Una comisión independiente de la OMS concluyó que 83 socorristas de emergencia ante el brote de ébola 2018-2020 de la República Democrática del Congo, incluidos unos 21 empleados y consultores de la OMS, abusaron de decenas de mujeres congoleñas, obteniendo sexo a cambio de promesas de empleo, y también violaron directamente a nueve mujeres. 

Las conclusiones validan los informes publicados por primera vez en septiembre de 2020 en una investigación de la New Humanitarian y la Fundación Thomson Reuters.

La OMS informó que se trata “de un primer paso de las investigaciones, sin juicios ni sentencias, y sin administradores de alto nivel de la OMS todavía nombrados como responsables”. 

“La mayoría de las víctimas escuchadas por el equipo de revisión fueron mujeres, pero 12 hombres también dijeron haber sido víctimas de abuso y explotación sexual”, detalló Malick Coulibaly, exministro de Justicia de Malí, en una conferencia de prensa.

Coulibaly fue uno de los cinco miembros del panel encargado de investigar las denuncias de unas 75 mujeres, contra 25 miembros del personal de la OMS y otros trabajadores de la ONU, durante la crisis del ébola de 2018-2020 en las provincias de Ituri y Kivu del Norte.

La comisión entrevistó a unas 3063 mujeres testigos, de entre 13 y 43 años, junto con 12 hombres, todos presuntamente explotados y abusados ​​por los equipos de respuesta al ébola que incluían alrededor de una docena de otras organizaciones de la ONU y ONG, coordinadas por la OMS con el gobierno de la República Democrática del Congo.

La directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, que supervisó personalmente gran parte de la respuesta masiva de la OMS al brote de ébola en las provincias de Ituri y Kivu del Norte en la República Democrática del Congo que mató a unas 2299 personas, dijo que el informe la había dejado “humillada y horrorizada”.

El círculo de casos de abuso sexual se multiplicó a medida que la OMS reclutó a un gran número de personal local e internacional para combatir el brote, "sin licitación y sin verificación de antecedentes ", explicó Coulibaly.

La comisión confirmó las mayorías de las acusaciones que habían enumerado las víctimas: violaciones, abortos forzados, promesa de trabajo a cambio de relaciones sexuales y finalmente la intimidación para que no presentaran denuncias.

“A las víctimas les prometieron trabajos a cambio de relaciones sexuales, o para poder mantener sus trabajos”, reconoció Coulibaly.

“La mayoría de las víctimas se encontraban en una situación económica y social muy precaria durante esa respuesta. Muy pocos habían completado la educación secundaria, algunos nunca habían ido a la escuela”, agregó. 

“La mayoría de las víctimas no consiguieron los trabajos que se les prometieron a pesar de que aceptaron tener relaciones sexuales.

Los acusados de la OMS incluyen personal médico y consultores contratados tanto a nivel local como internacional, así como algunos conductores de vehículos y personal de seguridad, detectó la comisión investigadora.

En 29 de los casos investigados, las mujeres congoleñas quedaron embarazadas a manos de sus abusadores, y 22 mujeres fueron madres, mientras que las restantes fueron obligadas por sus abusadores a abortar, agregó Coulibaly. Nueve víctimas también dijeron que fueron violadas.

“A pesar de las conmovedoras narrativas de las víctimas la mayoría de los perpetradores negaron los hechos e incluso afirmaron que las relaciones sexuales fueron consensuadas”, mencionó Coulibaly. “Todo contribuyó a aumentar la vulnerabilidad de las presuntas víctimas, no se beneficiaron de ayuda y asistencia”.

El director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó el informe de “lectura desgarradora” y dijo que se consideraba “personalmente responsable”.

Tedros, que visitó la República Democrática del Congo catorce veces durante el brote de ébola, también dijo que nunca había escuchado noticias del abuso generalizado cuando estuvo “en el terreno”.

“El tema no me fue planteado, probablemente debería haber hecho preguntas”, comentó Tedros.

En el informe escrito, la Comisión Independiente afirmó que “no tenía información en este momento que pudiera dar lugar a una responsabilidad personal por parte del Dr. Tedros Ghebreyesus, el Dr. Michael Ryan o la doctora Matshidiso Moeti en relación con el manejo incorrecto de los incidentes. de explotación y abuso sexuales por parte del personal de la OMS o en relación con denuncias de explotación y abuso sexuales publicadas en la prensa”.

Todos los sospechosos de abusos, menos cuatro miembros del personal de la OMS y los consultores que supuestamente estuvieron directamente involucrados en el abuso, ya no trabajaban para la organización, y esos últimos cuatro fueron despedidos recientemente, agregó el director general.

Dos altos funcionarios de la OMS también han sido puestos en licencia mientras se lleva a cabo una investigación sobre su posible papel en el supuesto encubrimiento de las actividades de abuso sexual en la República Democrática del Congo, confirmó también Tedros.

"Y hemos tomado medidas para garantizar que otros que puedan estar implicados sean relevados temporalmente de cualquier función de toma de decisiones". No dio nombres de tales sospechosos de encubrimiento.

Pero el trabajo de la Comisión, que incluyó más de 3.000 entrevistas sobre el terreno en la República Democrática del Congo, no llegó a realizar un examen detallado del personal de la OMS en Ginebra o en las oficinas regionales, que pueden haber protegido a los colegas involucrados en el abuso.

“No sabíamos, al inicio de nuestra investigación, que había algunos en el nivel superior, que estaban al tanto de lo que estaba pasando y no actuaban. Solo descubrimos esto durante nuestra investigación”, explicó Aichatou Mindaoudou, representante especial de la ONU en Costa de Marfil y copresidente de la Comisión. 

Julienne Lusenge, activista de derechos humanos de la República Democrática del Congo y copresidenta de la comisión, agregó que el mandato de la comisión había sido confirmar la existencia y el alcance de las acusaciones de abuso sexual, reportadas por primera vez en los medios de comunicación en septiembre de 2020 y nuevamente en mayo de 2021. Pero, la comisión “carece de mandato para juzgar y aplicar sentencias a los perpetradores”, avisó.  

"Ahora depende de la OMS", dijo Lusenge. “Van a tener un mecanismo para hacerse cargo de una investigación más profunda… no nos toca a nosotros decir que esta persona debe ser arrestada y sentenciada”.

Sin embargo, la Comisión recomendó una serie de medidas de seguimiento, que incluyen reparaciones a las víctimas, pruebas genéticas de presuntos abusadores y su descendencia, una revisión de las prácticas de contratación de la OMS, la capacitación en explotación y abuso sexual, y la forma en que la justicia interna responde a las presuntas víctimas.

La especulación sobre el encubrimiento de alto nivel de la OMS ha girado principalmente en torno al Director de Emergencias de la OMS, Michael Yao, de quien Associated Press informó que recibió una serie de correos electrónicos confidenciales en los que se mencionaba a algunos de los presuntos abusadores, incluido el doctor Boubacar Diallo. Pero no adoptó medidas y tampoco emprendió acciones contra los presuntos responsables.

Diallo tiene conexiones con el liderazgo superior de la OMS, y según los informes, negó haber cometido abusos. En una foto del 16 de junio de 2019, Boubacar Diallo, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus y el líder del Equipo de Respuesta a Emergencias de la OMS, Michel Yao, posaron para las cámaras durante una visita a la RDC del Director General de la OMS.

Ni Diallo ni Yao fueron mencionados por sus nombres en la conferencia de prensa pero el informe escrito del panel sí se refiere al “caso de M. Boubacar Diallo, afirmando que ”el Dr. Tedros Ghebreyesus, durante su entrevista con los investigadores, reconoció que había instruido al Sr. David Webb, quien había venido a informarle en enero de 2021 de incidentes relacionados con el Sr. Diallo, para aplazar cualquier investigación interna hasta la publicación de las conclusiones de la Comisión Independiente y para transmitir a esta última toda la información a su disposición”.

Tedros prometió que la investigación conducirá a “reformas radicales en el proceso de reclutamiento de personal y sensibilización sobre temas de abuso sexual”.

“Es una traición repugnante a las personas a las que servimos ... un día oscuro para la OMS", lamentó Tedros. “Pero queremos que los perpetradores sepan que sus acciones tendrán graves consecuencias. Responsabilizaremos a todos los líderes por cualquier sospecha de incidente”.

“Llevaremos a cabo una reforma total de las políticas y los procesos para abordar la explotación y el abuso sexuales”, agregó Tedros. "Pero debemos ir más allá para identificar y abordar cualquier deficiencia en nuestra cultura o liderazgo que no protegió adecuadamente a las personas a las que servimos".

Gaya Gamhewage, directora de Prevención y Respuesta a la Explotación y el Abuso Sexuales de la OMS, dijo que la organización también buscará fondos para ayudar a rehabilitar a las mujeres vulnerables y los niños que nacen de ellas, como resultado del abuso. 

“Necesitamos fondos sobre el terreno para el apoyo a las víctimas y los sobrevivientes”, afirmó Gamhewage, y señaló que “no hay ninguna disposición en el sistema de la ONU para reparaciones financieras para las víctimas del abuso sexual. Pero eso no nos impide asegurarnos de que se asignen fondos para apoyo y asistencia a medida que avanzamos".

Hasta ahora, ese apoyo ha estado lejos de llegar, observó Coulibaly: “A pesar de las conmovedoras narrativas de las víctimas, la mayoría de los perpetradores negaron los hechos e incluso afirmaron que las relaciones sexuales fueron consensuadas. Todo contribuyó a aumentar la vulnerabilidad de las presuntas víctimas, que no se beneficiaron de ayuda y asistencia”.