"EL NEGOCIO DE LA DELGADEZ: CÓMO LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA ESTÁ TRANSFORMANDO EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD"

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Durante años, se nos ha dicho que la solución a la obesidad es sencilla: "come menos y muévete más". Sin embargo, este consejo ha demostrado ser eficaz solo a corto plazo para la mayoría de las personas. A pesar de los esfuerzos, la obesidad sigue siendo una pandemia global, y la ciencia continúa buscando respuestas más allá de las soluciones tradicionales. Un artículo publicado en Science en 2023 destaca que, aunque se suele culpar al sedentarismo como la principal causa del aumento de la obesidad, las pruebas no respaldan esta idea de manera concluyente. Además, un editorial reciente en The Lancet lamenta la falta de consenso sobre la definición misma de la obesidad, a pesar de que afecta a casi un octavo de la población mundial, y todo esto lo refleja el periodista Daniel Mediavilla en una reciente nota del diario El País, de España.

El Surgimiento de los Medicamentos para la Obesidad

La innovación ha llegado desde un sector inesperado: la industria farmacéutica. En 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó el uso de semaglutida, el medicamento conocido como Ozempic, inicialmente destinado al tratamiento de la diabetes. Sin embargo, este medicamento ha sido aclamado como un "milagro" para aquellos que luchan contra el sobrepeso, logrando una reducción de peso de hasta el 15% en 68 semanas al suprimir el apetito. Este éxito abrió la puerta a una nueva era de medicamentos eficaces para combatir la obesidad, debilitando así los juicios morales que a menudo acompañan esta condición.

A su vez, otros actores en el campo farmacéutico han comenzado a posicionarse en este lucrativo mercado. El principal competidor de semaglutida es la tirzepatida, fabricada por Eli Lilly. Esta fórmula no solo incluye un imitador de GLP-1, como la semaglutida, sino también un análogo de GIP (péptido inhibidor gástrico), que actúa sobre la liberación de insulina y la reducción de azúcar en sangre. Los ensayos clínicos con tirzepatida han mostrado una impresionante pérdida de peso media de hasta el 20% en 72 semanas.

Una Carrera Millonaria por el Control del Mercado

La industria farmacéutica está apostando fuerte por el tratamiento de la obesidad, y se espera que este mercado alcance un valor de 100.000 millones de dólares para 2030. En este sentido, la competencia es feroz. Lilly no se detiene en la tirzepatida y ya está probando la retatrutida, una nueva fórmula que combina GLP-1, GIP y glucagón, una hormona clave en la regulación del azúcar en sangre. Aunque aún no aprobada, la retatrutida ha mostrado resultados prometedores en la reducción de peso, llegando hasta un 24% en los ensayos clínicos. Por su parte, Novo Nordisk también está desarrollando Cagrisema, un medicamento que combina GLP-1 con un análogo de amilina, una hormona que ralentiza el vaciado gástrico y reduce el apetito. Sin embargo, a pesar de los prometedores resultados de Cagrisema, un reciente descenso en el precio de sus acciones reflejó el intenso nivel de competencia.

El hecho de que haya más de 100 nuevos medicamentos en desarrollo muestra el gran potencial de este mercado y la constante innovación por parte de las grandes farmacéuticas, que buscan no solo hacer frente a la obesidad, sino también ganar la carrera económica.

¿Soluciones Personalizadas para la Obesidad?

Lo que hace que estos nuevos tratamientos sean tan fascinantes es su enfoque personalizado. En lugar de un único enfoque general para todos, la medicina contra la obesidad está comenzando a centrarse en un tratamiento más preciso, basado en las hormonas específicas que faltan en el cuerpo de cada paciente. La investigadora Andreea Ciudin, del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, explica que su unidad está participando en ensayos con estas moléculas y que algunos pacientes responden mejor a combinaciones de hormonas, como el triple agonista. Este avance sugiere que la obesidad podría tratarse de manera más eficiente con una "medicina de precisión", adaptada a las necesidades hormonales de cada paciente.

Este enfoque también se ha visto respaldado por los expertos, como el catedrático Manuel Tena, quien señala que los fármacos no solo se centran en la pérdida de peso, sino que también ayudan a mejorar otros aspectos metabólicos, como la resistencia a la insulina, e incluso pueden revertir la diabetes tipo 2. Sin embargo, Tena y otros especialistas coinciden en que estos tratamientos deben ir acompañados de cambios en el estilo de vida, en especial en lo que respecta a la dieta y el ejercicio.

La Estrategia Integral: Medicamentos, Dieta y Ejercicio

Los médicos siguen enfatizando que, aunque estos fármacos son efectivos, no son una solución mágica. “No podemos olvidar la importancia de una dieta saludable y ejercicio regular”, señala Cristóbal Morales, endocrinólogo en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Según Morales, aunque los nuevos medicamentos pueden ayudar a perder peso, su eficacia depende de un enfoque integral, que incluya un monitoreo cercano y un cambio en los hábitos de vida. "Lo que tenemos que buscar es que la pérdida de peso sea saludable y se mantenga la masa muscular", explica.

Un aspecto clave es que, a pesar de los avances en la medicina, las personas que toman estos medicamentos en ensayos clínicos reciben un nivel de apoyo mucho mayor que el que generalmente se ofrece en la atención sanitaria convencional. Con la ayuda de nutricionistas, entrenadores y un seguimiento constante, las personas en el grupo de placebo de estos estudios logran mantener una pérdida de peso del 3% o 4%. En cambio, aquellos que toman medicamentos pueden llegar a perder un 25% de su peso, lo que pone de manifiesto el potencial transformador de estas nuevas terapias.

Un Futuro Brillante... y Rentable

Las expectativas son altas tanto para los pacientes como para las farmacéuticas. Mientras que la medicina contra la obesidad ha avanzado significativamente en las últimas décadas, el mercado sigue estando en expansión. Los nuevos tratamientos no solo ofrecen una esperanza para quienes luchan contra la obesidad, sino que también representan una oportunidad millonaria para las farmacéuticas, que se están posicionando para capitalizar la demanda de soluciones efectivas y personalizadas.

Sin embargo, el verdadero desafío será encontrar el equilibrio entre el desarrollo de medicamentos y el mantenimiento de hábitos saludables. La industria farmacéutica, que ya ha demostrado su capacidad para innovar en este campo, deberá seguir adaptándose a las necesidades de los pacientes, con la esperanza de que las soluciones no solo sean rentables, sino también responsables y sostenibles a largo plazo.