LEMUS Y LA AGENCIA EVALUADORA SIGUEN FIRMES EN LA AGENDA OFICIAL
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La eyección de Luis Scervino de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) no modifica la intención del gobierno de Mauricio Macri de instaurar la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias por decreto antes de fin de año y tampoco salpica la continuidad del ministro de Salud, Jorge Lemus.
Precisamente fue el ministro Lemus quien recibió la orden presidencial de pedir la renuncia de Scervino poco después de que finalizara la marcha del 22 de agosto de las centrales sindicales.
El propio Macri fue quien desde el otro lado del teléfono le ordenó que se desprendiera inmediatamente del titular de la SSS, una orden que lo tomó por sorpresa, pero que cumplió con presteza.
Lemus tuvo la oportunidad días después y durante una reunión ya prevista en la COMRA de cruzarse personalmente con Scervino y con un grupo de interlocutores que incluía a los anfitriones, los médicos de la CABA, directivos de la obra social de comercio Osecac y de la Asociación Civil de Actividades Médicas (ACAMI), entre otros prestadores.
De la reunión surgió la certeza de que los financiadores del sistema apoyan la creación de la Agencia Nacional de Evaluación y que el compromiso es “si o si” respaldar sin sombras de ambigüedad la iniciativa, aún sin Scervino que ha sido uno de los impulsores del proyecto cajoneado en el Senado Nacional y que por eso requiere para nacer de un decreto presidencial.
“No hay sectores importantes en contra de la Agencia Nacional de Evaluación, pues las obras sociales provinciales, las empresas de medicina privada y el PAMI también se expresaron a favor”, señaló a Pharmabaires uno de los participantes del cónclave.
Durante la reunión Scervino intentó desgranar las causas de su eyección de la SSS que “no tiene nada que ver con la supuesta falta de controles del dinero que se giran a las obras sociales”, por alrededor de 30 mil millones de pesos al año, como sugestivamente señalaron algunas editoriales, como si el funcionario hubiese sido un caballo de Troya del sindicalismo.
“Acusar a Scervino de falta de controles es una mentira. Por el contrario, mejoró los controles del dinero gastado por las obras sociales en medicamentos y tecnología. Consiguió rebajas importantes en tratamientos y medicamentos de alto costo y como nunca estuvo con el ojo puesto encima de los contratos con las clínicas y sanatorios como principales prestadores”, coincidieron sus colaboradores en la SSS y voceros del Ministerio de Salud.
Entonces el desplazamiento fue una “decisión exclusivamente política” que adoptó el presidente Macri cuando se enteró que en la reñida votación del Consejo Directivo de la CGT sobre la marcha del 22 de agosto, fueron José Luis Lingeri (el hombre que acercó a Scervino, y Andrés Rodríguez quienes virtualmente desempataron a favor de la movilización). Un tercero en la picota fue Luis Barrionuevo.
“¡Son unos traidores!”, exclamó Macri cuando se enteró de la posición de ambos sindicalistas con quienes había acordado “un plan a largo plazo” sobre la devolución del dinero adeudado a las obras sociales desde los tiempos de la presidencia de Cristina Fernández. Un acuerdo de conveniencia, sin conflictos en el horizonte, que se hizo trizas el 22 de agosto por la tarde cuando Lemus recibió la imperativa llamada presidencial.
En cuanto a Lemus, no hay cambios que afecten su personalidad imperturbable propia de un académico y no un de político., pese a algunas versiones que lo colocaron en la “cuerda floja”, como especuló La Política Online sobre las futuras “purgas” en el Gabinete.
En el Ministerio de Salud aseguran que la continuidad de Lemus está garantizada hasta la Cumbre del G20 del año próximo en Argentina, ya que uno de los temas de la agenda será el sistema universal de salud de Argentina que la OMS ha tomado como ejemplo. Muchos se preguntan si se trata de un error, una ironía o simplemente el desconocimiento de funcionarios apoltronados en Ginebra.
El sucesor de Scervino es Sandro Taricco, hasta ahora el Gerente General de la SSS y que acompañó las líneas directrices y los principales ejes de la gestión de su antecesor.
Por ejemplo, en varios seminarios públicos Taricco se refirió al "Observatorio de Precios de Medicamentos creado como herramienta de gestión para las Obras Sociales”.
Ese observatorio emitió un diagnóstico sobre el gasto de las obras sociales disponible en la página de la SSS que indica:
1) Elevada concentración del gasto en un número reducido de patologías y drogas.
2) Elevada dispersión en los precios de compra de medicamentos que no se explica únicamente por el tamaño de las OS ni por el volumen de compra.
No obstante:
- Un 54% de las OS presentan precios de compra dentro de los valores esperados.
- Solo un 11% de las OS compran sistemáticamente precios de compra muy por encima de los valores esperados.
4) Elevada concentración de prestadores y alta correlación con el indicador de calidad de compra.
5) Elevada concentración en la distribución.
6) Un 40% de los distribuidores se encuentra integrado verticalmente.
7) Discriminación de precios por parte de los proveedores.
El diagnóstico surgió del relevamiento de 40 mil facturas abonadas por la SSS entre 2014 y 2015. “A partir de este análisis se estableció un precio promedio de las gestiones de compra de medicamentos y se evaluó cómo compran cada una de ellas, para ayudarlas a mejorar su gestión y ser más eficientes”, puntualizó Taricco.
También hizo referencia a la “actualización del Programa Médico Obligatorio (PMO) que no se había modificado por años”
Taricco destacó en varios seminarios que la actual gestión de la SSS “es una gestión de puertas abiertas, es muy importante la comunicación con las Obras Sociales, asistirlas para que mejoren sus procesos y servicio”.
Las próximas semanas indicarán si se respeta el lineamiento de las puertas abiertas, o si con la eyección de Scervino y el enojo de Macri con los sindicalistas, comienza otra historia.