CIENTÍFICOS CHINOS ESTUDIAN CÓMO EL ESTRÉS PERJUDICA LA SALUD INTESTINAL

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La pista principal radica en las reacciones bioquímicas que modifican a las bacterias que habitan los intestinos. Ensayos en ratones y posibles soluciones para humanos.

El estrés de la vida cotidiana puede causar en muchas personas síntomas gastrointestinales. De hecho, en las sociedades actuales, cada vez es más frecuente hallar diagnósticos como síndrome del colon irritable, con sus individuos sujetos a constates presiones. En esta ocasión, un grupo de científicos de la Universidad de Nanjing en China estudiaron los detalles por los cuales este fenómeno culmina por dañar a los intestinos. Según el trabajo, publicado en la revista Cell Metabolism, al cual la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ tuvo acceso, se desencadena una serie de reacciones bioquímicas que modifican a las bacterias que habitan en este órgano.

Los científicos a cargo del estudio expusieron a ratones a estrés crónico durante dos semanas. El resultado fue una notable disminución en el número de células encargadas de la protección contra patógenos en estos ratones mientras que no se reportaron cambios en ratones que no habían sido sometidos a estrés. La razón detrás de esta disminución es que, en condiciones estresantes, las células madre del intestino fallan en su metabolismo y no se transforman en células protectoras.

A la hora de encontrar una explicación para este hallazgo, Xiao Zheng (Universidad Farmacéutica Nanjing) y sus colegas se concentraron en el conjunto de bacterias que se suelen alojar en el intestino. Los científicos sabían que el estrés desencadena cambios en esa población de microorganismos. Por ejemplo, bacterias del género Lactobacillus habitan naturalmente el intestino, pero se multiplican más en condiciones de estrés. Estas bacterias producen una sustancia llamada indol-3-acetato o IAA, que es responsable por la falla metabólica en las células madre.

El síndrome del colon irritable afecta a una de cada diez personas y provoca síntomas muy molestos tales como dolor abdominal y diarrea. Además, se estima que hay más de diez millones de personas en todo el mundo padecen enfermedad inflamatoria intestinal.

Una posible solución

La buena noticia es que también encontraron un posible remedio: cuando les dieron a ratones estresados un suplemento llamado α-cetoglutarato, se puso en marcha el metabolismo de las células madre deterioradas. Este suplemento de nombre complejo es de uso habitual, por ejemplo, entre físico-culturistas.

Si bien su consumo no está prohibido, los científicos advierten que se necesita más investigación para comprender los efectos a largo plazo del α-cetoglutarato en el tratamiento de la disfunción intestinal. Hay que tener en cuenta, asimismo, que el estrés desencadena muchos cambios bioquímicos. El estudio de la IAA “es sin duda una nueva pieza del rompecabezas”, afirma Gerard Clarke, neurogastroenterólogo del University College Cork en Irlanda, “pero cuántas piezas hay en ese rompecabezas aún es una cuestión abierta”.

 

Fuente: Agencia de Noticias Científicas de la UNQ | Por Nadia Chiaramoni