para ABECEB tienen el mayor índice de competitividad.
En el nivel de “competitividad intermedia” se ubican “sectores con alto potencial como automotriz, productos de petróleo, otros productos de metal, caucho y plástico, y autopartes.
Los de baja competitividad son aparatos eléctricos, radio y televisión, calzado, indumentario y madera.
El promedio general es de 64,37 puntos y en consecuencia solo 11 sectores sobre 24 superan el promedio nacional, mientras que los trece restantes presentan un grado de “competitividad inferior a la media”, comparó el informe.
Los sectores alimentos y farmacéuticos ya habían encabezado el ranking de 2014 y también los siguientes tres puestos se repitieron entre los cinco primeros del año pasado. “Al excluir del análisis los factores sistémicos y considerar únicamente los factores sectoriales, alimentos, farmacéutica e Insumos metálicos básicos se mantienen como los tres sectores de mayor competitividad”, completó el informe, en la comparación con 2014.
“En base a un significativo mercado interno y una amplia inserción internacional de sus productos, con ventajas competitivas reveladas y elevada diversificación de sus destinos, el sector alimentos se destaca como el más competitivo del país, con 73,76 puntos sobre un máximo de 100”, destacó el informe.
“En la industria alimenticia la ventaja comparativa de Argentina en cuanto a los recursos naturales juega un rol preponderante. En muchos subsectores, como es el caso de la molienda o la industria láctea, las principales industrias a nivel mundial se localizan en las cercanías de los centros de producción primaria, lo que permite minimizar costos logísticos y acceder a la materia prima a un menor costo. En base a esta ventaja, Argentina avanzó en la cadena productiva y logró desarrollar empresas de renombre mundial y exportadoras de alimentos”, detalló la consultora.
Sobre el sector farmacéutico, el informe resaltó que posee “excelente posicionamiento en estructura de base y variables sectoriales referidas a trabajo y capital. En particular, “sobresale en factores como inversión en infraestructura y calificación de sus trabajadores, así como la baja informalidad y el costo laboral unitario”, subrayó ABECEB.
La industria farmacéutica argentina “tiene una larga historia en el país, lo que ha permitido el surgimiento de laboratorios nacionales que son jugadores regionales y que poseen una fuerte integración vertical. Se suman los principales laboratorios multinacionales que también están instalados en el país. Existe una fuerte base para el desarrollo de la biotecnología a partir de varias empresas con altos estándares de innovación”, completó el informe sectorial sobre los laboratorios radicados en el país.
Asi también pronostica que “el cambio de ciclo que se abre a partir de diciembre ofrece para Argentina una oportunidad inmejorable para avanzar en la configuración de un entramado productivo que permita aprovechar nuestras potencialidades”.
Además del sector agroindustrial en que Argentina posee ventajas comparativas, ABECEB también destacó que hay sectores con capacidad de “inserción regional y mundial”.
“Laboratorios, la biotecnología y el fotware, entre otros, son algunos de estos nichos de alto dinamismo y creciente en la estructura económica” que pueden insertarse a nivel regional o mundial para la consultora.
La consultora también advirtió que “la política industrial es necesaria pero no suficiente” y que “es tarea del Estado promover además un contexto propicio para que las capacidades productivas no resulten perjudicadas por los factores sistémicos”.