MULTINACIONALES EN GUERRA POR MERCADO BIOLÓGICO

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Pfizer ha emprendido una batalla en justicia y ante la FDA contra Johnson & Johnson, Amgen Inc. y Roche, porque sus competidores intentan bloquear el acceso de sus biosimilares más baratos e instalaron una campaña de desprestigios contra sus productos.

Pfizer acusó a sus competidores de lanzar una campaña de “desinformación a los pacientes para proteger sus lucrativas franquicias”.

En una presentación realizada ante la FDA, Pfizer acusó a Amgen y Roche de usar Twitter y otras redes sociales para desorientar a médicos y pacientes sobre la efectividad de sus biosimilares.

Pfizer acusó a los sitios web de Amgen y Roche de sembrar dudas sobre los biosimilares en la presentación ante la FDA.

Pfizer también presentó como prueba un folleto para pacientes de J&J que interpretó como un intento de “sembrar dudas y confusión” sobre los biosimilares.

El folleto de J&J está dirigido a pacientes a los que se les pide que no cambien su medicamento de marca por uno biosimilar y recomienda “Pregúntele a su médico qué opina de mantenerse con Remicade, el medicamento biológico que ambos eligieron”.

En su presentación ante la FDA, Pfizer indica que J&J está “claramente intentando influenciar a los pacientes”.

J&J indicó en un comunicado que su folleto alienta a los pacientes a tener una opinión sobre su propio tratamiento.

Pfizer ya había presentado hace un año en Filadelfia (Pensilvania) una querella contra Johnson & Johnson para resolver en los tribunales la guerra que mantienen por un medicamento para la artritis.

La demanda fue presentada en el tribunal federal del distrito este de Pensilvania, y Pfizer acusa a la empresa rival de usar "tácticas de competencia desleal" que afectan a su medicamento para la artritis Inflectra.

Según Pfizer, Johnson & Johnson ha obligado a hospitales y clínicas a firmar "contratos de exclusividad" para que receten su medicamento para la artritis Remicade y no ofrecer la versión de Pfizer, que es de menor precio.

Roche, a su vez, sostuvo en un comunicado que los pacientes, junto con sus médicos, deberían poder elegir medicamentos y acceder a “información educativa y datos científicos sólidos”.

Un tweet de Amgen que Pfizer presentó también como prueba señala que los medicamentos biológicos y los biosimilares no son simplemente una comparación entre dos cosas iguales.

Un mensaje de Amgen en YouTube decía a los pacientes: “Cambiar de medicamento no es una buena idea si está funcionando bien en ti”, y advirtió acerca de los efectos secundarios o la confusión entre los médicos. Lo “más importante es la seguridad del paciente”, señala Amgen en el video.

El debate entre los laboratorios farmacéuticos sobre los medicamentos más baratos se ha estado gestando durante años. En 1984, una histórica ley federal allanó el camino para que floreciera el mercado de medicamentos genéricos simples, haciendo copias de costosos medicamentos de marca disponibles por un costo muy bajo y ahorrando a los consumidores miles de millones.

En 2010, se aprobó una nueva ley que buscaba impulsar los biosimilares de medicamentos biotecnológicos complejos.

Pfizer hizo una gran apuesta por el mercado de biosimilares comprando en 2015 el laboratorio farmacéutico Hospira por 17.000 millones de dólares el mayor acuerdo de la compañía con sede en Nueva York en casi una década.

“El proceso para llevar los medicamentos al mercado se estaba volviendo más transparente, dijo Pfizer en ese momento, y el acuerdo le permitiría a la compañía aprovechar eso”.

Pero Pfizer admitió que dicha transparencia aun no funciona y asegura que las tácticas de sus rivales son la razón.

Amgen, que produce tanto medicamentos biotecnológicos originales como biosimilares, señaló en un comunicado que desea que el mercado biosimilar tenga éxito, pero para lograrlo se requiere “la confianza de una serie de actores implicados clave”, como médicos, aseguradoras y pacientes.

Solo menos de un tercio de los 293.000 millones de dólares en ventas anuales de medicamentos biológicos en todo el mundo perderá la protección de patentes para 2023, “dejando la puerta abierta para la competencia de biosimilares”, dijo Vamil Divan, analista de Credit Suisse AG que sigue el sector.

Pfizer se ha posicionado como uno de los mayores beneficiarios –la compañía proyectó un mercado mundial de medicamentos biosimilares de 20.000 millones de dólares para 2020– si logra derribar las barreras de sus rivales.

La FDA dijo en un comunicado a la agencia Bloomberg que está revisando la denuncia de Pfizer.