VIENEN POR LAS PATENTES

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La UE quiere discutir cambios en las patentes farmacéuticas como condición para avanzar en un Tratado de Libre Comercio con el Mercosur. Preocupación entre empresarios argentinos por las exigencias europeas.

La UE informó oficialmente que quiere debatir cambios en los regímenes de propiedad intelectual vigentes en América Latina en el marco de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio con el Mercosur.
La exigencia fue transmitida la semana pasada por funcionarios de la Cancillería y de la Secretaria de Comercio a las cámaras industriales farmacéuticas.
Precisamente, el secretario de Comercio Miguel Braun, recibía a empresarios farmacéuticos para comunicarle la mala noticia, el mismo día en que la UIA expresaba su preocupación y malestar por la apertura de la economía en el Día de la Industria.
Entre algunos de los condicionamientos que se imponen para iniciar las negociaciones figuran la eliminación de impuestos a las exportaciones, el incremento de los estándares de las patentes, y que los capitales de origen europeos tengan un trato equitativo en materia de promoción a la inversión.
El capítulo patentes debía quedar fuera de las negociaciones, habían propuesto industriales argentinos durante las conversaciones preliminares con funcionarios de la Cancillería, para evitar que ocurriese lo mismo que durante las negociaciones de otros tratados de libre comercio como el TPP (Estados Unidos y socios del Pacífico) que el tema propiedad intelectual trabó el acuerdo final durante años.
“La idea era avanzar en el Tratado de Libre Comercio dejando afuera patentes, que quedaría para debatir como último tema para que no pasara los mismo que con el TPP”, reconoció uno de los interlocutores de la industria. Pero desde Bruselas hay otra mirada.
 Las negociaciones con la UE se destrabaron durante los recientes encuentros del presidente Mauricio Macri con su colega francés Francois Hollande y con el Premier italiano Matteo Renzi.
 En el capítulo propiedad intelectual, la UE reclama que las legislaciones nacionales garanticen el derecho de patentes de las multinacionales en los más diversos ámbitos industriales, pero en especial en medicamentos, tal como ocurrió con el TPP que los países latinoamericanos de la Cuenca del Pacífico firmaron con Estados Unidos.
Una matriz adaptada al modelo de las multinacionales sería la implementación de un sistema único de reconocimiento de las patentes, mediante el cual bastaría que un medicamento obtuviese una patente en Brasil o en Argentina, para que tuviese igual protección en el resto del bloque, tal como alertó recientemente Rubén Abete, secretario general de ALIFAR.
En el TPP firmado Estados Unidos y sus socios del Pacífico se impuso la extensión de la exclusividad de datos de entre cinco a ocho años, aunque todavía hoy PhRMA considera que es un plazo insuficiente y reclama doce años.