PAÍSES BAJOS ROMPE EL MONOPOLIO DE LAS PATENTES A CAUSA DE LOS PRECIOS ABUSIVOS

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El gobierno de los Países Bajos adoptó excepciones a su ley de patentes, al autorizar la producción de versiones genéricas de medicamentos patentados en farmacias, en un intento de frenar el abuso de precios.

La excepción que permite preparar medicamentos en farmacias entró en vigor el primero de febrero pasado.

El artículo 53 de la Ley de Patentes de los Países Bajos proporciona la lista habitual de actos exclusivos reservados para el titular de la patente: para fabricar, usar, comercializar o revender, alquilar o entregar el producto patentado, o venderlo de otra manera en o para su negocio, o para ofrecerlo, importarlo o almacenarlo para cualquiera de esos propósitos.

El gobierno holandés con la modificación introducida proporciona una exención para la preparación de la farmacia a estos actos exclusivos.

La nueva disposición dice: “[...] El derecho exclusivo no se extenderá a la preparación para el uso directo de casos individuales con prescripción médica de medicamentos en farmacias, ni a los actos relativos a los medicamentos preparados de esta manera ".

El grupo de presión de la industria farmacéutica Vereniging Innovatieve Geneesmiddelen condenó rápidamente la producción de medicamentos de menor costo por parte de los farmacéuticos.

A contramano de los cambios legales recientes, las multinacionales mantienen la posición de que la preparación en una farmacia de un medicamento patentado para reducir el costo constituye una infracción de la ley de patentes.

Sin embargo, otros países europeos tienen exenciones de patentes similares para la preparación farmacéutica en farmacias.

La introducción de la exención a la ley de patentes fue recomendada al gobierno por el Consejo de Salud Pública y Sociedad como propuesta para contrarrestar los altos precios de los medicamentos que abusan de la protección de las patentes.

Los farmacéuticos que preparan medicamentos de bajo costo son populares en los Países Bajos.

Por ejemplo, la farmacia del Centro Médico de la Universidad de Amsterdam recibió 5 millones de euros de Vrienden Lotterij (Friends Lottery) para la preparación de ácido quenodesoxicólico (CDCA) para el tratamiento de la xantomatosis cerebrotendinosa (CTX), una enfermedad metabólica rara.

Leadiant, la compañía que vende el producto comercialmente, había aumentado el precio del producto 500 veces desde sus primeras versiones hasta facturar 153.300 euros por paciente por año.

El laboratorio Leadiant goza de una posición de monopolio en el mercado ya que gestionó y obtuvo la categoría de medicamento huérfano para su producto en la UE.

La Fundación de Responsabilidad Farmacéutica ha solicitado a la autoridad de competencia holandesa que tome medidas contra Leadiant.

Mientras tanto, la preparación de la farmacia puede ofrecer alivio a los pacientes con CTX que dependen de la medicina.

Un desarrollo similar se relacionó con el medicamento contra el cáncer, el lutecio-octreotaat, que desde hace 18 años es producido por farmacéuticos de hospitales en los Países Bajos.

Después de que Novartis adquirió los derechos exclusivos de comercialización del producto, aumentó el precio de 4.000 euros a 23.000 euros, lo que elevó el costo total de un tratamiento a 100.000 euros.

Dutch Medical Journal informó que Novartis también adquirió al productor de las materias primas necesarias para la producción del medicamento en farmacias.

Novartis ha dicho que continuará suministrando materia prima para la preparación del medicamento en las farmacias hospitalarias o universitarias, pero no se sabe a qué precio.

La Autoridad para Consumidores y Mercados (ACM, por sus siglas en inglés y encargada de regular la competencia), anunció la semana pasada que monitoreará con agudeza los desarrollos en torno a los medicamentos, incluida la producción de medicamentos huérfanos en las farmacias.

ACM envió una señal de advertencia a las compañías farmacéuticas y proveedores de ingredientes farmacéuticos activos e instó a que no levanten barreras injustificadas a la producción de farmacias, por ejemplo, restringiendo el acceso a materias primas o estableciendo “condiciones no razonables”.

El 17 de enero, el farmacéutico Paul Lebbink habilitó un nuevo laboratorio en su farmacia en La Haya, donde planea producir versiones más baratas de medicamentos de alto costo.

El ministro de Salud, Bruno Bruins, aceptó la iniciativa y participó de la inauguración del nuevo laboratorio de farmacia.