SEMAGLUTIDA: LOS PRO Y LOS CONTRA DEL MEDICAMENTO PARA ADELGAZAR
Las noticias provenientes del ámbito internacional sobre un medicamento para adelgazar así como la presentación de laboratorios en el ámbito local, promovieron la difusión de los efectos de la Semaglutida (el principio activo en cuestión) lo que motivó una nota periodística bastante equilibrada del sitio web Chequeado.com
Originalmente aprobada para tratar la Diabetes tipo 2, la droga demostró gran eficacia en la reducción sostenida del peso corporal en personas con obesidad. En dosis inyectables y comercializada como Wegovy.
Este fármaco, perteneciente al grupo de los análogos del GLP-1, imita la acción de una hormona que estimula la insulina y genera sensación de saciedad. Ensayos clínicos internacionales mostraron que puede lograr pérdidas de peso de entre 10 % y 15 % en más de un año de tratamiento, con mejoras en factores metabólicos y cardiovasculares.
Sin embargo, no es un medicamento “milagroso”. Los especialistas insisten en que debe integrarse a un abordaje integral que incluya alimentación saludable, actividad física y acompañamiento médico, dado que la obesidad es una enfermedad multifactorial.
Entre las limitaciones, se destacan su alto costo —que puede superar los $600 mil mensuales en Argentina, así como sus efectos gastrointestinales (náuseas, vómitos, constipación) y la posibilidad de recuperar peso al suspenderlo. En este sentido un referente del tema el Dr. Alberto Cormillot, había recordado y advertido que la obesidad es una enfermedad crónica y necesita un tratamiento crónico. Con respecto a la Semaglutida, los estudios coinciden en que los efectos adversos suelen ser leves y temporales.
La OMS incluyó recientemente la semaglutida en su Lista de Medicamentos Esenciales, lo que podría facilitar su acceso en los sistemas de salud traducido en financiamiento para los pacientes.
Aunque su popularidad creció impulsada por celebridades y redes sociales, los expertos recuerdan que no está indicada para perder “unos kilos de más”, sino para pacientes con obesidad o sobrepeso asociado a otras enfermedades. En palabras de la médica Marianela Aguirre Ackerman, “no cura la obesidad, pero representa un avance importante en su manejo a largo plazo”.
En definitiva, la Semaglutida se consolida como una herramienta prometedora dentro del tratamiento médico de la obesidad, pero no sustituye el cambio de hábitos ni el acompañamiento profesional continuo.