LA EXPERIENCIA DE LA DONACIÓN DE PLASMA CONVALECIENTE EN UN BARRIO POPULAR
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La campaña de donación de plasma convaleciente en un barrio popular de la Ciudad de Buenos Aires constituye el modelo de colaboración entre los vecinos, personal de la salud, entidades civiles y hospitales públicos, que puede ser replicado en otros territorios, explicó Hernán Bielsa, integrante de la campaña Donar Plasma Nos Une.
El barrio popular donde se concretó la experiencia es el Playón de Chacarita donde residen alrededor de trescientas personas y en donde los equipos sanitarios desembarcaron cuando el contagio de COVID comenzó a asolar a los vecinos, explicó Bielsa, quien además es secretario de Cultura de la FUBA y docente de la Facultad de Medicina.
Alrededor de cincuenta vecinos-cuando recibieron el alta- se ofrecieron para donar plasma, “pero surgieron dificultades para movilizarse desde el barrio, inconvenientes logísticos que complotaba contra la voluntad de donación”, explicó Bielsa, durante un zoom organizado por el centro de profesionales farmacéuticos CEPROFAR.
Entonces, la iniciativa fue trasladar la campaña al barrio, aunando esfuerzos entre el Hospital Tornú, que el hospital de referencia de la zona, la Fundación Hematológica Sarmiento, las autoridades del ministerio de Salud de la Ciudad y de Nación y los integrantes de la campaña Donar Plasma Nos Une, que en conjunto montaron el Operativo Detectar.
La Fundación trasladó un trailer-laboratorio al barrio, que fue instalado frente a la escuela Teodoro García, también de referencia para el vecindario. La campaña finalizó el viernes pasado movilizando el trailer prácticamente “puerta a puerta”.
“las campañas de donación pasivas no alcanzan y si los donantes por dificultades logísticas no pueden ir al hospital, los equipos de salud debemos ir a los barrios”, explicó Bielsa.
Durante la campaña de donación ocurrió un episodio que conmocionó a los integrantes del equipo de salud instalado en el territorio como fue el gesto de gratitud de un vecino que tenía un hijo trasplantado que se ofreció como donante de médula ósea, aunque ese no fuese el objetivo de la campaña.
“Fue un caso paradigmático de cooperación proactiva”, resaltó Bielsa, para quien la campaña en el Playón de Chacarita “puso en evidencia el reservorio de valores especialmente de gente con escasos recursos y que todos los días sale a trabajar en condiciones precarias”.
Esos vecinos “son los primeros en poner el cuerpo a disposición de su propia comunidad”, resaltó.
También comentó que el plasma inmunológico donado fue derivado al Hospital Tornú “para que los primeros pacientes que lo reciban, también sean los vecinos de la zona”.
Bielsa opinó que “esta es una experiencia que se puede extrapolar a otros distritos para articular estas políticas” y mencionó, como ejemplo, que los Hospitales Piñero y Clínicas han iniciado una campaña de donación de plasma en conjunto.
Soledad González, especialista en infectología y asesora del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, a su vez detalló que en el territorio bonaerense hasta comienzos de julio habían recibido plasma inmunológico 272 pacientes, de los cuales el 10 por ciento recibió la transfusión cuando estaban en grave estado.
González precisó que el plasma convaleciente es una terapia en etapa experimental pero que a partir de la experiencia en la provincia de Buenos Aires “demostró seguridad transfusional y beneficios y eficacia para los pacientes”.
La profesional durante su exposición mencionó ensayos con plasma convaleciente en China, Irán, Iraq, Países Bajos y, especialmente, los resultados obtenidos en la Clínica Mayo de Estados Unidos, donde recibieron tratamiento 35 mil pacientes.
“A mediados de agosto la Clínica Mayo difundió un informe favorable (a los tratamientos con plasma convaleciente) indicando que los beneficios superaban los riesgos”, mencionó durante el zoom de CEPROFAR.
Estos resultados favorables abonaron la decisión de la FDA de Estados Unidos de aprobar su uso incluso por afuera del programa original que había estado circunscripto a la Clínica Mayo.
Laura González, hemoterapeuta y coordinadora del programa de donantes en la Región Sanitaria Sexta de la provincia de Buenos Aires, coincidió que la transfusión de plasma convaleciente es todavía un método experimental “que está arrojando buenos resultados”.
“Cada vez tenemos mas donantes de plasma porque están recibiendo el alta”, comentó a partir de la campaña de donación que había coordinado horas antes en el playón del club Independiente.
“Todos los pacientes son iguales, pero hay enfermedades preexistentes, que indican quienes son compatibles con la transfusión y quienes no”, mencionó.
El comentario despejó las sospechas de favoritismo que difundió la hija de un paciente que a través de los medios cuestionó “el caso de un político” (Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora) que recibió una transfusión de suero inmune mientras, supuestamente, se le negaba a su padre.