UN ANTIDEPRESIVO PUEDE DISIPAR EL MIEDO QUE PRODUCEN LAS SITUACIONES TRAUMÁTICAS
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Origen cerebral del temor
Se trata de la Fluoxetina, el principio activo del célebre antidepresivo Prozac, cuya actuación no solo se puede utilizar como antidepresivo sino que puede eliminar el temor que producen los traumas vividos.
Según consigna el diario El País de España, partiendo de lo que se sabe del miedo condicionado, basado en una amenaza real, investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), buscaron la base química del miedo generalizado, en el que no hay una situación de peligro objetivo.
Para ello, estudiaron las partes del cerebro implicadas en este estado, en particular dos regiones del tallo cerebral, en la base del encéfalo (la sustancia gris periacueductal y el núcleo dorsal del rafe). Lo hicieron en ratones, un modelo que permite hacer extrapolaciones a los órganos humanos.
En estas regiones se encuentran agrupaciones de neuronas que liberan serotonina y, mediante este neurotransmisor, regulan infinidad de procesos básicos, como los estados de alerta y vigilia, el hambre o el miedo. Lo que hicieron fue observar la actividad en estas regiones mientras realizaban una serie de experimentos en los que sometieron a los roedores a golpes de distintas intensidades en sus patas.
Lo que comprobaron es que los ratones que recibieron una inyección de este Fluoxetina, justo después de los golpes no solo presentaban aquel intercambio de glutamato por GABA, sino que no se quedaban paralizados en las distintas situaciones en los que los colocaron para inducir el pavor. ¿Qué podría significar esto? “
Esta investigación plantea la posibilidad de administrar rápidamente fluoxetina a personas después de una experiencia muy mala y aterradora, para evitar que adquieran un miedo generalizado”, afirmó el neurocientífico estadounidense Nick Spitzer, investigador del Instituto Kavli para el Cerebro y la Mente y autor senior de esta investigación.
Descubrimos que después de un estrés agudo, agrega, determinadas células nerviosas en la región dorsal del rafe cambian las moléculas (neurotransmisores) que utilizan para enviar señales a otras células nerviosas”.
Desde la aversión producida por situaciones de stress post traumático, hasta los temores la violencia, la pobreza y otros, lo cierto es que el miedo es y ha sido, ancestralmente, fuente de intenso sufrimiento. Si bien este hallazgo contribuye a aliviar el dolor, los especialistas coinciden en que más allá de lo que aporten los fármacos, es fundamental el trabajo de psicoterapia para tratarlo.