Jueves 9 de marzo: Día Mundial del Riñón 2017
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Con el foco puesto en la obesidad
El Día Mundial del Riñón (WKD) nació de una iniciativa conjunta impulsada por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón (IFKF). Fue hace ya 12 años que se decidió instalar el segundo jueves de marzo como fecha conmemorativa para realizar un evento anual.
El Día Mundial del Riñón constituye hoy la estrategia central para aumentar el conocimiento de la población general sobre las enfermedades renales y generar conciencia en la comunidad sobre la importancia que su prevención y su diagnóstico temprano tienen. De esta manera se ha contribuido a luchar contra la Enfermedad Renal, la que afecta a uno de cada diez individuos adultos en el mundo siendo así una de las enfermedades de mayor impacto sobre la salud de la población.
Desde su inicio Fresenius Argentina se ha comprometido con la campaña, participando y organizando diversas actividades, las que han sido llevadas adelante por el equipo de profesionales de las Unidades de Diálisis distribuidas en distintas ciudades de nuestro país. Adicionalmente se ha brindado soporte a las actividades, que a nivel nacional, organiza la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN). Estamos convencidos que es necesario que toda la comunidad nefrológica mancomunada luchemos para enfrentar a la enfermedad renal.
Continuando con los lineamientos iniciales, cada año se pone énfasis en los conceptos generales de prevención y diagnóstico en etapas temprana de la enfermedad, pero también se aprovecha para hacer hincapié en algún aspecto particularmente relevante de la misma. Para 2017 la propuesta es resaltar la importancia que tiene la obesidad como factor de riesgo para desarrollar enfermedad renal, y también como factor desventajoso para la progresión cuando la enfermedad está presente.
El fundamento para que la obesidad esté vinculada a la enfermedad renal, es no solo porque la obesidad por sí mismo predispone para la enfermedad renal y sus complicaciones, sino además porque existen fuertes evidencias epidemiológicas que muestran que la obesidad, junto con la carga genética, es uno de los determinantes fundamentales para el desarrollo de las dos causales más frecuentes de pérdida de la función renal como son la diabetes y la hipertensión arterial. Tanto es así que se considera al antecedente de obesidad, que en general está presente durante muchos años previos al desarrollo de diabetes y de hipertensión, como una concausa de la lesión renal de estas patologías, inclusive las características histológicas y las vías que generan la lesión renal, son similares entre las tres enfermedades. Es por ello que se considera a la obesidad, y los demás componentes del síndrome metabólico que suelen acompañarla, como los responsables esenciales de mayor relevancia del crecimiento que ha tenido la enfermedad renal en las últimas décadas. Es así que la curva de crecimiento poblacional de la obesidad que ha adquirido carácter epidémico en el mundo, se ha visto llamativamente acompañada por el crecimiento de la enfermedad renal crónica.
La obesidad produce cambios crónicos del funcionamiento renal para adecuarse al mayor requerimiento metabólico. Estos cambios generan un mayor trabajo de los riñones, y cambios en la hemodinámica renal, donde se produce: aumento del filtrado glomerular generando el fenómeno conocido como “hiperfiltración”, aumenta la presión dentro de los glomérulos (unidades filtrantes) favoreciendo la lesión por barotrauma, y generando una mayor propensión a la pérdidas de proteínas por orina. Todos estos mecanismos son responsables del sustancial aumento en la incidencia de enfermedad renal entre los pacientes obesos
Afortunadamente estos cambios son reversibles si se reduce el peso. Es por ello que este año el Día Mundial del Riñón promueve la generación de conciencia pública sobre las muy dañinas consecuencias de la obesidad sobre la enfermedad renal, promoviendo adoptar hábitos de vida saludable y que las políticas públicas estén alineadas y hagan posible este objetivo. La educación preventiva, orientada al estimular la adopción hábitos adecuados, que incluyan una dieta saludable junto a mayor actividad física para mantener un peso normal. Esta estrategia logrará un alto impacto mejorando la salud renal y también cardiovascular.
Debemos tomar conciencia que la buena salud renal en los adultos comienza al incorporar hábitos de vida saludables desde el nacimiento. Cada uno de nosotros desde nuestro lugar debemos asumir la responsabilidad de que esto pueda transformarse en una realidad.
Fresenius Medical Care
Fresenius Medical Care (FME) es una empresa mundialmente reconocida dedicada al cuidado del paciente con enfermedad renal avanzada, a través de la producción equipos e insumos para las distintas modalidades de diálisis.
Asimismo, con presencia en más de 100 países, Fresenius Medical Care atiende a más de 260.000 pacientes en sus 2600 Centros propios en Latinoamérica, Europa, EEUU, Asia y África.
En Argentina presta tratamiento de diálisis a más de 9800 pacientes en 90 centros de diálisis distribuidos en 16 provincias de la República Argentina, contando para ello con recursos humanos altamente calificados y tecnológicos de última generación.
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