La Academia Nacional de Medicina expresó su preocupación por la creciente agresividad contra el personal de la salud, desde médicos a enfermeros, que amerita aplicar sanciones efectivas y, al mismo tiempo, analizar las causas más profundas que han conducido al deterioro de la relación entre el profesional y el paciente.

“El maltrato laboral a los equipos de salud es un fenómeno creciente y global” admitió la Academia. Incluso la violencia se extiende “por toda la sociedad”. Pero la generalidad no implica la aceptación de interrelaciones que violenten la labor profesional en hospitales, sanatorios y centros de salud.

Precisamente, la Academia reclama correctivos para esa “hostilidad creciente” que aún con la excusa de sistemas fragmentados, agobiados o con asfixia financiera, no justifican que el personal de la salud soporte situaciones de indefensión y agresiones físicas y morales.

Declaración completa

“El maltrato laboral a los equipos de salud es un fenómeno creciente y global. Reconocer y difundir la violencia laboral, desde lo institucional, los pacientes y la sociedad, a la que es sometido el personal sanitario contribuirá a establecer mecanismos de prevención que buscan evitar el impacto de este fenómeno sobre la salud de los trabajadores que se manifiesta por trastornos psicológicos, ausentismo y hasta el abandono de la profesión o el área de trabajo”.

La violencia se extiende por toda la sociedad y en nuestro caso afecta la atención de la salud que da como resultado relaciones complejas desde lo individual, comunitario e institucional, por lo cual los médicos, como el resto del personal de los servicios de salud, son agredidos por pacientes, familiares y acompañantes poniendo de manifiesto una sociedad intolerante y violenta que, lamentablemente, crece día a día, mostrando una hostilidad creciente.

Como posibles excusas a estos actos violentos se menciona la demora en la atención motivada por el incremento de la demanda al sistema de salud que es el resultado de un sistema de salud fragmentado, sin una cobertura universal e igualitaria, con problemas de financiamiento, escasez de recursos humanos con excesiva carga horaria, requerimientos técnicos y edilicios que alimentan un conflicto permanente, no siempre visibilizado, en creciente desarrollo.

Cuando hablamos de violencia no es sólo la acción física, sino que engloba al acoso moral que encierra conductas abusivas (palabras, actitud amenazante, comportamiento y/o gestos) que atentan a la dignidad o integridad psíquica o física de la persona que pone en peligro el empleo o degrada el ambiente laboral.

El mobbing que son situaciones humanas de hostilidad y de acoso psicológico repetido, en diferentes ámbitos con conductas destinadas a atacar a una persona o grupo en particular, elegido como "blanco".

En los últimos años se observan cambios en la relación médico-paciente, en la cual aquellos que concurren al sistema de salud les restan jerarquía y autoridad a los miembros del equipo de salud.

Los profesionales quedan así indefensos ante la posible agresión, perdiendo la confianza y la libertad en las que deben desarrollar su actividad, según su mejor saber y entender. De este modo se convierten en enemigos quienes, hasta hace un tiempo, interactuaban en una relación de respeto y confianza.

La Academia Nacional de Medicina no puede estar al margen de este grave problema que afecta al equipo de salud y a la comunidad, y reconoce, por un lado, la necesidad de recuperar los valores de la profesión médica, humanizando la formación de los profesionales y por el otro, instando y solicitando a las autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales un mayor compromiso y protagonismo en la protección de las personas y la sanción efectiva de todo tipo de violencia. 

Declaración aprobada por el Consejo de Administración el 20 de abril de 2022, Resol. Cons. Nº 273/22.