LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA ENTRE LA CUARENTENA Y EL CONVENIO PAMI, AFRONTA TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

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La industria farmacéutica argentina mantiene sus niveles de producción y sin faltantes de materias primas, excepto puntuales por las dificultades logísticas para importar y operar en el contexto actual. Sin embargo, no está exenta de sufrir el contagio de la “pandemia laboral” y al mismo tiempo negocia la renovación del Convenio PAMI con las anomalías que impone la cuarentena.

El Convenio PAMI finaliza el 31 de marzo y ningún laboratorio dejará sin medicamentos a la obra social de los jubilados en las actuales circunstancias, en la medida que pueda seguir operandos sus plantas industriales y la logística propia del sector y del transporte no colapse.

La renovación del convenio ya venía complicada antes de que la cuarentena se instalara en Argentina. O sea, cuando aún había reuniones habituales entre los negociadores de la industria y los funcionarios de PAMI.

El aislamiento impone dificultades adicionales para sentarse en torno a una mesa y renegociar “cara a cara” como siempre. Aunque las dificultades sustanciales no son los ambientes compartidos o las video llamadas.

El tema es el contenido de nuevo convenio que PAMI anticipa que deberá ajustar, aunque con la emergencia de la pandemia ha postergado el diseño de fondo.

Al mismo tiempo, la obra social mantiene una deuda con los laboratorios superior a los 12 mil millones de pesos heredada de la gestión anterior que a veces proponer refinanciar y a veces aplicar una quita y a veces ambas imposiciones.

CAEME, la cámara de las multinacionales, manifestó su voluntad de firmar una prórroga del actual convenio y postergar la discusión de fondo para el día después de la cuarentena. CILFA propone una etapa de transición con confinanciación.

Cooperala, por el contrario, no acepta renegociar si PAMI no paga al menos una cuota de la deuda que mantiene con los laboratorios oncológicos nacionales que ganaron licitaciones con ofertas de bajo precio y a los que ahora se les quiere aplicar una quita.

Justamente, son este puñado de laboratorios los más intransigentes porque están al borde del abismo como pymes. La deuda del segmento oncológico supera los 8 mil millones de pesos y los principales perjudicados no son, precisamente, las multinacionales.

Los laboratorios farmacéuticos están exceptuados del aislamiento general dispuesto por el gobierno y por lo tanto gozan de franquicias que hoy son fundamentales para mantener los niveles de producción y que, por contraste, carecen otros sectores industriales que se hunden en la recesión.

Sin embargo, dificultades afrontan como todos en cuestiones de logísticas que podrían agravarse si la cuarentena se extiende en el tiempo.

Por ejemplo, voceros del sector mencionan que siempre afloran dificultades para ingresar materias primas. A veces son dificultades menores que se destrababan con un llamado telefónico a un funcionario de la Aduana o de la AFIP o llenando personalmente un trámite ante esos organismos.

Pero ahora, la Aduana y la AFIP trabajan con dotaciones mínimas y muchos funcionarios han sido licenciados o cumplen tareas acotadas desde sus casas.

Tampoco las cámaras empresarias y los laboratorios disponen de su personal completo, por las restricciones de circulación que se han vuelto un incordio en los ingresos y egresos del ámbito metropolitano.

La otra incertidumbre que acompaña a la cuarentena será el efecto de la “pandemia laboral” de otros sectores industriales y que pueden contagiar a la industria farmacéutica.

Las miradas están puestas también en los mercados proveedores. China comienza a normalizar su maquinaria industrial pero la cuarentena recién comienza en India.

En Argentina, APyME alertó en los últimos días que “miles de empleos están en riesgo” a causa del ahogo financiero.

“Es preciso alertar que a partir de la reanudación del clearing bancario, y ante la inminencia del pago de salarios, hay miles de micro, pequeñas y medianas empresas en riesgo como consecuencia de lo que ya es una virtual ruptura en la cadena de pagos”, alertó la cámara de la pequeña y mediana industria.

“APYME sostiene que en momentos de emergencia urge coordinar de modo eficaz esfuerzos entre todos los sectores, para que mediante la acción efectiva del Estado podamos encarar entre todos tanto los cuidados ante la pandemia y como sus efectos sobre el entramado económico, productivo y social”, reclamó.