EEUU Y LA UE BOICOTEARON PLAN DE ACCIÓN DE LA OMS PARA ACCESO A LOS MEDICAMENTOS
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Estados Unidos y algunos países de la UE boicotearon la reunión de la Junta Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que debatió en Ginebra las recomendaciones de un grupo de trabajo de la organización sobre el acceso a los medicamentos y la transparencia de los gastos de investigación.
El Grupo de Revisión de la Estrategia Global y Plan de Acción sobre Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual (GSPA, también llamado GSPOA) entregó un informe en noviembre de 2017, con un conjunto de recomendaciones sometidas al escrutinio de la Junta directiva de la OMS.
Para frenar las recomendaciones del grupo de trabajo se montó un boicot en torno a la Junta Ejecutiva de la OMS y países observadores, que deliberó la semana pasada en Ginebra.
Ese boicot fue encabezado por Estados Unidos con la anuencia de Alemania, el Reino Unido, Suiza, Suecia y Japón.
Precisamente Estados Unidos y Japón introdujeron cuestiones dilatorias al iniciarse la reunión de la Junta Directiva, maniobra que fue contrastada por Brasil y otros miembros de la Junta Directiva.
Al mismo tiempo hay países europeos como Portugal, Países Bajos y Austria que comparten las recomendaciones para frenar el alto costo de los medicamentos y se ha producido un cisma en la UE.
Luego de largas deliberaciones, la Junta Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud acordó solicitar a los estados miembros y a la organización que implementen recomendaciones para mejorar la innovación y el acceso a los medicamentos.
Sin embargo, tres recomendaciones, específicamente dirigidas a los estados miembros, sobre la transparencia en el costo de la investigación y el desarrollo de medicamentos, encontraron la resistencia de Estados Unidos y algunos países europeos y quedaron pendientes, para ser discutidas por los estados miembros sin plazo de tiempo.
El resultado puede ser interpretado como un triunfo de las maniobras dilatorias de Estados Unidos.
Las directrices adoptadas por el grupo de la OMS están en sintonía con el Panel de Alto Nivel para el Acceso a los Medicamentos conformado por el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon a fines de 2015.
Las empresas multinacionales aseguran invertir miles de millones de dólares en la investigación de nuevos medicamentos para justificar los precios exorbitantes con que luego ingresan al mercado.
Pero en contraste evidente de tales afirmaciones, un reciente informe del Instituto de Revisión Clínica y Económica de Estados Unidos (ICER), indicó que el medicamento más caro del mundo, Luxturna, para un tipo de ceguera infantil con un costo de 850 mil dólares, en realidad sería rentable para el fabricante Spark Therapeutics, con un precio de 153 mil a 217 mil dólares.
El Panel de Alto Nivel de la ONU presidido por la ex presidenta de suiza, Ruth Dreifus, e integrado por el argentino Carlos Correa, entre otros, entre sus recomendaciones propuso “remediar la incoherencia entre los derechos justos de los inventores, las leyes internacionales de derechos humanos, las normas comerciales y la salud pública en el contexto de la salud”.
Entre las conclusiones del GSPA que boicoteó Estados Unidos y algunos países europeos, se menciona que “los Estados Miembros apoyarán a la Secretaría de la OMS en la promoción de la transparencia y la comprensión de los costos de la investigación y el desarrollo".
El GSPA fue originalmente negociado y aprobado por todos los miembros de la OMS en 2008, aprobó 108 acciones y se le sumó como auditor a un subcontratista externo, elegido por la OMS, que no obtuvo la aprobación de algunos miembros de la organización, en particular India y Brasil.
Las 108 acciones de GSPA generalmente languidecieron durante los años y tienen fecha de expiración en 2018, por eso los miembros acordaron el año pasado ampliar el plazo de los objetivos hasta 2022.
Un panel de 18 expertos, compuesto por 3 expertos aprobados de cada una de las seis regiones de la OMS, fue designado para realizar una revisión de la estrategia global y el plan de acción.
El grupo de expertos recibió el mandato (Decisión EB / 14090) de revisar las 108 acciones para "recomendar un camino a seguir, incluyendo detalles de qué elementos o acciones se deberían agregar, mejorar o concluir en la próxima etapa de implementación de la estrategia global y el plan de acción sobre salud pública, innovación y propiedad intelectual, hasta 2022".
En sus recomendaciones de noviembre de 2017, el panel de revisión recomendó simplificar las 108 acciones en 33 incluyendo dos nuevas: agregar transparencia y resucitar una propuesta de un comité preexistente para pedir a los gobiernos que destinen el 0.01 por ciento de sus presupuestos a I + D de salud.
La recomendación de transparencia es la más irritativa para Estados Unidos y sus eventuales aliados europeos.
El argumento es que la revisión de los expertos no tenía mandato de introducir nuevas recomendaciones no incluidas en el GSPA que consiguió elaborar un plan de acción al término de arduas negociaciones y conciliando diferencias.
A favor de las recomendaciones del grupo de acción, otros países miembros de la OMS argumentaron que el mandato del grupo de revisión fue hacer cambios, eliminar algunos objetivos que ya no son relevantes y agregar otros nuevos.
Mientras tanto, la Unión Europea ha desarrollado un cisma sobre el tema de los costos y los precios de los nuevos medicamentos, ya que Portugal, los Países Bajos y Austria y otros han comenzado a tomar medidas para abordar los altos costos de la salud.
“La ironía de esta oposición ha sido señalada por los defensores de la salud, como en esos países, incluido Estados Unidos, los debates se están desatando a nivel nacional por los altos precios de los medicamentos y la falta de transparencia sobre cómo se fijan los precios”, remarcó la periodista Catherine Saez, corresponsal en la OMS de IP-Watch
Los países que avalan la adopción de las decisiones de la Junta Directiva señalan que las 108 acciones originales siguen siendo válidas hasta 2022, pero el gran número de acciones hace que GSPA no se pueda implementar sin priorizar, haciendo que las acciones de revisión de expertos sean útiles para la OMS.
Brasil llevo la ofensiva en el seno de la Junta Directiva de la OMS cuando Estados Unidos y Japón expusieron una táctica calificada de “dilatoria” con el fin de posponer el acuerdo sobre la implementación de medidas destinadas a facilitar la investigación y el acceso a los medicamentos.
Como respuesta y rompiendo el boicot, la Junta Directiva de la OMS definió como primer objetivo “enfrentar la escasez mundial de medicamentos y vacunas y asegurar el acceso a ellos”.
Los miembros de la OMS proclamaron “la necesidad urgente de abordar los precios y la disponibilidad de medicamentos y vacunas seguras y eficientes”, solicitando al director general de la organización, recientemente elegido, que “ayude a encontrar soluciones”.