PAMI: HERIDAS QUE NO CIERRAN

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La renovación del convenio PAMI dejó un tendal de heridos. Especialmente entre los farmacéuticos que se dividieron entre los que se conformaron con un “Acta-Acuerdo” complementaria al convenio y los colegios de Buenos Aires y Córdoba que se colocaron a la vanguardia de la ruptura. Para la industria también hubo un costo alto que pagar, además de un “descuento” de 1.600 millones de pesos, pues debieron aceptar un sistema de precios que hace “ruido” entre los laboratorios.

Los buenos modales y el diálogo fluido que acompañó el proceso de renovación del Acuerdo PAMI hasta el 31 de diciembre dejaron paso, luego de la firma, a un sabor amargo para muchos. Un tendal de heridos. Y empresarios también disconformes. Es cierto que hay o había otro clima con la nueva conducción. Pero tampoco, en el contexto actual argentino, podía esperarse de  soluciones milagrosas.
Los heridos hay que contarlos, especialmente, entre los farmacéuticos. La última reunión de la COFA se realizó en un total hermetismo durante casi ocho horas en un clima muy tenso, como no ocurría en años, revelaron algunos de los participantes del Confederal.
“En la práctica se produjo una fractura entre Provincia de Buenos Aires, Córdoba y el resto, con Capital en una posición neutral”,  explicaron los voceros.
Tuvimos seis meses para presentar un proyecto alternativo y no presentamos nada”, se quejó Isabel Reinoso, titular del Colegio de la Provincia de Buenos Aires que, junto con Córdoba, convocaron a una jornada de protesta contra el nuevo convenio para el lunes 11 de abril, durante el Confederal en la COFA.
“Los bonaerenses y los cordobeses tienen razón en sus quejas, pero son inorgánicos y tampoco sirven las medidas espasmódicas”, comentó otro de los participantes del encuentro, que compartió las críticas de Reinoso, pero no la metodología.
El Acta-Acuerdo entre el PAMI,  la COFA, la Federación Argentina de Cámara de Farmacias, FEFARA y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales que en su versión original proponía una comisión de trabajo conjunta pero luego desapareció en el texto final que es mucho mas “light”.
En el primer borrador también se mencionaba el compromiso de “discutir”  el nivel de aportes y bonificaciones que realizan las farmacias. Los colegios recordaron, de paso, que las bonificaciones son del 14 por ciento promedio y que “el tiempo de los aportes realizado fue de doce (12 años” (en negritas en el original).
A su vez el PAMI blanqueó el nuevo sistema que deja alrededor de 160 producto activos (incluida la popular amoxicilina en presentaciones combinadas)  fuera de la "Provisión de Medicamentos por Razones Sociales",  lo que implica que se acabó la cobertura del 100 por ciento.
“Estas medidas buscan hacer del PAMI una obra social sustentable, fomentar las mejores prácticas profesionales y mejorar los controles para hacer más eficiente el sistema”, señaló un comunicado del organismo.
PAMI “mantendrá la cobertura del 100 por ciento para una lista de medicamentos fruto del análisis realizado en conjunto con una agencia acreditada en evaluación de tecnologías sanitarias y en el contexto de un Convenio con la Universidad de Buenos Aires, explicó.  Esa agencia, por ahora, es solo un proyecto que está en manos del ministro de Salud, Jorge Lemus.
En cuanto a los fármacos excluidos,  el PAMI aseguró que “la evidencia médica disponible no resulta suficiente para determinar beneficios clínicos significativos”.
“Este es el primer paso hacia un PAMI ordenado, transparente e innovador”, resaltó el comunicado oficial.
Pero, hay quienes dudan de la eficacia prometida. Uno de los dirigentes farmacéuticos participante de las discusiones del nuevo convenio tuvo una visión crítica de los resultados que persigue la nueva conducción: “podrán hacer ajustes pero al final les puede resultar más caro al PAMI. Yo creo que en cien días nos vamos a tener que sentar de nuevo a negociar”.