BAYER Y JHONSON ACUERDAN PAGAR 775 MILLONES DE DÓLARES PARA CERRAR DENUNCIAS POR XARELTO

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Los laboratorios Bayer y Johnson & Johnson de Estados Unidos acordaron pagar 775 millones de dólares para cerrar 25 mil demandas contra los efectos colaterales ocultos del anticoagulante Xarelto, que en Argentina distribuye la multinacional alemana.

La indemnización será abonada a medias entre el fabricante original, Bayer, y su licenciataria en Estados Unidos, J&J. El laboratorio alemán aclaró en un comunicado que la compensación económica a los demandantes no implica reconocer el presunto ocultamiento de información médica sobre Xarelto y sus eventuales consecuencias.

Los demandantes acusaron a Xarelto de provocar lesiones y hasta casos fatales, pero los dos laboratorios no han admitido ninguna responsabilidad.

Los demandantes en el caso alegaron que Bayer y Johnson & Johnson no advirtieron adecuadamente los riesgos asociados con tomar el medicamento anticoagulante, que se prescribe para prevenir y tratar los coágulos sanguíneos, así como para reducir el riesgo de trombosis venosa profunda ( TVP), embolia pulmonar y apoplejía.

Las acusaciones incluyen testimonios de pacientes que aseguran haber experimentado un sangrado imparable luego de iniciar tratamientos con Xarelto prescriptos por sus médicos.

El sangrado condujo a otras afecciones graves, incluidas muertes, según el alegato presentado en los tribunales estadounidenses.

Bayer respondió que el "acuerdo permite a la compañía evitar la distracción y el costo significativo de un litigio continuo", pero no admitió ninguna responsabilidad.

La FDA en junio de 2018 ya había solicitado a Bayer que ampliara las advertencias sobre Xarelto y que, especialmente, alertara a los pacientes que no debían dejar de tomar el medicamento sin consultar a un médico, ya que pueden incrementarse un riesgo mayor de accidentes cerebrovasculares.

También el julio pasado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alertó sobre las consecuencias que podían ser hasta mortales de la interacción de  Xarelto con otros fármacos como antibióticos.

“El Xarelto, un medicamento usado como anticoagulante de la sangre, empezó mal su carrera comercial. El proceso de aprobación de este tratamiento de la farmacéutica Bayer, fue difícil desde el principio debido a los muchos efectos secundarios y sus no aclaradas reacciones adversas a largo plazo”, escribió por entonces el periodista especializado Miguel Jara de Madrid.

Jara explicó que Xarelto “estuvo entre los productos más vendidos de Johnson & Johnson en 2018, generando 2.500 millones de dólares en ingresos, aunque sus ventas cayeron ligeramente el año pasado en comparación con 2017, según sus informes anuales”.

“Se da la circunstancia que en 2014, el fabricante de medicamentos alemán Boehringer Ingelheim, acordó pagar 650 millones de dólares para resolver alrededor de 4.000 demandas por un fármaco similar, Pradaxa, al que también se culpó de muertes y lesiones graves”, mencionó Jara.

Xarelto ha sido el medicamento más vendido de Bayer durante muchos años. Una receta para Xarelto generalmente cuesta entre 450 y  540 dólares por mes en Estados Unidos y hasta 3.900 pesos en Argentina.

"Este convenio favorable permite a la compañía evitar la distracción y el coste significativo de continuar el litigio, que comenzó hace más de cinco años. Seguimos comprometidos con los más de 45 millones de pacientes a los que se les ha recetado Xarelto en el mundo”, añadió Bayer.

Bayer y Johnson & Johnson defendieron a Xarelto y negaron efectos colaterales graves, citando ensayos clínicos que mostraron que el medicamento era seguro y efectivo.

Pero, los abogados de los pacientes plantearon preguntas sobre si el ensayo clínico que llevó a la aprobación del fármaco fue defectuoso, tesis que surgió luego de que se comprobara que un monitor de análisis de sangre fue defectuoso, lo que posiblemente alteró los resultados.

Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) concluyó que los problemas no influyeron en los resultados.

En otra mala noticia para las multinacionales, Biogen y su socio farmacéutico japonés Eisai anunciaron su decisión de detener dos ensayos clínicos de Fase 3 con un medicamento llamado aducanumab, cuyo objetivo era disminuir el deterioro cognitivo al atacar proteínas tóxicas.

La decisión marcó una pérdida para Biogen, que apostó fuertemente por el fármaco en sus proyecciones de crecimiento, y perdió casi 16 mil millones de dólares en valor de mercado cuando se publicó la noticia.

El fracaso de la droga también marcó una pérdida para los partidarios de la hipótesis del beta-amiloide, una vez la teoría más aceptada sobre cómo la enfermedad de Alzheimer destruye el cerebro.