FALSAS NOTICIAS Y VERDADES A MEDIAS, LA INFODEMIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

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La circulación de noticias falsas ha generado una “infodemia” que puede ser tan dañina y contagiosa como la pandemia, alertaron los profesionales interdisciplinarios de la plataforma CONFIAR que se propone, justamente, combatir los rumores y las Fake news.

“Hay que evaluar lo que compartimos para evitar la viralización de noticias falsas”, pidieron las bioquímicas Guillermina Calo y María Ayelén Milillo, y la bióloga Rocío Tognacca, durante un zoom organizado por el centro de profesionales farmacéuticos CEPROFAR.

Las expositoras intentaron desmontar las noticias alarmantes y sin sustento que se han intensificado contra las vacunas candidatas COVID, que cuestionan su eficacia y que introducen dudas sobre su seguridad debido a la velocidad con que están siendo ensayadas a nivel mundial y la promesa de que ingresarán al mercado en pocos meses.

“Hay ocho vacunas en Fase Tres de las que podemos decir que son seguras, pero de ninguna podemos decir que son eficaces hasta que no se complete esa fase de los ensayos”, explicaron las profesionales.

Al mismo tiempo, afirmaron que “la incertidumbre y la desconfianza se generan porque las vacunas han surgido en cuestión de pocos meses, desde que se desató la pandemia”.

Sin embargo, “ninguna vacuna apareció de la nada en cuestión de dos o tres meses, pues las candidatas están utilizando tecnologías que ya se investigaban para otros tipos de virus y fueron adaptadas para el COVID”, detallaron las integrantes de CONFIAR, plataforma que comparte y difunde la agencia pública Telam.

“Además, en estos momentos hay muchos recursos humanos y de financiamiento volcados a la búsqueda de una vacuna eficaz y eso acelera los tiempos, lo que no quiere decir que se estén saltando etapas para que los laboratorios ganen dinero y nos infecten a todos”, subrayaron.

Otras de las versiones alarmistas apunta a los supuestos riesgos de la nueva tecnología genética ARN que utilizan dos de las candidatas (Moderna y Pfizer), pero las bioquímicas de la UNLP e investigadoras del Conicet, explicaron que el “ARN no se puede insertar al material genético” y en consecuencia es una fake news.

Sin mencionar explícitamente, también desmontaron la noticia que circuló en los últimos días sobre una vacuna oral contra el virus que investigaba un equipo de científicos en Córdoba y que, supuestamente, se quería silenciar por intereses de mercado.

Nadie está demorando nada, pero si no se presenta información ante las autoridades regulatorias y los protocolos a los comités de ética de los hospitales donde se pretende seguir con los ensayos, nadie tendrá información verídica y todo serán rumores”, explicaron.

“Una investigación muy incipiente no puede extrapolar los resultados a una fase superior, por más que puedan ser alentadores”, reforzaron. Los ensayos de la vacuna que se ensaya en Córdoba han sido, hasta ahora, solo con cobayos.

En igual sentido, explicaron que para suministrar plasma de convaleciente “hay que ajustarse a un protocolo y los hospitales tienen medidas estrictas para determinar quien puede o no entrar en la selección de las personas adecuadas para recibir el tratamiento”, al replicar las denuncias de algunos pacientes y familiares que hablaron de “favoritismo” cuando le denegaron la transfusión.

“Tampoco los corticoides deberían ser utilizados en un contexto rutinario porque pueden generar reacciones adversas”, remarcó Rocío Tognacca, becaria doctoral en el IFIByNE - UBA – CONICET.

“Hay que evaluar lo que compartimos para evitar la viralización de las noticias falsas y alentar las conductas prudentes y esperar las evidencias sólidas de los ensayos clínicos antes de difundir”, recomendaron al auditorio.

La desconfianza que las profesionales argentinas mencionaron sobre las vacunas es alentada por los militantes “antivacunas” que siempre existieron pero que en el actual contexto parecen estar creciendo en las sociedades europeas, según una encuesta de la revista The Lancet, publicada por ABC de España.

The Lancet resaltó que “los antivacunas están teniendo un éxito creciente en países desconfiados hacia la gestión de la pandemia que están haciendo sus gobiernos y élites científicas”.

La encuesta arrojó como conclusión que “la confianza en las vacunas sigue siendo baja en Europa en comparación con otras regiones y oscila del 19 por ciento en Lituania al 66 por ciento en Finlandia”.

En España el resultado fue del 54,38 por ciento a favor de las vacunas y apenas 0,85 por ciento “totalmente en desacuerdo” a las campañas de vacunación.

The Lancet advirtió que “hay indicios de que (la desconfianza) está aumentando en la UE, particularmente en Finlandia, Francia, Italia e Irlanda, así como en el Reino Unido”, aunque “varía ampliamente entre países y regiones del mundo”. 

La falta de confianza en las vacunas es, según la OMS, “una de las diez principales amenazas para la salud mundial”.

Sobre todo, señaló que en países “que experimentan inestabilidad política y extremismo religioso” se está observando “un escepticismo cada vez mayor”, así como un aumento en “la difusión de información errónea” sobre todo en internet, lo que supone “una amenaza para los programas de vacunación en todo el mundo”. 

Daniel Salmon, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, señaló en un artículo adjunto al estudio que “la mayoría de los temores a las vacunas no están respaldados por evidencia científica”

Salmon destacó que “las vacunas tienen un notable historial de seguridad que demuestra que los beneficios de la vacunación superan los riesgos”.

Para este médico estadounidense, el verdadero riesgo es que vacunas como las del Covid-19, “nunca alcancen su potencial debido a una incapacidad continua por parte de las autoridades para responder rápida y eficazmente a las preocupaciones públicas” sobre su seguridad.